Bassam Khawaja - Cañada Real, un barrio pobre de Madrid. |
España le está fallando por completo a buena parte de su sociedad, aquella que vive en la pobreza, cuya situación ahora se encuentra entre las peores de la Unión Europea, dijo el relator* especial de la ONU sobre la pobreza extrema y los derechos humanos. Los grandes beneficiados son los ricos y las empresas que, pese a los beneficios, pagan menos impuestos que antes de la recesión.
Philip Alston llegó a esa conclusión tras concluir este viernes su
visita oficial al país, que comenzó el 27 de enero, y tras la cual le queda
claro que hay dos Españas muy diferentes: una la que conoció como turista, que
es un país rico culturalmente, diverso, próspero… y otra la que acaba de
conocer como relator de la pobreza, en la que ha visto un país con “un
porcentaje inusual de población que vive al límite y tienen dificultades para
sobrevivir”.
© Bassam Khawaja
El relator especial de la ONU sobre pobreza
extrema visita una ciudad de trabajadores migrantes
en la ciudad española de Huelva,en Andalucía.
|
Más del 55% experimentó algún grado de
dificultad para llegar a fin de mes.
Puesto en cifras: En 2018, el 26,1% de la población en España, y el
29,5% de los niños, se encontraban en riesgo de pobreza o exclusión social. Más
del 55% experimentó algún grado de dificultad para llegar a fin de mes y el
5,4% sufrió privación material severa. La tasa de desempleo del 13,78% es más
del doble de la que presenta la media de la UE, y ha sobrepasado el 30% para
los menores de 25 años.
Para el experto en derechos humanos, “los niveles de pobreza en
España reflejan una decisión política. Esa decisión política ha sido hecha
durante la última década. Quiero resaltar el hecho de que entre 2007 y 2017,
los ingresos del 1% más rico crecieron un 24% mientras que para el 90%
restante subieron menos de un 2%”.
Al mismo tiempo, el Estado español “optó por recaudar un 5%
menos de impuestos que el cualquier otro Gobierno europeo y
eso, claro, significa que tiene menos dinero para gastar en protección social”.
"A pesar de que España está prosperando económicamente,
demasiadas personas siguen pasando apuros", dijo Alston.
El experto en derechos humanos añadió que "la recuperación
después de la recesión ha dejado a muchos atrás, con políticas económicas que
benefician a las empresas y a los ricos, mientras que los grupos
menos privilegiados han de lidiar con servicios públicos fragmentados que
sufrieron serios recortes después de 2008 y nunca se restauraron".
España
debería mirarse de cerca en el espejo
Una de las cuestiones que ha sorprendido al relator es la ignorancia
de los españoles acerca de la situación en su país.
Los derechos sociales rara vez se toman en
serio.
"España debería mirarse de cerca en el espejo. Lo
que verá no es lo que desearía la mayoría de los españoles, ni
lo que muchos responsables de formular políticas tenían planeado”, explica
antes de enumerar los problemas:
- una pobreza generalizada
- un alto nivel de desempleo
- una crisis de vivienda de proporciones
inquietantes
- un sistema de protección social
completamente inadecuado que arrastra deliberadamente a un gran número de
personas a la pobreza
- un sistema educativo segregado y cada vez
más anacrónico
- un sistema fiscal que brinda muchos más
beneficios a los ricos que a los pobres
- una mentalidad burocrática profundamente arraigada
en muchas partes de la administración que valora los procedimientos
formalistas por encima del bienestar de las personas
El experto independiente ha observado que "los formuladores de
políticas les han fallado en gran medida a las personas que viven en la
pobreza, y los derechos sociales rara vez se toman en serio”.
Bassam Khawaja -El relator especial sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, Philip Alston, durante su visita a la ciudad española de Badajoz, en Extremadura. |
La asistencia
social se quiebra mientras las empresas pagan menos
Las familias acaudaladas se beneficien más de
las transferencias de efectivo que las familias pobres.
La vivienda de bajo coste es casi inexistente y el
sistema para brindar asistencia social está quebrado, es
imposible de navegar y hace que las familias acaudaladas se beneficien más de
las transferencias de efectivo que las familias pobres.
Mientras tanto, las empresas están pagando la
mitad de los impuestos que antes de la crisis a pesar de registrar fuertes
beneficios.
"He visitado lugares que sospecho que muchos españoles no
reconocerían como parte de su país", dijo Alston.
Entre esos lugares, el experto visitó barrios pobres “con
condiciones mucho peores que un campamento de refugiados, sin
agua corriente, electricidad ni saneamiento, donde los trabajadores inmigrantes
llevan años viviendo sin ninguna mejora en su situación”.
También ha observado vecindarios de pobreza concentrada donde
las familias
crían niños con una grave escasez de servicios estatales,
clínicas de salud, centros de empleo, seguridad, carreteras asfaltadas o
incluso suministro eléctrico legal.
Abandonados
y discriminados
Bassam Khawaja -Un complejo residencial en Mérida, en la comunidad autónoma de Extremadura. |
"La palabra que he escuchado con mayor frecuencia en las
últimas dos semanas es 'abandonados'", dijo el experto.
Alston señaló haber conocido a personas que perdieron todos sus
ahorros durante la crisis y, ahora, tienen que elegir
entre poner comida sobre la mesa o calentar su casa. Además,
afrontan la posibilidad de ser desalojadas, incapaces de encontrar una vivienda
asequible.
Y todo ello pese a que casi todas las personas a las que conoció
“buscaban ávidamente un trabajo decente".
Además, ciertos grupos están particularmente olvidados por los
encargados de formular las políticas, sufren el impacto de la
discriminación estructural y experimentan tasas de pobreza
desproporcionadamente altas.
“España tiene una de las comunidades de gitanos más grandes de la
UE, casi la mitad de los cuales viven en la extrema pobreza. Las mujeres, los
habitantes en zonas rurales, los inmigrantes, las trabajadoras domésticas y las
personas con discapacidad están extremadamente desatendidas por las políticas
actuales y se ven injustamente afectadas por la pobreza", desgrana Alston.
Esperanza en
el nuevo Gobierno
El único aspecto positivo en la situación de la pobreza y los
derechos humanos que ha encontrado el experto “es que el
nuevo Gobierno de coalición está firmemente comprometido con lograr la justicia
social”.
No obstante, señala que los desafíos son grandes.
"Ahora España necesita un liderazgo innovador a escala
nacional, respaldado con recursos para alentar a las comunidades autónomas a
apoyar reformas de gran alcance”, explica Alston, quien aplaude el mensaje del
nuevo Gobierno, aunque resalta que “es necesario que sus acciones estén a la
altura de esa retórica".
"La pobreza es en última instancia una decisión política,
y los Gobiernos pueden, si lo desean, optar por superarla", insistió
Visita por
todo el país
El experto de la ONU visitó Madrid, Galicia, el País Vasco,
Extremadura, Andalucía y Cataluña, y se reunió con personas afectadas por la
pobreza, funcionarios del Gobierno del ámbito municipal, autonómico y central,
así como activistas, académicos y representantes de organizaciones de la
sociedad civil.
También visitó numerosos centros comunitarios y escuelas, oficinas
de ONG, un centro para personas con discapacidad, un centro de servicios
sociales, un asentamiento informal para trabajadores inmigrantes, un bloque de
viviendas privatizadas, un centro de trabajadoras domésticas y varias
comunidades gitanas.
El relator especial presentará su informe final ante el Consejo
de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en junio de 2020.
*Philip Alston (Australia)
asumió sus funciones como Relator Especial
sobre la extrema pobreza y los derechos humanos en
junio de 2014. Como Relator Especial, forma parte de lo que se conoce como el
sistema de Procedimientos
Especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los
Procedimientos Especiales, el mayor grupo de expertos independientes en el
sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general que reciben los
mecanismos independientes de investigación y monitoreo del Consejo que evalúan
situaciones específicas de países o cuestiones temáticas en cualquier parte del
mundo. Los expertos en procedimientos especiales trabajan de forma voluntaria;
no forman parte del personal de la ONU y no reciben un sueldo por desempeñar su
trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y ejercen su
mandato a título individual.