El ejercicio consiste en elevar el talón lo máximo posible mientras los dedos y las puntas de los pies siguen tocando el suelo.
Mucho se habla de los efectos negativos del sedentarismo, por lo que numerosos científicos estudian diferentes maneras de reducir los impactos devastadores para la salud de, por ejemplo, permanecer sentado durante horas; una realidad ineludible para muchos trabajadores de todo el mundo.
Ahora, un nuevo descubrimiento podría ayudar a cambiar este problema. Sin embargo, la solución –como siempre– no es perfecta todavía: los investigadores alertaron que el presente ejercicio no es fácil de conseguir en solitario.
El hallazgo llegó gracias a científicos de la Universidad de Houston (Texas), quienes encontraron que un pequeño movimiento de la parte inferior de las piernas, si se activa adecuadamente, puede mitigar algunos de los efectos negativos de permanecer sentado, al mantener el metabolismo de un músculo en funcionamiento durante horas.
Así, de los más de 600 músculos en los humanos, los científicos se concentraron en uno muy potente, conocido como músculo sóleo, situado en la parte posterior de la pierna (la pantorrilla), y que va desde justo debajo de la rodilla hasta el talón, y participa en la bipedestación y la marcha.
The soleus muscle in the calf, though only 1% of your body weight, can improve the metabolic health in the rest of your body if activated correctly. Marc Hamilton of @HHP_UH @uhclass is pioneering the “soleus pushup." #UHResearch #soleusmusclehttps://t.co/g5GrIR0Cdu
— UH Research (@UH_Research) October 11, 2022
Metabolismo oxidativo
Marc Hamilton, profesor de Salud y Rendimiento Humano de la Universidad de Houston, fue quien descubrió el enfoque y desarrolló la "flexión del sóleo", según se lee en un comunicado de prensa.
La investigación de Hamilton, publicada recientemente en la revista iScience, indica que la capacidad de la flexión del sóleo para mantener un metabolismo oxidativo elevado que mejore la regulación de la glucosa en la sangre es más eficaz que cualquiera de los métodos populares que se promocionan actualmente como solución. Por ejemplo, según el comunicado, la flexión del sóleo es más eficaz para elevar el metabolismo oxidativo que el ejercicio, la pérdida de peso y el ayuno intermitente.
El metabolismo oxidativo es el proceso por el que se utiliza el oxígeno para quemar metabolitos como la glucosa o las grasas en la sangre. Sin embargo, depende, en parte, de las necesidades energéticas inmediatas del músculo cuando está trabajando.
Músculo sóleo "utiliza una mezcla de combustible diferente"
"Nunca imaginamos que este músculo tuviera este tipo de capacidad. Siempre ha estado dentro de nuestro cuerpo, pero nadie había investigado cómo utilizarlo para optimizar nuestra salud, hasta ahora", afirma Hamilton.
"Cuando se activa correctamente, el músculo sóleo puede elevar el metabolismo oxidativo local a niveles altos durante horas, no solo minutos, y lo hace utilizando una mezcla de combustible diferente", agrega. "Es como si hubiésemos descubierto un nuevo órgano".
En los sujetos de prueba que realizaron la flexión del sóleo desde una posición cómoda y sentada –y a quienes monitorearon y tomaron biopsias del músculo para interpretar los resultados– los investigadores pudieron documentar varios hallazgos.
Entre otros, observaron que la erupción de azúcar en sangre mejoró en un 52 % y las necesidades de insulina se redujeron en un 60 %. Además, los efectos duraron más de tres horas y el metabolismo de las grasas fue capaz de trabajar con el doble de eficacia, lo que condujo a una reducción del contenido de grasa en la sangre, en concreto, las lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), que contribuyen al colesterol alto.
En definitiva, el efecto significó que el metabolismo de las grasas se duplicó en comparación con los índices normales sin hacer flexiones del sóleo.
Mínima contribución del glucógeno a la alimentación del sóleo
Según la investigación, parte de la magia de las flexiones del sóleo está probablemente relacionada con la forma en que este músculo se mantiene energizado. Las biopsias musculares revelaron que la contribución del glucógeno –normalmente el tipo de carbohidrato predominante que alimenta el ejercicio muscular– a la alimentación del sóleo era mínima. Así, en lugar de descomponer el glucógeno como otros músculos del cuerpo, el sóleo utiliza la glucosa y las grasas de la sangre para poder seguir funcionando mientras caminamos y corremos sin cansarnos.
"La dependencia del sóleo del glucógeno, más baja de lo normal, le ayuda a trabajar durante horas sin fatigarse durante este tipo de actividad muscular, porque hay un límite definido a la resistencia muscular causado por el agotamiento del glucógeno", dice Hamilton.
"Por lo que sabemos, éste es el primer esfuerzo concertado para desarrollar un tipo especializado de actividad contráctil centrado en la optimización de los procesos metabólicos humanos", añade.
Hamilton: el ejercicio no es un nuevo consejo de fitness
El profesor deja claro que el método no es un nuevo consejo de fitness ni se trata de una "tendencia del mes", sino de un movimiento fisiológico eficaz que aprovecha las propiedades únicas del sóleo. Y este ejercicio debe ser aprendido y entrenado. Por lo tanto, es mejor realizar el movimiento bajo la dirección de un entrenador experimentado o un profesional médico.
"La flexión del sóleo parece sencilla desde fuera, pero a veces lo que vemos a simple vista no es toda la historia", explica Hamilton. "Es un movimiento muy específico que ahora mismo requiere tecnología vestible y experiencia para optimizar los beneficios para la salud", agrega.
En una investigación posterior, el equipo tiene previsto estudiar cómo se puede entrenar este método de forma más sencilla sin tener que contar con equipos de laboratorio y profesionales experimentados a su lado para que trabajadores de oficina puedan realizar la flexión del sóleo en solitario. Hasta entonces, habrá que esperar a que la prometedora solución (así sea parcial) a los problemas del sedentarismo moderno pueda llegar a la rutina de muchos que la necesitan.
Editado por Felipe Espinosa Wang.