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Los 13 desafíos de la salud mundial en esta década

Un padre junto a su hijo en el hospital pediátrico de Bangui, en la capital de la República Centroafricana.


La Organización Mundial de la Salud publicó una lista de 13 desafíos que amenazan la sanidad en el planeta para la nueva década.

Según su director, Tedros Adhanom Gebreyesus, la lista refleja la profunda preocupación por el hecho de que los líderes mundiales no están invirtiendo suficientes recursos en las prioridades sanitarias ni en los sistemas básicos de salud, lo que pone vidas, medios de subsistencia y economías en peligro. Para Tedros, aunque ninguno de esos problemas es fácil de abordar, la salud pública es, en última instancia, “una elección política” como demuestra el hecho de que la diferencia de la esperanza de vida es de hasta 18 años según uno viva en un país rico o en uno pobre.

“Tenemos que darnos cuenta de que la salud es una inversión en el futuro. Los países invierten mucho en proteger a su gente de los ataques terroristas, pero no contra el ataque de un virus, que podría ser mucho más mortal y mucho más dañino económica y socialmente. Una pandemia podría poner de rodillas a la economía y a las naciones”, dijo.


Agregó que todos los desafíos en la lista requieren una respuesta que vaya más allá de los ministerios de salud, ya que son amenazas compartidas y todos los países tienen la responsabilidad de actuar.


Con la fecha límite para los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 acercándose rápidamente, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha subrayado que los próximos 10 años deben ser una década dedicada a la acción.


“Esto significa abogar por fondos nacionales para abordar las brechas en los sistemas y la infraestructura de salud, así como brindar apoyo a los países más vulnerables. Invertir ahora salvará vidas, y dinero, más adelante. El costo de no hacer nada es uno que no podemos pagar. Los Gobiernos, las comunidades y las agencias internacionales deben trabajar juntos para lograr estos objetivos críticos. No hay atajos para un mundo más saludable”.


1. Poner la salud en medio del debate climático

Noticias ONU/Daniel Dickinson -
Emisiones de una fábrica en Manhattan, Nueva York.
La crisis climática es una crisis de salud. La contaminación del aire mata a aproximadamente 7 millones de personas cada año, mientras que el cambio climático provoca desastres naturales más extremos, exacerba la desnutrición y alimenta la propagación de enfermedades infecciosas como la malaria.

Las mismas emisiones que causan el calentamiento global son responsables de más de una cuarta parte de las muertes por ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y enfermedades respiratorias crónicas. Los líderes de los sectores público y privado deben trabajar juntos para limpiar nuestro aire y mitigar los impactos del cambio climático en la salud.


En 2019, más de 80 ciudades en más de 50 países se comprometieron con las pautas de calidad del aire de la OMS y acordaron alinear sus políticas climáticas y de contaminación. Este año, la Organización trabajará para desarrollar un conjunto de opciones de políticas para que los Gobiernos eviten o reduzcan los riesgos para la salud de polución.


2. Que la salud alcance lugares en conflictos y crisis

UNICEF -
Un hospital materno-infantil en Idlib, Siria,
gravemente dañado por los ataques aéreos que
se produjeron en las primeras horas de la mañana.
En 2019, la mayoría de los brotes de enfermedades que requieren el nivel más alto de respuesta se produjeron en países con conflictos prolongados.

Además, los trabajadores de la salud y las instalaciones continúan siendo a menudo el objetivo de ataques: el año pasado, la Organización Mundial de la Salud registró 978 atentados contra infraestructura y operaciones de salud en 11 países, que resultaron en 193 muertes.

El conflicto también está obligando a un número récord de personas a abandonar sus hogares, dejando a decenas de millones de hombres, mujeres y niños con poco acceso a la atención médica, a veces durante años.

En 2019, la Organización respondió a 58 emergencias en 50 países: se implementaron equipos médicos móviles, se mejoraron los sistemas de detección y alerta de enfermedades, se realizaron campañas de vacunación, se distribuyeron medicamentos y se capacitó a los trabajadores de la salud.

Actualmente trabaja para salvar vidas y prevenir el sufrimiento directamente ayudando a fortalecer los sistemas de salud, mejorar la preparación del personal médico y ampliar la disponibilidad de financiamiento de contingencia a largo plazo para emergencias complejas.

Pero la salud es solo una parte de la ecuación, se necesitan soluciones políticas para resolver conflictos prolongados, dejar de descuidar los sistemas de salud más débiles y proteger a los trabajadores e instalaciones de atención médica de los ataques.


3. Hacer que la atención médica sea más justa.


© UNICEF -
En Ambon, Indonesia, una mujer embarazada
recibe servicios médicos

Las brechas socioeconómicas persistentes y crecientes resultan en grandes discrepancias en la calidad de la salud de las personas.

No solo hay una diferencia de 18 años en la esperanza de vida entre los países ricos y pobres, sino también una marcada brecha dentro de los países e incluso dentro de las ciudades.


Mientras tanto, el aumento global de las enfermedades no transmisibles, como el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes tienen una carga desproporcionadamente grande en los países de bajos y medianos ingresos y puede agotar rápidamente los recursos de los hogares más pobres.

La OMS trabaja para mejorar la atención infantil y materna, la nutrición, la igualdad de género, la salud mental y el acceso a agua y saneamiento adecuados. Este año, la Organización proporcionará orientación sobre cómo los países pueden reducir mejor la desigualdad en la atención de la salud, mejorando la gobernanza y la gestión de los servicios de salud públicos y privados.

Una de las mejores maneras de reducir las desigualdades es a través de la atención primaria de salud, que aborda la mayoría de las necesidades de una persona. Todos los países deberían asignar un 1% más de su Producto Interno Bruto a este tipo de atención, para que más personas tengan acceso a los servicios esenciales de calidad que necesitan, cerca de sus hogares.


4. Ampliar el acceso a los medicamentos

UNICEF/Shehzad Noorani -
Dos portadoras del VIH en Uganda reciben
medicamentos antirretrovirales.
Foto: UNICEF/Shehzad Noorani
Alrededor de un tercio de las personas del mundo carecen de acceso a medicamentos, vacunas, herramientas de diagnóstico y otros productos de salud esenciales. El bajo acceso a productos de salud puede poner en peligro a los pacientes y aumentar la resistencia a los antibióticos.

Los medicamentos y otros productos de salud son el segundo gasto más grande para la mayoría de los sistemas de salud (después del personal) y el componente más importante del gasto privado en salud en los países de ingresos bajos y medianos.

Este año, la OMS centrará su atención en las áreas prioritarias para el acceso mundial a estos vitales recursos, entre las que se incluyen la lucha contra productos médicos de calidad inferior y falsificados; mejorar la capacidad de los países de bajos ingresos para garantizar la calidad de los productos médicos en toda la cadena de suministro; y mejorar el acceso al diagnóstico y tratamiento de enfermedades no transmisibles, incluida la diabetes.


5. Detener las enfermedades infecciosas

World/Masaru Goto -
Una mujer que sufre de VIH/SIDA en Camboya utiliza
 un bastón para regresar a su cama en el hospital.
Las dolencias infecciosas como el VIH, la tuberculosis, la hepatitis viral, la malaria, las enfermedades tropicales desatendidas y las infecciones de transmisión sexual matarán a unos 4 millones de personas en 2020, en su mayoría pobres.

Al mismo tiempo, las enfermedades que pueden ser prevenidas mediante la vacunación continúan matando, como el sarampión, que costó 140.000 vidas en 2019, muchas de ellas niños. Aunque la polio se ha llevado al borde de la erradicación, hubo 156 casos el año pasado, la mayor cantidad desde 2014.

Las causas fundamentales de este flagelo son los niveles insuficientes de financiamiento y la debilidad de los sistemas de salud en los países endémicos, junto con la falta de compromiso de los países ricos.

Existe una necesidad urgente de una mayor voluntad política y financiación para los servicios esenciales de salud. También es necesario el fortalecimiento de los sistemas de vacunación, así como concentrar más esfuerzos para mitigar los efectos de la resistencia a los medicamentos. Es igualmente necesario invertir en investigación y desarrollo de nuevos diagnósticos, medicamentos y vacunas.


6. Una pandemia inevitable

Una trabajadora de salud en Indonesia
analiza muestras de sangre para detectar la gripe.
Cada año, el mundo gasta mucho más en responder a brotes de enfermedades, desastres naturales y otras emergencias de salud que en prepararse para afrontarlos y prevenirlos. Una pandemia de un nuevo virus altamente infeccioso en el aire, muy probablemente una cepa de gripe, a la que la mayoría de las personas carece de inmunidad, es inevitable.

No se trata de si otra pandemia atacará, sino cuándo y cuánto atacará, ya que se extenderá rápidamente y potencialmente amenazará a millones de vidas.

Las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria, el zika, el Chikunguña y la fiebre amarilla se están extendiendo a medida que las poblaciones de mosquitos se trasladan a nuevas áreas, avivadas por el cambio climático.

La OMS asesora a los países sobre inversiones basadas en datos para fortalecer los sistemas de salud y la infraestructura para mantener a las poblaciones seguras cuando se producen emergencias. El informe de la Junta de Monitoreo de la Preparación Global de 2019 identificó siete pasos concretos que los países y las instituciones multilaterales deberían adoptar, incluida una mayor cooperación internacional, un mayor enfoque interno en la preparación y una mayor financiación.


7. Asegurar alimentos y productos saludables para todos


Public Domain - Una hamburguesa con patatas.
La falta de alimentos, los alimentos inseguros y las dietas poco saludables son responsables de casi un tercio de la carga actual mundial de enfermedades.

El hambre y la inseguridad alimentaria siguen afectando a millones, y la escasez de alimentos se explota perniciosamente como arma de guerra.

Al mismo tiempo, a medida que las personas consumen alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar, grasas saturadas, grasas trans y sal, el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades relacionadas con la dieta están aumentando a nivel mundial.

El consumo de tabaco está disminuyendo en algunos lugares, pero está aumentando en la mayoría de los países, mientras se acumulan pruebas sobre los riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos.

La OMS trabaja con los países para desarrollar políticas públicas basadas en la ciencia, inversiones y reformas del sector privado para remodelar los sistemas alimentarios y proporcionar dietas saludables y sostenibles.

En 2019, la industria alimentaria se comprometió a eliminar las grasas trans para 2023, pero se necesita hacer más.


8. Invertir en las personas que defienden nuestra salud.

Las parteras profesionales pueden prestar hasta el 87%
de los servicios esenciales de salud sexual y reproductiva.
Foto: ONU/Eric Kanalstein
La subinversión crónica en la educación y el empleo de los trabajadores de la salud, junto con la falta de un salario digno, ha provocado la escasez de trabajadores de la salud en todo el mundo. Esto pone en peligro los servicios de salud y asistencia social y los sistemas de salud sostenibles. El mundo necesitará 18 millones de trabajadores de salud adicionales para 2030, principalmente en países de bajos y medianos ingresos, incluidos 9 millones de enfermeras y parteras.

Para impulsar la acción y alentar la inversión en educación, habilidades y empleos, la Asamblea Mundial de la Salud ha designado 2020 como el Año de la Enfermera y la Partera. La OMS emitirá un informe integral sobre el estado de la enfermería en el Día Mundial de la Salud en abril. Además, está trabajando con los países para estimular nuevas inversiones, capacitar a los trabajadores de la salud y pagarles salarios dignos.


9. Proteger a los adolescentes

UNICEF/Adriana Zehbrauskas - 
Un grupo de adolescentes participa en un taller
de salud sexual y reproductiva en una escuela
 de San Antonio Las Vegas, una comunidad vulnerable
ubicada a las afueras de la capital salvadoreña.
Más de un millón de adolescentes de entre 10 y 19 años mueren cada año. Las principales causas de muerte en este grupo de edad son las lesiones en la carretera, el VIH, el suicidio, las infecciones de las vías respiratorias inferiores y la violencia interpersonal. El uso nocivo del alcohol, el tabaco y las drogas, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección y la exposición previa al maltrato infantil aumentan el riesgo.

En 2020, la OMS emitirá una nueva guía para los encargados de formular políticas, profesionales de la salud y educadores, llamada Helping Adolescents Thrive. El objetivo es promover la salud mental de las adolescentes y prevenir el uso de drogas, alcohol, autolesiones y violencia interpersonal, así como proporcionar a los jóvenes información sobre la prevención del VIH y otras infecciones de transmisión sexual, anticoncepción y atención durante el embarazo y el parto.


10. Ganarse la confianza pública

Noticias ONU/Daniel Dickinson -
La organización Mundial de la salud está trabajando
con Facebook para combatir la desinformación
sobre las vacunas.
La confianza ayuda a determinar si es probable que los pacientes dependan de los servicios de salud y sigan los consejos de un trabajador sanitario en torno a las vacunas, tomar medicamentos o usar condones. La salud pública se ve comprometida por la difusión incontrolada de información errónea en las redes sociales, así como por la erosión de la confianza en las instituciones públicas. El movimiento contra la vacunación ha sido un factor importante en el aumento de muertes en enfermedades prevenibles.

La OMS está trabajando con los países para fortalecer la atención primaria de salud, para que las personas puedan acceder fácilmente a servicios efectivos y asequibles, de personas que conocen y en las que confían, en sus propias comunidades. La Organización también se ha aliado con Facebook, Pinterest y otras plataformas de redes sociales para garantizar que sus usuarios reciban información confiable sobre las vacunas y otros problemas de salud.

Para la OMS, construir una alfabetización científica y educación para la salud es vital. También hay una necesidad de autorreflexión: los científicos y la comunidad de salud pública deben hacer un mejor trabajo al escuchar a las comunidades a las que sirven.


11. Uso positivo de las nuevas tecnologías

World Bank/Chhor Sokunthea -
Equipo moderno en un hospital de Camboya
 está ayudando a salvar vidas
Las nuevas tecnologías están revolucionando nuestra capacidad para prevenir, diagnosticar y tratar muchas enfermedades. La edición del genoma, la biología sintética y las tecnologías de salud digital, como la inteligencia artificial, pueden resolver muchos problemas, pero también plantean nuevas preguntas y desafíos para el monitoreo y la regulación. Sin una comprensión más profunda de sus implicaciones éticas y sociales, estas nuevas tecnologías, que incluyen la capacidad de crear nuevos organismos, podrían dañar a las personas a las que deben ayudar.

En 2019, la OMS estableció nuevos comités asesores para la edición del genoma humano y la salud digital, reuniendo a los principales expertos mundiales para revisar la evidencia y brindar orientación. La OMS también está trabajando con los países para permitirles planificar, adoptar y beneficiarse de nuevas herramientas que brindan soluciones clínicas y de salud pública, al tiempo que respaldan una mejor regulación de su desarrollo y uso.


12. Proteger los medicamentos que nos protegen

UNICEF/UN0188875/Njiokiktjien -
  Kadia, de 4 días de edad, nació con una infección
que a menudo es mortal para los recién nacidos 
Sin los antibióticos administrados después del nacimiento,
 en el Centro de Salud de Referencia
de Bougouni, en Mali, podría haber muerto.
La resistencia antimicrobiana amenaza con enviar la medicina moderna a décadas anteriores a la era en la que no se habían descubierto antibióticos, cuando incluso las cirugías de rutina eran peligrosas.

El aumento de la resistencia se debe a una miríada de factores que se han unido para crear una infusión aterradora, incluida la prescripción y uso no regulado de antibióticos, la falta de acceso a medicamentos de calidad y asequibles, y la falta de agua limpia, saneamiento, higiene y prevención y control de infecciones.

La OMS colabora con las autoridades nacionales e internacionales en los sectores del medio ambiente, la agricultura y los animales para reducir la amenaza al abordar sus causas fundamentales, al tiempo que aboga por la investigación y el desarrollo de nuevos antibióticos.


13. Mantener la atención médica limpia


Una madre enseña a su hijo cómo lavarse
correctamente las manos en el marco de un programa
de prevención de enfermedades en Guinea Conakry.
 Foto: UNMEER/Martine Perret























































































Aproximadamente uno de cada cuatro establecimientos de salud en todo el mundo carece de servicios básicos de agua.

Los servicios de agua, saneamiento e higiene son críticos para un sistema de salud en funcionamiento. La falta de estos elementos básicos conduce a una atención de baja calidad y una mayor probabilidad de infección para pacientes y trabajadores de la salud. Todo esto sucede en un contexto de miles de millones de personas en todo el mundo que viven en comunidades sin agua potable o servicios de saneamiento adecuados, los cuales son los principales impulsores de las enfermedades.

La OMS coopera actualmente con 35 países de ingresos bajos y medios para mejorar las condiciones de agua, saneamiento e higiene en sus instalaciones de salud.

Los valores de la Carta de la ONU siguen vigentes y es responsabilidad de los Estados respetarlos

ONU/Amanda Voisard - Altos funcionarios de las Naciones Unidas con copias de la Carta de las ONU en la sede de la Organización en Nueva York.

 António Guterres intervino en un debate de alto nivel en el máximo órgano de seguridad, donde se debatió la importancia de la defensa de la Carta de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. El evento coincide con el próximo 75º aniversario de la ONU.
“Las tensiones geopolíticas [de inicios de año] alcanzaron niveles peligrosos recientemente en el Golfo, además de las habituales amenazas militares a la economía y al ciberespacio. Conflictos que nadie está ganando y que se repiten una y otra vez, desde Libia y Siria hasta Afganistán y el Sahel”, destacó.
Guterres indicó que este aumento de la inestabilidad mina la confianza dentro y entre las naciones, extendiéndose a la población “en las calles de todo el mundo, a medida que la gente desahoga sus frustraciones y expresa su sentimiento de que las instituciones políticas no están al tanto, son incapaces o no están dispuestas a cumplir”.
Esta perturbación llega incluso al Consejo de Seguridad donde sus Estados miembros tienen dificultades o no encuentran puntos en común, señaló, añadiendo a esta encrucijada la presencia de la actual crisis climática que se cierne sobre todos “con una furia creciente”.
Todo esto representa una grave prueba para el multilateralismo. Plantea un desafío para el Consejo de Seguridad que, en virtud de la Carta, tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales”.
Consideró que el actual escenario mundial evidencia, más que nunca la necesidad de defender la Carta de las Naciones Unidas.
“En estos momentos de divisiones y agitación mundiales, la Carta sigue siendo nuestro marco conjunto de cooperación internacional para el bien común.
En una era de propagación del odio y la impunidad, la Carta nos recuerda la primacía del estado de derecho y la dignidad humana”, enfatizó.
Pero no solo eso, Guterres indicó que los valores y objetivos de la Carta perduran, pese a encontrarnos en una época en la que predominan los cambios tecnológicos y las rápidas transformaciones.
“El arreglo pacífico de las controversias. La igualdad de derechos de hombres y mujeres. La no intervención, la libre determinación y la igualdad soberana de los Estados miembros”, enumeró entre esos valores.
ONU/Mark GartenEl Consejo de Seguridad debate
sobre la Defensa de la Carta de la ONU.

La Carta sigue vigente, pero necesita adaptarse

Pese a la vigencia de la Carta, el Secretario General reconoció que sus objetivos y principios necesitan adaptarse a nuevas realidades y pugnó por apegarse a a ella “con mayor determinación y creatividad”.
“Una de las maneras más eficaces de demostrar nuestra repercusión es invertir en la prevención [de conflictos]. Invertimos mucho más tiempo y recursos en la gestión y la respuesta a las crisis que en su prevención. Es necesario reequilibrar nuestro enfoque”, recalcó.
En este apartado, Guterres se remontó a los fundadores de la ONU cuando, en su redacción de la Carta, dedicaron un capítulo entero al “arreglo pacífico de controversias”, con herramientas como la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje y el arreglo judicial, todas ellas incluidas en el Capítulo VII.  
Añadió que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU también han de incluirse como instrumento de prevención.
Aparte de la prevención, resaltó la capacidad “visionaria” de la Carta, ya que visualiza un mundo en el que la ONU traba “de forma dinámica con las organizaciones regionales para mantener la paz y la seguridad internacionales”.

Una libertad tecnológicamente guiada

Alfredo Moreno - Análisis
 La sociedad actual está caracterizada, entre otros aspectos, por la aparición de las nuevas tecnologías de la información, las comunicaciones y el conocimiento (las TIC), accesibles por medio de smartphones, tablets, computadoras y todo dispositivo que se conecte a internet. En este contexto, asistimos a una serie de relevantes transformaciones en el ámbito psicosocial, afectando a todos los colectivos sociales en medio de un ambiente de euforia electrónica, cuando no en un modo de "murmullo" o "parloteo" i
Como señala Huici, la primer gran expansión de Facebook coincidió con la primera crisis económica del año 2007, que potenció el desarrollo digital de servicios de plataformas digitales orientados a la individualización, orientación u guía de cada navegante de la red de redes. En el 2015 Facebook tenía 1.350 millones de usuarios, miembros (registrados), que se comunicaban en 70 idiomas y utilizaban 50.000 servidores (computadoras de alta capacidades de procesamiento y almacenamiento). Facebook se ha constituido así en uno de los “dueños de Internet” controlando Instagram desde el 2012 y Whatsapp desde el 2014; un enorme negocio que representa más de 25.000 millones de dólares anuales y un volumen de datos muchísimo mayores a los millones de dólares estimados. 
El valor político del flujo de datos permanente de esta plataforma digital, fue visible en el 2013 cuando la Agencia de Seguridad Nacional de USA reconoció la utilización de Facebook para el seguimiento de ciudadanos que aportaban sus datos “inocentemente”, información que durante años había sido un objetivo de los trabajos de inteligencia. Algo similar sucede con los buscadores del tipo Google que llevan invisibles cookies (pequeños softwares) que permite identificar al usuario y trazar un mapa de su navegación por las webs y profundidad de penetración en cada una, estos datos configuran nuevos productos del negocio digital. 
Comprender los alcances de los algoritmos y sus contextos de aplicación, nos ayudará a comprender cómo la digitalización de la vida cotidiana y nuestra relación con las plataformas y servicios digitales está orientada por una infraestructura de cómputos que conforman el proceso de los algoritmos. Por ello, se hace necesario comprender, discutir y criticar la manera como los algoritmos, que no conocemos, marcan nuestros días. 
El famoso cantautor Peter Gabriel, anticipa: “Parece inevitable que el decreciente costo del escaneo de la mente, junto al creciente poder de la computación, nos lleve pronto al punto en que nuestro propio pensamiento será visible, descargable y abierto al mundo en nuevos modos. Los pasados años hemos presenciado robots que construyen puentes y casas, directamente de impresoras 3D. Pero pronto seremos capaces de conectarnos con el pensamiento del arquitecto e imprimirlo y ensamblarlo en un edificio inmediatamente. Lo mismo ocurrirá con el cine, la música y todo proceso creativo”. 
Se define algoritmo como "un conjunto ordenado y finito de operaciones que permite hallar la solución de un problema. Basta pensar en una receta de cocina o como enseñamos a nuestros pequeños a dar sus primeros pasos y caminar. Estas acciones operan sobre datos para obtener conclusiones y conocimientos. En la sociedad contemporánea, los algoritmos han adquirido un rol cada vez más central, haciendo que algunos los definan como una suerte de mano invisible que toma decisiones por nosotros. 
La expansión de los métodos de cálculos expresados como algoritmos, algunos disponibles desde 1950, se debe en gran parte al encuentro de estas herramientas y la informática, particularmente con al binomio software (aplicaciones APP) y las capacidades crecientes de velocidades en los procesadores de las computadoras, que posibilita procesamiento a gran escala hoy determinados por el Big Data. 
Los cálculos penetran tan íntimamente nuestra vida, que no logramos percibir con claridad cómo se conducen nuestros datos a infraestructuras estadísticas ubicadas en lejanos servidores ii. Así, un número creciente de dominios de conocimientos como la cultura, el conocer y la información, pero también la salud, la ciudad, el trasporte, el trabajo, las finanzas e incluso el amor y el sexo son modelados y mediados por algoritmos. 
Dos dinámicas avanzan para hacernos entrar en una “sociedad del algoritmo”. La primera es la digitalización de la sociedad; la segunda el desarrollo de los procesos. Estos últimos entregan a las computadoras las instrucciones matemáticas para clasificar, ordenar, agrupar, predecir, tratar agregar y representar la información. Por medio de datos cada vez más desapercibidos (desplazamientos de personas, tickets de compras, clics en Internet, consumo online, tiempo de lectura de un libro digital, tiempo de escucha de música y permanencia en video por demanda), los algoritmos cifran el mundo, lo clasifican y predicen nuestro consumo presente y futuro. Pueden medir cada una de las acciones que realizamos en la red internet. 
Omnipresentes en nuestras vidas, los algoritmos son presentados como misteriosos a nuestros conocimientos por no saber de su existencia y funcionalidad. Una nueva religión con nuevos actos de fe. Raramente nos cuestionamos cómo estos procesos de lógica y cálculo se producen y la visión de mundo que conllevan. Por ejemplo, que los algoritmos usados por los gigantes tecnológicos, conocidos como GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft), no sean siempre justos en las decisiones que toman. Los algoritmos operan dentro de lo que se conoce como "cajas negras", lo que significa que no sabemos cómo están tomando esas decisiones. Es decir, no conocemos sus funcionalidades. Los errores en los sistemas de reconocimiento facial son una muestra. 
 La dependencia en aprendizaje automático, un conjunto de técnicas de aplicación computacional para entrenar algoritmos con datos, ha hecho que el problema de los sesgos sea cada vez más importante para la comunidad vinculada a iniciativas de Inteligencia Artificial. Parte del problema es que las bases de datos empleadas para entrenar a los algoritmos no siempre es lo suficientemente diversa en el criterio de selección en la representación social de los datos. 
Esos sesgos también pueden afectar a decisiones como el seguro médico u obra social o prepaga, la escolaridad o el registro criminal, la aceptación a una candidatura laboral. 
En el sector público a medida que las decisiones gubernamentales se vuelven más automatizadas estos riegos son ciertos. Por lo tanto, el sector público y de gobierno no debería utilizar algoritmos de caja negra. La Estadística Estatal debe ser publicada y conocida por los ciudadanos. Además, es necesario políticas públicas que regulen al sector privado. Los ciudadanos deben conocer las implicancias funcionalidades de los algoritmos que son utilizados en Internet, es una responsabilidad de cada estado. Una radiografía crítica de los algoritmos es una necesidad democrática tan esencial como desapercibida. 
El contexto cultural definido por “los dueños de internet”iii y los líderes de la digitalización del mundo (las GAFAM) y el valor que mueve el cálculo algorítmico no es otro que el de la personalización, el del individualismo. Poder medir cada acción personal en los recorridos de la red internet, sus gustos y consumos. Este sesgo en la confección del software que implementa el algoritmo (programación del algoritmo) responde a modelos políticos y culturales de relaciones sociales y distribución del conocimiento y la riqueza. 
En el caso de la web su valor es el de la “popularidad”. Su forma de medición es similar a aquella de las audiencias offline. Primero indexaron los contenidos de las webs y nos entregaron el buscador Google. Ahora el valor de la medición (Google Analytics) dispone de la infraestructura de contenidos globales que permite medir los recorridos y consumos de los datos en las webs. 
La caja de herramienta para medición Google Analytics construye el principio rector de sus herramientas: la autoridad. 
Explicitada en su forma de medición la del ranking. Para ello, se capacitan ejércitos de analistas de Marketing y estrategas de modelos de consumo. Google analiza los datos del tráfico en Internet que generan las propias marcas. La reputación de estas mediciones dar el valor de credibilidad que permite que el resultado del análisis de los datos sea un producto de mejor venta, las instituciones más confiables y los servicios de mejor garantía. Así Google Analytics se ha convertido en el “regulador” del “estado internet”. 

 Los métodos de predicción completan este tablero Estadístico, estos resultados orientan la conducta sobre el consumo de los navegantes que surfean las webs. ¡De la Estadística cuantitativa a la cualitativa logran predecir las emociones! 
En este sentido, el Big Data se centra más en la ciencia de datos y los modelos de análisis que en la acumulación de datos. Las medidas se han vuelto más fácilmente calculables; las categorías persiguen singularizar a las personas y las correlaciones estadísticas no van de la causa hacia las consecuencias, sino de las consecuencias hacia un número probable de causas. 
Las políticas neoliberales de los años 1980, indica Dominique Cardon, hicieron perder autoridad a las categorías tradicionales (profesión / clase social) y les han entregado un nuevo uso a los instrumentos estadísticos. Estos sirven menos para representar lo real que para actuar sobre ello. De este modo, una medida particular se ha convertido en la realidad misma que se pretende medir; los buenos resultados de un colegio en una prueba estandarizada es manifestación de la calidad de ese colegio; los científicos más citados se han convertido en los mejores científicos, los músicos más producidos y escuchados son los que hacen mejor música. Es el mundo el que se vuelve directamente medible y calculable. 
Otra transformación importante del cálculo algorítmico es el desbordamiento de las categorías. Allí donde la existencia de la sociedad era supuesta, hoy es puesta en suspenso para purificar relaciones entre variables. Ya no es relevante saber por qué la gente hace lo que hace, lo importante es que lo hace y ahora es posible regístralo como nunca antes. 
Los datos permiten cuantificar cosas que antes resultaban desconocidas.
 Si nuestro mundo es imperfecto señala Dominique Cardon, era porque faltaban datos para corregirlo. Si la investigación científica quiere ser parte de las gigantescas infraestructuras de cálculos, ella debe tomar distancia de ciertas mitologías que encubren al Big Data. Se debe tener presente que toda cuantificación es una construcción que implica un dispositivo de medida y registro la cual establece convenciones para interpretarlos. 
Los datos no hablan más que en función de los cuestionamientos e intereses de quienes los interrogan. 
Nos inducen a pensar que las máquinas/computadoras como inteligentes y poseedoras de un espíritu. En la actualidad, los realizadores de computadoras han abandonado esta pretensión y han optado por hacer a las máquinas estadísticas en vez de inteligentes. Si las máquinas se vuelven estadísticas, los individuos se volverían lo que Gilles Deleuze denominó un “dividuo” en la sociedad de control. Un ciudadano fragmentado en un capitalismo de producto. De ciudadano a consumidor, de masa a mercado. 
En una época de cultura neoliberal, donde las personas por medio de sus representaciones, ambiciones y proyectos, se piensan como sujetos autónomos, por fuera de modelos políticos incluyentes o excluyentes. Los cálculos algorítmicos atrapan sus deseos a la regularidad de sus prácticas personales. El rol de las políticas públicas es transferido a las políticas del mercado donde la concentración tecno científica en las GAFAM define el nuevo estado. 
Otras políticas públicas son necesarias para la sociedad de los algoritmos. Los procesos y sesgos deben estar explicitada para los ciudadanos, como alertas en el mundo de internet y en la Estadística Estatal. 
Es necesario conocer la visión política y cultural que se implementa en los procesos algorítmicos y el sesgo de los datos que arrojan resultados como verdades. Hay que instalar una mirada crítica al funcionamiento de los cálculos. Es necesario saber ¿Qué sentido y objetivo implementan los algoritmos? Estos sentidos configuran un posible mundo donde el reconocimiento de los méritos no encuentra trabas; donde la autoridad se obtiene únicamente en torno a la calidad. 
Las mediciones de autoridad (ranking) a las primeras posiciones aumentarían las desigualdades. La ley de Pareto de reparto de desigualdades -que señala que el 20% de la población obtiene el 80% de los bienes a distribuir- se incrementa en la web, donde menos del 1% de los actores se llevan el 90% de la visibilidad. 
Los algoritmos hacen soñar a las personas entregando herramientas para que éstas reconozcan sus afinidades y se autoorganicen. Las posibilidades de aplicaciones/herramientas que entrega las redes sociales para que los individuos se relacionen y organicen de acuerdo a sus gustos, intereses, valores e ideas compartidas, es un vector de socialización que rompe con la crisis de confianza imperante. 
La recomposición de la sociedad a partir del involucramiento expresivo de los individuos, es sin duda la parte más positiva de las nuevas formas de vida digital. Las políticas públicas que logren canalizar estas representaciones permitirán contener y construir una democracia más representativa basada en la economía solidaria. 
Las GAFAM persiguen instalar un ambiente tecnológico invisible que permita a las personas orientarse, sin contrariarlos. Gran parte de nuestras elecciones diarias, son efectuadas por una infraestructura socio-técnica; comprar un billete de avión, traducir automática de lenguajes, encontrar el mejor restaurante, conseguir una cita personal, llenar la heladera o cargar la SUBE (tarjeta digital para utilizar transporte público en Argentina). De este modo, la sensación de elegir se encuentra socialmente distribuida. 
Uno de los riesgos del ceder las elecciones cotidianas a infraestructuras tecnológicas, son los procesos digitales irreversibles. Otro riesgo que comportan estos nuevos procesos socio-técnicos sería el traspaso de habilidades complejas (manejar un avión, realizar diseños, leer una radiografía digital), desde los humanos hacia los instrumentos o dispositivos. De esta manera, es más necesario que nunca aprender a no desaprender. 
Sin embargo, no hay que olvidar, señala Dominique Cardon, que los sueños no son más que sueños y que el uso que hacen los utilizadores son siempre más fluidos, vagabundos y complejos de lo que los realizadores de estos cálculos imaginaron. Así, más que dramatizar el conflicto entre los humanos y las máquinas, sería juicioso considerarlos como una pareja que no deja de retroalimentarse e influenciarse mutuamente. 
En la breve conclusión de su texto: “La ruta y el paisaje”, Cardon señala que, como el GPS, los algoritmos no nos dicen dónde ir (no definen nuestros objetivos), sólo nos muestran la ruta (su ruta) más conveniente a nuestros intereses. Estos serían el producto del deseo de libertad y de autonomía del individuo. 
A pesar de ello, los algoritmos obligan al internauta, como al conductor, a una ruta calculada, eficaz y automática que se adapta a nuestros deseos y se rige en función del tráfico de otros. Así, es difícil reconocer que implica nuestro trayecto en relación a otros posibles (rutas alternativas, periféricas), o como éstas representan un conjunto más amplio. Con el mapa hemos perdido el paisaje, afirma el autor. Es por ello que se hace más necesario que nunca ser vigilantes y pedirles a los algoritmos que nos muestren tanto la ruta como el paisaje. 
Los algoritmos guían nuestras preferencias y atan nuestras elecciones a nuestras conductas pasadas. Vuelven realidad el sueño liberal de la elección sin ataduras, pero este sueño esconde también su contracara. Una libertad tecnológicamente pautada y guiada. 
Alfredo Moreno
Profesor TIC en Universidad Nacional de Moreno
Ingeniero TIC en ARSAT
  
i Vicente Huici (2017) Crisis y zoom elektronikón.
ii Cardon Dominique “Con que sueñan los algoritmos”
iii Natalia Zuazo “Los dueños de Internet”

Agencia Digital...

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Nueva doctrina nuclear rusa es un “aviso”, dice el Kremlin

  El Kremlin aseguró este jueves (26.09.2024) que la nueva doctrina nuclear rusa propuesta la víspera por el dirigente Vladimir Putin es u...