En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos
multimedia de RT, Reuters, RIA Novosti, freepik.com.
Redactado por María Lekant
Diseño de Iván Sérbinov
actualidad.rt - 88 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en Colombia; 83 en Perú, 71 en República Dominicana, 46 en El Salvador, 25 en Uruguay, 20 en Paraguay y 17 en Guatemala.
Estas son solo algunas de las espeluznantes cifras presentadas en un informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) sobre el feminicidio en 2014 que demuestran lo lejos que está de resolverse el problema de la violencia de género en América Latina.
Este miércoles, miles de ciudadanos de varias ciudades de la región salieron a las calles para exigir el fin de la violencia contra las mujeres.
Sin embargo, a pesar de las medidas que toman los Gobiernos, a pesar de los esfuerzos de los defensores de los derechos humanos, a pesar de la creciente condena de la sociedad, parece que la batalla contra este flagelo social aún está lejos de terminar.
Argentina se indigna ante la violencia machista: "Ni una menos"
La marcha principal y la más multitudinaria se
celebró enArgentina, país donde, según las organizaciones de derechos humanos,
una mujer
muere cada 30 horas por violencia machista.
Frente a las puertas del Congreso, en la capital, se han congregado decenas de miles de personas de todas las edades, mujeres y hombres, representantes del oficialismo y de la oposición. La protesta se celebró también en otras ochenta ciudades de Argentina.
Con lágrimas de sangre pintadas en los rostros, carteles, pancartas y camisetas con la leyenda "Basta de feminicidios" y "Ni una menos", miles de ciudadanos del país latinoamericano exigieron acabar con la violencia de género.
"No queremos más mujeres muertas por feminicidio. Las queremos vivas. A todas. Ni una menos", concluyó el actor Juan Minujín al leer el manifiesto de la movilización frente al Parlamento argentino.
Entre las principales demandas de los manifestantes está la aplicación efectiva de la Ley de Protección Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, sancionada hace más de cinco años, generación de estadísticas oficiales sobre violencia machista, creación de centros de refugio para las víctimas y el seguimiento de los agresores para que no violen las restricciones de acercamiento, así como la inclusión de la temática de violencia machista en los contenidos educativos de todos los niveles y la prevención de noviazgos violentos.