Boluarte despliega más de 10.000 policías para "controlar" la multitudinaria 'Toma de Lima'

La Policía peruana informó que los uniformados prestarán "toda la seguridad en la marcha para mantener el orden interno y público del país".
Policías antidisturbios de Perú custodian Lima a la espera de miles de manifestantes que piden la renuncia de Dina Boluarte Fotoholica Press Agency / Legion-Media

El Gobierno de Dina Boluarte en Perú ordenó desplegar este jueves más de 10.000 efectivos policiales para "resguardar" y "controlar" la llamada 'Toma de Lima', una marcha multitudinaria convocada por la ciudadanía y organizaciones sociales para exigir la renuncia de la mandataria y la convocatoria inmediata a elecciones generales.

El descontento generalizado contra el régimen de Boluarte, que mantiene al país en vilo y bajo una ola de protestas desde el pasado 7 de diciembre, cuando fue destituido y encarcelado el expresidente Pedro Castillo, ha radicalizado la crisis política e institucional en Perú, que tras más de un mes de manifestaciones contabiliza medio centenar de fallecidos por la fuerte represión de la fuerza pública.

La Policía Nacional de Perú detalló que los más de 10.000 uniformados prestarán "toda la seguridad en la marcha para mantener el orden interno y público del país". Además, informó que autoridades de la Fiscalía peruana han verificado "los implementos y el despliegue de los efectivos policiales" para la jornada.

La movilización multitudinaria que convocó a miles de manifestantes de los cuatro puntos cardinales del país, sobre todo del llamado "Perú profundo", ya empezó a movilizarse en la capital peruana. Personas de las provincias más lejanas a Lima y donde se han registrado los hechos represivos más brutales contra las protestas, hacen presencia desde principios de esta semana.
Por su parte, el Ministerio Público informó que "realizará acciones en distintos puntos de la capital, para prevenir la comisión de eventuales delitos y garantizar los derechos de los ciudadanos que participarán en movilizaciones".

Para ello, activaron 50 fiscales "en zonas estratégicas de Lima Metropolitana, para exhortar a los efectivos policiales a hacer uso proporcional de la fuerza durante las manifestaciones, e invocar a la ciudadanía a movilizarse de forma pacífica".
La movilización convocada para este jueves, que incorpora también un llamado a paro nacional, busca emular la mítica 'Marcha de los cuatro suyos', en referencia a la protesta que se alzó contra el entonces mandatario Alberto Fujimori en 2000.

Manifestantes de Cusco, Cajamarca, La Libertad, Amazonas, Arequipa, Moquegua, Puno e Ica son los que han promovido la marcha multitudinaria, en la que buscan alzar su voz por la reforma plena del Estado peruano, que lograrían a través de una Asamblea Constituyente y que consideran fundamental para vivir en "una democracia verdadera", que acabe contra lo que califican como la "dictadura del Congreso" en el país.

Desde inicios de semana, las movilizaciones desde las distintas provincias peruanas con destino a Lima se han viralizado en redes sociales, donde se observan a miles de ciudadanos despidiendo y alentando a sus compañeros de lucha que se dirigen hacia la capital.

Por su parte, la presidenta Boluarte ha dicho que ella no va a renunciar y que no puede cumplir con todas las demandas de los manifestantes. Además, asegura que su gobierno es de transición y que las protestas serían promovidas por sectores violentos y bajo "coacción".

"Vendieron la gran mentira"


El secretario general de la ONU, António Guterres, 
condenó este miércoles durante su intervención en el Foro las actividades de los gigantes energéticos y acusó a la industria de combustibles fósiles de querer expandir su producción, pese a que saben "perfectamente" que su modelo empresarial es incompatible con la sobrevivencia de la humanidad.

"Algunos en las grandes petroleras vendieron la gran mentira", señaló Guterres. Sus comentarios llegaron tras publicarse una investigación en la revista Science que indica que la compañía ExxonMobil, una de las petroleras más grandes del mundo, predijo con precisión ya en los años 70 el calentamiento global. Mientras, la firma trataba de convencer al público durante años que no se puede establecer una correlación entre la quema de combustibles y el cambio climático, porque los modelos de pronóstico eran "inciertos".

Los combustibles fósiles, que todavía mueven la economía mundial, como el carbón, el petróleo y el gas, son los principales responsables de la emergencia climática. Al quemarse para generar energía emiten gases de efecto invernadero que están sobrecalentando el planeta.

Además, denunció que "actualmente, los productores de combustibles fósiles y sus facilitadores siguen compitiendo para aumentar la producción, a sabiendas de que su modelo de negocios es incompatible con la supervivencia de la humanidad".

"Cada semana trae una nueva historia de terror climático", dijo el secretario general del organismo, advirtiendo que el compromiso por alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados, se está "esfumando".

"Las consecuencias serán devastadoras. Varias partes de nuestro planeta serán inhabitables. Y para muchos, esto es una sentencia de muerte", insistió.

Greta Thunberg arremete contra las élites en Davos: Priorizan el egoísmo y la codicia corporativa
Por otra parte, la activista medioambiental sueca Greta Thunberg arremetió este jueves contra los representantes de las élites políticas y empresariales reunidas en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza) por dar prioridad a sus propios intereses frente a los de la humanidad y el planeta.

"Ahora estamos en Davos, donde básicamente la gente que más está alimentando la destrucción del planeta, la gente que está en el centro de la crisis climática, la gente que está invirtiendo en los combustibles fósiles, etcétera, etcétera, y a la vez, de alguna manera, estas son las personas en las que parece que confiamos para solucionar nuestros problemas", declaró Thunberg en un evento organizado por el canal CNBC junto con otras activistas.

Además, la joven, que fue detenida brevemente este martes en Alemania tras participar en una protesta contra la extracción de carbón, recalcó que estas élites demostraron "una y otra vez" que priorizan "el egoísmo, la codicia corporativa y los beneficios económicos a corto plazo sobre la gente y el planeta".

Para la activista, es "absurdo" que el mundo parece hacer caso de las declaraciones de los participantes del Foro en vez de escuchar las ideas propagadas por personas como ella.

Poner fin a los combustibles fósiles

Entre las activistas que llegaron a Davos junto con Thunberg figuran Vanessa Nakate (Uganda), Helena Gualinga (Ecuador) y Luisa Neubauer (Alemania). Las cuatro lanzaron una iniciativa a través del sitio web Avaaz para instar a la población mundial a unirse al llamado a los directores ejecutivos de las empresas de combustibles fósiles para "parar inmediatamente la apertura de nuevos yacimientos de extracción de crudo, gas o carbón". En su convocatoria advierten que seguirán protestando en las calles "en grandes cantidades".

"Sabemos que las grandes petroleras sabían durante décadas que los combustibles fósiles causan el catastrófico cambio climático, engañaron al público sobre la ciencia climática y los riesgos y mintieron a los políticos con desinformación, sembrando dudas y causando retrasos", reza el mensaje que ha recolectado casi 900.000 firmas a favor en el momento de la redacción de esta nota.

Así, aseveraron que si los jefes de las empresas en cuestión no atienden a sus exigencias, las personas "en todo el mundo considerarán tomar cualquier acción legal para responsabilizarles".

¡Alerta! El desierto de Atacama, cada vez más cubierto de basura

greenpeace.org.- Hace un tiempo te mostramos el basural de ropa que hay en medio del desierto de Atacama. Ahora tenemos que actualizar esta triste noticia y decir que se suman a este panorama montañas de neumáticos y autos descartados que se apilan en el horizonte de este ecosistema único y frágil.

©Martín Bernetti para AFP
Gran parte de los vehículos llegan a Chile por la Zona Franca de Iquique (Zofri), uno de los centros de comercio libre de impuestos más importantes de Sudamérica. Son unidades usadas, muchas de ellas con el volante del lado izquierdo. Aquí se adaptan y revenden a Perú, Bolivia y Paraguay, Por supuesto, todas los que no corren esa suerte terminan en las calles y los cerros de Atacama.

©Martín Bernetti para AFP
A su vez, la industria minera hace su aporte en la contaminación del desierto dejando sus vehículos y neumáticos. Y, por si fuera poco, también se dejan los coches que fueron retirados de las calles. Por ejemplo, en el depósito municipal del sector de Los Verdes, en el norte de Iquique, se acumula un total de 8.400.

Así, Alto Hospicio, Antofagasta e Iquique son los nombres propios de los lugares que se convierten en el patio trasero del mundo, adonde va a parar todo lo que nadie más quiere recibir.

Cuando tirar ropa es parte de la moda

©Martín Bernetti para AFP
El costo de la moda barata que viste al mundo es altísimo. El ritmo de recambio de una temporada a otra exige desechar inmensas cantidades de prendas nuevas o con apenas unos pocos usos.

¿El resultado?
El fast fashion derivó a Chile solo en 2021, 46.287 toneladas de ropa usada, según el Servicio Nacional de Aduanas. El ingreso creció más de 50% desde 2018.

El destino final de esta “basura”: el desierto de Atacama. En Alto Hospicio, a unos 1.800 km al norte de Santiago, toneladas de ropa usada se convierten en parte del paisaje de la contaminación.

©Martín Bernetti para AFP
No hay que olvidar que para “disimular” este accionar se suele quemar y enterrar la ropa descartada, generando un problema ambiental adicional por las emanaciones tóxicas.

Las imágenes de estos basurales en medio del desierto más árido del mundo parecen escenas de un mundo postapocalíptico pero son tan actuales que duelen.
Hagamos circular esta noticia para defender a este ambiente delicado y singular que desde hace al menos ocho millones de años atesora formas de vida que no se repiten en ninguna otra parte del planeta.

Muerte, violación y represión, historia aborigen.

Con la mentalidad "civilizadora" culturas ajenas a esta parte del mundo llegaron, invadieron, dominaron, masacraron y lograron reproducir la concepción aquella de que al "indígena" se le debía transformar, "civilizar".


En lo social, lo cultural, lo económico, la mayoría de las personas que habitan el continente que está conectado de polo a polo, luchan para identificar su propia ruta.

Los saberes ancestrales están enredados y mezclados con los conocimientos invasores. Igual Se mantiene la confusión y la permanente búsqueda de quienes sin negar la existencia de los "otros" desean avanzar en el redescubrimiento de su propio "yo".

En el norte como en el sur, se hacen visibles las historias de horror y sometimiento.

Mientras en Canadá se encuentran evidencias del proceso de exterminio y conversión, en Colombia se denuncia el abuso sexual al que son sometidas comunidades aborígenes. También en el sur, las comunidades luchan por su existencia.

La historia oscura de los internados indígenas en Canadá donde abusaron de miles de niños.

En total, unos 150.000 menores pasaron por 'escuelas' donde les forzaban a olvidar sus lenguas, culturas e incluso familias.

Una red de internados plagados de violencia

El internado indígena de Kamloops, Columbia
Británica, Canadá, cerca de 1930.
Wikimedia Commons
El internado indígena de Kamloops no fue el único, pero sí la mayor de las 'escuelas' de ese tipo establecidas en el país a finales del siglo XIX.

El sistema tenía como objetivo asimilar a los indígenas y hacer que perdieran su cultura nativa. Según el historiador canadiense John S. Milloy, los fines del programa eran similares a las del estadounidense Richard Henry Platt, organizador de la escuela Carlisle Indian Industrial School en Pensilvania: "Matar al indio para salvar al hombre". Como resultado, los funcionarios de las 'escuelas' forzaban a los discípulos a olvidar su cultura, lengua e incluso familia, recoge el informe final de la Comisión de Verdad y Reconciliación canadiense.

Una vez en las escuelas, los hermanos y hermanas se mantuvieron separados, y el Gobierno y las iglesias incluso concertaron matrimonios para los estudiantes después de que terminaron su educación. […] Los funcionarios gubernamentales también insistieron en que se desanimara, y a menudo se prohibiera, a los niños hablar sus propios idiomas.

El programa fue apoyado por varias congregaciones cristianas, entre ellas la Iglesia católica, la anglicana, la unida de Canadá, y la presbiteriana, que en 1930-1931 manejaban 44, 21, 13 y 2 internados, respectivamente. "El acuerdo de las iglesias dio un fuerte respaldo moral a esta postura decidida", indica Milloy.

Hallan 171 posibles tumbas de niños en una escuela de asimilación forzada para indígenas en Canadá

Entre 1897 y 1972, fueron internados en ese centro más de 6.100 menores de comunidades aborígenes.

La antigua Escuela Residencial Indígena
St. Mary en Kenora, Canadá.
Shingwauk Residential Schools
 Centre Algoma Unversity
Un grupo indígena de Canadá ha encontrado más de 170 posibles tumbas sin identificar en el territorio de una antigua escuela residencial donde fueron internados miles de niños aborígenes, informa la prensa local.

La Nación Wauzhushk Onigum comunicó este martes que con la ayuda de un radar de penetración en el suelo localizaron 171 "anomalías" en los terrenos del cementerio propiedad de la Escuela Residencial Indígena St. Mary, en la localidad de Kenora, provincia de Ontario.

Esas "anomalías" se corresponderían con entierros no documentados de niños aborígenes. "Con la excepción de cinco lápidas, el resto no está marcado por ninguna lápida", señaló el grupo indígena.

Política gubernamental de asimilación forzada

En la Escuela Residencial Indígena St. Mary, que funcionó entre 1897 y 1972, fueron internados un total de 6.114 menores indígenas. Según registros de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación canadiense, al menos 36 niños murieron en esa institución, si bien la cifra real podría ser mayor.

El ministro de Desarrollo del Norte y Asuntos Indígenas de Ontario, Greg Rickford, ofreció sus condolencias al grupo indígena y aseguró que apoyará tanto las investigaciones como "la curación de los sobrevivientes, sus familias y los miembros de la comunidad que sufren problemas de salud mental y adicciones, debido al trauma intergeneracional y los daños infligidos" por dicho sistema escolar.

Las investigaciones, impulsadas por los propios indígenas de todo el país, han encontrado desde mayo de 2021 evidencias de al menos 1.800 posibles tumbas sin identificar que contendrían los restos de menores indígenas. En total, unos 150.000 niños pertenecientes a minorías étnicas fueron matriculados en esos internados en todo Canadá desde finales del siglo XIX hasta la década de 1990, en el marco de una política gubernamental de asimilación forzada.

La mayoría de esos establecimientos eran operados por la Iglesia católica. Los menores pasaron meses o años aislados de sus familias, idioma y cultura, y muchos fueron víctimas de abuso ​​físico y sexual por parte de directores y maestros.

Según datos oficiales que aún se consideran incompletos, unos 6.000 niños acogidos en las escuelas residenciales murieron, en su mayoría por desnutrición, enfermedades o negligencia, lo que la Comisión para la Verdad y la Reconciliación calificó de "genocidio cultural".

Violaciones y prostitución de menores: Otro embate para el último pueblo indígena nómada de Colombia

Las autoridades han abierto varias investigaciones para determinar si los soldados colombianos han cometido abusos sexuales contra niñas y adolescentes.

La vieja herida del abuso sexual contra las indígenas colombianas se ha reabierto en Colombia con las denuncias de violaciones contra niñas y adolescentes de dos comunidades étnicas en Guaviare, uno de los departamentos donde el conflicto armado ha dejado huellas imborrables.

El pueblo Nukak en El Retorno, cerca de San
José de Guaviare, Colombia, el 7 de noviembre
 de 2021Raul Arboleda / AFP
Frente a esta acusación, que involucra a miembros del Ejército colombiano y a un soldado estadounidense, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió el pasado viernes que se abriera una investigación de inmediato. Hasta ahora han respondido la Procuraduría General y el Ministerio Público.

Por su parte, John Rhatigan, agregado de prensa y portavoz de la Embajada de EE.UU. en Bogotá, dijo a W Radio que no tenían conocimiento de alguna investigación.

Los abusos sexuales han sido principalmente contra menores de edad y mujeres de la comunidades indígenas de Nukak y Jiw, ubicadas en el Amazonas colombiano. Sin embargo, este no es un tema nuevo porque desde hace por lo menos cinco años las víctimas han alertado sobre las violaciones y prostitución forzada que sufren en sus territorios por parte de soldados, organizaciones armadas y "colonos".

Las investigaciones

Tras este exhorto presidencial, el fiscal general, Francisco Barbosa, informó en un video institucional que hay 378 casos de abuso sexual –recogidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)–, contra integrantes de las comunidades indígenas de Guaviare entre 2018 y 2020. Indicó que corresponde ahora cotejar si cada uno fue enviado a la Fiscalía y establecer si hubo omisión o vacío, lo que implicaría el inicio de procesos penales contra los responsables.

Barbosa negó que algún militar estadounidense estuviera vinculado al abuso de una menor, a la que habrían ofrecido alimento para después violarla en 2019, según la denuncia que aparece en el reportaje del periodista Gerardo Reyes para Univision, cuya difusión causó conmoción y el inicio de estas investigaciones.

El titular de la Fiscalía indicó que se fortalecerán en San José del Guaviare "los actos urgentes con fiscales e investigadores dedicados exclusivamente a atender este tipo de delitos".

Por su parte, la Procuraduría Regional del Guaviare anunció en un comunicado de prensa que abrió una "investigación disciplinaria" contra el director regional del ICBF en esa entidad, Joaquín Mendieta Silguero, porque "al parecer, sabía de los abusos sexuales contra menores de edad indígenas y pese a ello, no habría desplegado las medidas de protección necesarias".

Esta decisión se tomó luego de que se difundieran las declaraciones del jefe departamental del ICBF en un reportaje de Univision. En el registro, Mendieta Silguero dice tener conocimiento de los casos de abuso sexual, pero afirma que "en este momento no son tan preocupantes".

Una herida abierta

Los Nukak son una etnia nómada que apenas tuvo contacto con los pueblos no indígenas en 1988, refiere un video hecho por la Comisión de la Verdad. En ese entonces, sus integrantes, que han sido diezmados en un 60 %, según la ONU, no sabían que en su país había un conflicto armado de larga data. Pasarían pocos años para que también se encontraran entre sus víctimas.

En la pieza audiovisual, una voz femenina afirma que las mujeres han sido violadas y prostituidas por causa del abandono estatal y la falta de oportunidades, característicos de las zonas rurales colombianas.

En los lugares más apartados del país, las comunidades étnicas han quedado al merced de los grupos armados, de las organizaciones criminales y de las empresas que explotan los recursos naturales, lo que ha causado su desplazamiento, merma, reclutamiento forzado y utilización en actividades ilícitas.

Como parte de esa deuda histórica, el pueblo Nunak, compuesto por 'Los últimos nómadas verdes' fue incorporado al capítulo étnico del Acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en 2016.

Denuncia e informe sobre violaciones

El pueblo Nukak descansa en su campamento
en El Retorno, cerca de San José de Guaviare,
Colombia, el 7 de noviembre de 2021
aul Arboleda / AFP
En 2018, un grupo de mujeres Nukak se atrevió a dar el primer paso para hacer públicos los casos de violencia sexual que habían padecido. Estos relatos fueron conocidos durante su participación en el Tribunal Simbólico contra el Patriarcado, en Bogotá.

Tras este inicio, se comenzó a sistematizar cada experiencia y, luego de dos años de trabajo, se le entregó un informe a la Comisión de la Verdad, en San José del Guaviare.

En el documento hay más de 20 testimonios que reflejan la violencia sistemática que ha existido contra las niñas y adolescentes, como una forma de despojo territorial.

"Nos violentan casi diariamente. Soldados, guerrilleros, paramilitares, policías y 'colonos': todos lo han hecho alguna vez. Muchas no encontramos salida de esa situación y pensamos, incluso, en quitarnos la vida", dice una de las mujeres que declaró ante la Comisión de la Verdad.

Para la comisionada Patricia Tobón Yagarí, las mujeres de este grupo indígena "han sido despojadas hasta de sus propios cuerpos y de su autonomía", en medio de la dinámica de violencia del conflicto armado.

Prostitución para sobrevivir

La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos cataloga a los Nukak como "los más vulnerables" del mundo, ante la rápida extinción de su población en apenas tres décadas.

En el texto 'Tiempos de vida y muerte. Memorias y luchas de los pueblos indígenas en Colombia', elaborado por el Centro de Memoria Histórica, se habla de la prostitución forzada de algunas mujeres de ese grupo étnico "presionadas por la necesidad de sobrevivir".

"Nos amenazaron los mismos tipos que se enamoran de una porque querían tener relaciones sexuales obligadas", cuenta 'Rocío', una mujer Nukak que fue abusada a los 11 años, publicó Pacifista.

En 2021 se registraron 2.106 casos de violencia en contra de niñas, adolescentes y mujeres indígenas. El 44,5 % se relacionó con violencia física; el 30,3 % con violencia sexual; el 18,9 % con negligencia y abandono; y el 6,3 % con violencia psicológica, según el Sistema Integrado de Información sobre Violencia de Género (Sivige).

Por su parte, el DANE apunta que en ese mismo año las mayores víctimas de violencia sexual fueron las niñas y adolescentes indígenas de entre 6 y 17 años, por lo que pareciera la vieja herida abierta en Colombia está lejos de cerrarse.

El conflicto histórico entre el pueblo mapuche y el Estado chileno

El tema de la inseguridad marcó los primeros días de gobierno del presidente chileno Gabriel Boric, en especial en el centro-sur de Chile, donde los delitos contra la propiedad se asocian a las reivindicaciones mapuche. En respuesta, el Gobierno, con apoyo de la oposición, prorrogó una vez más el estado de emergencia para que las Fuerzas Armadas sigan controlando las carreteras principales.

En paralelo a esta conflictividad el trabajo de  los y las representantes de los pueblos indígenas en la Convención Constitucional lograron que el Estado sea plurinacional y que se establezcan autonomías territoriales indígenas.

La violencia actual se inició en 1997 con la quema de tres camiones forestales en Lumaco, Región de La Araucanía. Desde entonces, han pasado cinco gobiernos y ninguno logró reducir la conflictividad porque no logran comprender la lógica de los movimientos autonomistas. Aquí identificamos tres claves.

Para comprender el momento actual, hay que recordar que hace siglos que el pueblo mapuche ha luchado por mantener su autonomía frente el establecimiento y expansión de los asentamientos europeos y chilenos en sus territorios ancestrales. La Corona Española no logró conquistar a la nación mapuche, sino que negoció un periodo de paz en el Parlamento de Quilín de 1641, estableciendo el Río Biobío como frontera entre los dos pueblos. No obstante, en el siglo XIX, ignorando las relaciones establecidas con la Corona Española, el Estado chileno inició un proceso bélico de despojo, colonización y empobrecimiento conocido por éste como la pacificación de la Araucanía y como la ocupación por parte de los mapuches.
En 1883, la Araucanía fue incorporada al territorio chileno.

Durante el siglo pasado, el pueblo mapuche siguió distintas estrategias, incluyendo la colaboración con algunos partidos políticos y logrando recuperar algunos de sus territorios durante la Reforma Agraria. Sin embargo, afrontó retrocesos durante la dictadura y especialmente con la implantación del modelo neoliberal, que abrió sus territorios a la inversión extranjera. Desde entonces, los mapuches siguen resistiéndose al uso y usufructo de la tierra por parte del sector privado, cuyas actividades degradan el suelo y los ríos. Perciben que el Estado chileno protege a las grandes empresas frente a las comunidades indígenas.

Promesas incumplidas en democracia

Desde el fin de la dictadura, los dirigentes de los pueblos indígenas han buscado el reconocimiento como pueblos existentes antes del establecimiento del Estado chileno. En diciembre de 1989, firmaron el Acuerdo de Nuevo Imperial con el entonces candidato presidencial Patricio Aylwin, que se comprometió a avanzar hacia el reconocimiento de sus derechos colectivos. No obstante, no hubo cambios significativos tras casi 30 años de políticas multiculturales. De hecho, el mantenimiento de las políticas neoliberales, el no reconocimiento de sus demandas históricas, la criminalización de la demanda de autodeterminación del movimiento mapuche y la presencia militar han agudizado la desconfianza y las diferencias.

De esta forma, los pueblos originarios han formulado diversas estrategias de resistencia política y jurídica frente a los ataques contra su derecho a la libre determinación. Además, ha aumentado el cuestionamiento de la neutralidad del Estado chileno, en especial después del caso emblemático de la muerte del joven Matías Catrileo por parte de un carabinero el 3 de enero de 2008. Se esperaba que la ratificación del Convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo en 2008 podía contribuir a mejorar la relación mapuche-chilena, pero no se ha suavizado la discriminación hacia las personas indígenas ni tampoco se ha rebajado la conflictividad. Hoy en día, las y los convencionales indígenas han estado trabajando para que la nueva Constitución garantice sus derechos individuales y colectivos, pero los movimientos autonomistas prefieran recuperar sus territorios por encima de las luchas institucionales (Llaitul, 2016).

La sensación de impunidad

El uso del término de violencia rural para describir acciones de recuperación territorial genera la sensación de inseguridad e impunidad, ignora el reconocimiento internacional de los derechos de pueblos indígenas y mantiene la idea de Chile como una comunidad política nacional, pero no plurinacional. Frente a estos actos violentos, se exige que el Estado garantice su seguridad y el Estado de derecho.

La cobertura mediática refuerza esta interpretación, invisibilizando las voces mapuche e insistiendo en la inseguridad y la violencia. Así, a lo largo de más de 20 años se ha ido construyendo un imaginario de que los agresores son algunos mapuches. De hecho, en el Informe de Derechos Humanos de 2017 se infiere que "más de la mitad de la población sitúa a los indígenas como responsables, total o parcialmente, de las situaciones violentas que experimentan, percepción que se agudiza en los segmentos socioeconómicos altos y medios, así como en las zonas norte y sur del país" (página 29).

La construcción mediática también consolida la percepción de su culpabilidad antes de iniciar el juicio y genera una sensación de impunidad cuando no hay suficiente evidencia contra las personas acusadas. Es llamativo que ignoren la condena internacional de aplicación selectiva de la Ley Antiterrorista contra los miembros del pueblo mapuche del 'caso Norin Catriman y otros vs Chile'.

El camino es la autonomía

Desde la perspectiva de los movimientos mapuche, el conflicto proviene de la acción de castigo, allanamiento, control y vigilancia de las comunidades por parte del Estado desde hace casi 25 años. Se minimiza su uso de la violencia porque estarían ejerciendo su soberanía sobre su propio territorio usurpado y resistiendo la violencia estatal. Ya no reconocen la legitimidad de la ley chilena por ser "racista, discriminadora y xenófoba hacia los mapuche". Como no se confía en el Estado, no se busca negociación ni mesas de diálogo, sino que exigen a éste que reconozca su autonomía. Se sienten seguros de que su lucha por el territorio los vincula a las generaciones anteriores y del futuro. En este contexto, seguir caracterizando la lucha por la autonomía como delincuencia común profundizará seguramente la conflictividad.

¿Es correcto el bikini con arrugas, celulitis y grasa?

En bikini a los 76 años: por qué las fotos de una actriz argentina desatan la polémica (y los prejuicios)

La artista recibió un abrumador apoyo por desafiar los estereotipos de belleza.

Moria Casán, actriz argentina.Keystone Press Agency/Jorge Armestar / www.globallookpress.com

La legendaria actriz argentina Moria Casán provocó una polémica al mostrarse a sus 76 años en bikini en la playa de Mar del Plata, el balneario argentino que es epicentro de los vacacionistas durante el verano austral.

Bastó que una usuaria escribiera: "Señora, ubíquese como lo que es, una mujer mayor", como crítica a una foto de Casán, para que se desatara una discusión que se trasladó de las redes sociales a los medios de comunicación y a las calles.

El apoyo hacia la la exvedette, modelo y conductora fue abrumador, aunque también aparecieron voces que coincidieron en replicar los prejuicios de edad que establecen que las mujeres no deben mostrarse en bikini si no responden a los estereotipos de belleza que exigen delgadez y firmeza muscular.

Nada de ello hay en las imágenes de Casán, quien, acorde con su edad, luce panza, celulitis, grasa, estrías. Y sin ningún complejo. Por eso no dudó en responderle a quien le cuestionó: "Yo me amo, tapate vos, imbécil".

La autoestima de la actriz, quien actualmente protagoniza la obra "Brujas" en Mar del Plata, es bien conocida, tanto como sus dotes de polemista. Por eso no extrañó que ella misma minimizara las críticas e incluso las notas a su favor.

"Tampoco creo el interés genuino de los medios en mi defensa, es para justificar el morbo de mostrarme porque la twittera, que no se quién es, solo dijo que me tape, así que 'easy' amores, no me siento atacada, así que no se molesten en defenderme", escribió.

Pero las voces a favor continuaron, entre ellas la de la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, quien es promotora de un movimiento que ha bautizado como "La revolución de las viejas".

"Es muy de mujer menor opinar sobre el cuerpo de las demás. Y mucho más menor aún es creer que hay edad para la libertad, el placer o el disfrute de la vida", señaló.

Admiración

Las redes se colmaron de muestras de respaldo a Casán al considerar que, con sus fotos en la playa y un video en el que está cocinando también en bikini, ayuda a desdibujar la añeja y permanente presión sobre la manera "correcta" en que las mujeres deben mostrar sus cuerpos.

"Ojalá todos tuviéramos la mitad de su energía, desparpajo, irreverencia y sex appeal", "las ganas de vivir que tiene esa mujer son envidiables", "lxs que la critican por edad o peso son lxs que pasan por esta vida como espectadorxs", fueron algunos de los mensajes.

"Critican a Moria por ir en bikini a la playa. Porque se ve que no ser joven y hegemónica te obliga a cubrirte y desaparecer del ojo ajeno, que se puede sentir ofendido por el tupé de haber elegido tu libertad", escribió otra usuaria.

Una más se preguntó: "¿Por qué esperan que las mujeres lleguemos a esa edad hechas unas diosas o nos escondamos en una carpa? ¿Por qué no se van a la mierda?".

También hubo quienes calificaron como "nefasta", "repudiable", "anticuada", "machista", "demente" y "violenta" la percepción de que el bikini está vedado para ciertas mujeres solo por no responder a los cánones de belleza.

"Hermosas, lindas, queridas, Moria no es valiente por usar una bikini. Solo es libre y quiere usar algo que le gusta. Valientes son los bomberos, los intensivistas, la gente que atiende al público. Usar la pilcha que queremos es un derecho más, no exclusivo de los hombres", advirtió una tuitera.

"Moria nos ayuda con su libertad y se impone frente a los estereotipos que nos condenan y condicionan a las mujeres: grasa, celulitis, cicatrices... ¡Los años no avergüenzan a nadie! ¡Vamos con las bikinis!", promovió otra.

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