Este reptil, que puede llegar a
medir 120 centímetros de longitud, es oriundo de América del Sur,
pero llegó a Florida como animal doméstico de la mano de aficionados
a las especies exóticas.
Con el tiempo algunos ejemplares
escaparon o fueron abandonados por sus propietarios y se aclimataron
al entorno de Florida. Los científicos tienen conocimiento de al menos dos
colonias de lagartos tegu en ese estado, donde se reproducen de manera
descontrolada.
La peligrosa dieta del reptil
Actualmente existe el riesgo de
que el animal expanda su presencia geográfica, amenazando los
ecosistemas de la mayoría de los estados sureños, desde Texas
hasta Carolina del Norte.
El riesgo que supone la presencia
de este voraz reptil es que se adapta fácilmente a nuevos hábitats gracias
a su variada dieta omnívora. Frutas, insectos, pájaros, huevos
de animales... al lagarto tegu cualquier cosa le sirve para alimentarse.
Esto es positivo para él, pero supone un gran perjuicio para la fauna y el
equilibrio natural de los lugares en los que es introducido.
La falta de datos impide a los
científicos ser más precisos acerca de la actual distribución del tegu en
Estados Unidos. Los expertos sostienen que estos animales todavía podrían
tardar años en alcanzar el área potencial de distribución de la especie, pero
alertan de que cada vez hay más grupos en libertad.
"No podemos saber qué va
a ocurrir ni qué intensidad tendrá esta invasión hasta que veamos sus
efectos", lamenta Lee Fitzgerald, de la Universidad de Texas A&M,
citado por Reuters.