El grupo reprueba "enérgicamente la intrusión en las instalaciones de la Embajada de México en el Ecuador y los actos de violencia ejercidos en contra de la integridad y la dignidad del personal diplomático de la Misión", menciona la declaración aprobada por el Consejo Permanente del mecanismo.
Esta decisión fue avalada con 29 votos a favor, uno en contra y una abstención. En este contexto, la representación permanente de Bolivia en la OEA en Washington calificó el asalto a la Embajada de México en Quito como un "atropello", que no ocurrió ni en las épocas de las dictaduras ni en las guerras.
"Ni bajo los gobiernos dictatoriales muy comunes en nuestra América en la década de 1970 y 1980, ni conflagraciones bélicas internacionales e, incluso mundiales, se había cometido jamás un atropello de esta magnitud", proclamó el embajador boliviano ante la OEA, Héctor Arce Zaconeta.
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La OEA también refirió que "los locales de la misión diplomática no deben ser utilizados de manera incompatible con las funciones de la misión tal como están enunciadas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, en otras normas del derecho internacional general o en los acuerdos particulares que estén en vigor entre el Estado acreditante y el Estado receptor".
Posteriormente, el organismo encabezado por Luis Almagro ofreció apoyar el diálogo entre Quito y México.
"Poner a disposición de los Gobiernos del Ecuador y México los buenos oficios de la Organización de los Estados Americanos para facilitar todo esfuerzo que pueda ser útil", señala el documento.
Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó la medida como positiva "Es algo atípico de la OEA. Está muy bien", acotó en su conferencia de prensa matutina.
El 5 de abril de 2024, la Policía Nacional de Ecuador ingresó por la fuerza a la Embajada mexicana en Quito para capturar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien previamente había solicitado asilo político a México. Tras lo ocurrido en la representación mexicana en Quito, Glas fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Roca, en la ciudad de Guayaquil, en el suroeste de Ecuador.
Pero eso no fue todo. El ingreso de las fuerzas ecuatorianas a la Embajada mexicana derivó en la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambas naciones y se inició el procedimiento por parte del Estado mexicano para interponer una denuncia contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Asimismo, el presidente López Obrador ordenó una serie de medidas para reprobar este hecho, como enviar una carta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para exponer las acciones que tuvo Quito y el exigir a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que acompañe la denuncia ante la Corte Internacional contra Ecuador. Mientras tanto, Ecuador acudió a la OEA para acusar a México, a quien señaló por presuntamente socavar la figura del asilo político.