De acuerdo con la NASA, la Luna no volverá a encontrarse tan cerca de la Tierra hasta el 25 de noviembre de 2034.
Detallamos
los pormenores del impresionante evento astronómico que no se puede
perder, pues no se repetirá hasta 2034.
actualidad.rt
- El 14 de noviembre seremos testigos de la más cercana y brillante
superluna del año, que también será la mayor del siglo XXI hasta
la fecha. Debido al carácter único de este acontecimiento, el
fenómeno ya ha sido apodado como 'épico', 'protagonista del año' o
'la superluna del siglo'.
La última vez que la Luna se encontró tan cerca de la Tierra fue en enero de 1948 y los astrónomos indican que no volverá a acercarse tanto hasta el 25 de noviembre de 2034. Por lo tanto, para muchos constituiría un evento que solo se ve una vez en la vida.
La Luna
alcanzará su apogeo alrededor de las 13:52 GMT del 14 de noviembre,
pero podrá comenzar a verse en vivo a partir de la medianoche a
través de la transmisión que realizará el portal Slooh.com.
La
superluna será claramente visible a simple vista pero, para que se
pueda observar mejor, es recomendable alejarse de las luces urbanas.
Este fenómeno
se produce cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean y la órbita
del satélite se encuentra en su punto más cercano a nuestro
planeta, con lo cual se aprecia un 14 % más grande y un 30 % más
brillantede lo habitual.La superluna tiene lugar varias veces al año —por ejemplo, también hubo una el 16 de octubre y habrá otra el 14 de diciembre—, pero casi nunca supone un acontecimiento tan especial.
De acuerdo con el calendario campesino, la luna llena de noviembre también se llama la luna helada o de castor debido a que, en Norteamérica, tanto para los colonos como para las tribus algonquinas daba comienzo a la época en que ponían trampas para cazar a ese animal. Las luna llenas de octubre y diciembre se llaman la luna de cazador y la luna fría, respectivamente.
El término 'superluna' no tiene un origen científico, procede de la astrología y se asocia con muchos rumores y supersticiones, con lo cual no hay evidencias de que el fenómeno esté vinculado a desastres naturales o eventos catastróficos. No obstante, sí aumenta el tamaño y la fuerza de las mareas.