El abogado constitucionalista y constituyente en la Carta Magna de 1999, Hermánn Escarrá, consideró que la convocatoria al poder originario hecha por el presidente Nicolás Maduro puede desescalar la crisis política en Venezuela con un diálogo abierto entre todos los sectores del país.
El escenario político en Venezuela tuvo un vuelco inesperado: la convoctoria a una Asamblea Nacional Constituyente. Pero, ¿qué llevó al presidente Nicolás Maduro a tomar esa decisión?
Para el abogado constitucionalista Hermann Escarrá, quien participó como constituyente en la redacción de la Carta Magna de 1999, Maduro resolvió hacer ese llamado: "al darse cuenta que se están agotando todas las vías para el diálogo (con la oposición) y hay un intento de desbordar la violencia", dijo la noche de este lunes entrevistado en el canal del Estado.
La escalada violenta alentada por la oposición ha complicado el panorama político en el país suramericano, donde se han registrado al menos 29 muertos y más de 500 heridos en el último mes. La derecha, que quiere "salir" del gobierno bolivariano, se ha negado a asistir a la mesa de diálogo, ha rechazado celebrar las elecciones regionales y locales que corresponden por ley, y exige unos comicios generales anticipados.
Ante eso, el mandatario venezolano jugó una carta superior: llamó al poder originario, que reside en el pueblo, para "transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución", mediante una Constituyente.
"Yo creo que esa Asamblea (Constituyente) es un diálogo superior para la paz porque su fuente de legitimidad está en la elección popular", sostuvo Escarrá, tras lamentar la muerte de venezolanos por la confrontación en la calle propiciada desde la vocería de derecha: "una sola víctima, sea de la oposición, sea del gobierno, sea independiente, que derrame una gota de sangre debería estremecernos y llamarnos a la reflexión. Nosotros no tenemos ningún derecho a desestabilizar emocionalmente a la colectividad venezolana".