©UNICEF/Watad |
El secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios indicó este miércoles que durante los últimos días se han intensificado las hostilidades en la zona de Idleb, especialmente alrededor de Ma'arat alNuman, Saraqib y el oeste de Alepo.
"Los
combates en estas zonas parecen ser más intensos que nada que hayamos
visto en el último año", explicaba Mark Lowcock en su informe al Consejo de Seguridad sobre
la situación humanitaria en el país árabe.
Lowcock, al
igual que hizo la Alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
Michelle Bachelet, denunció que los civiles siguen siendo objeto de intensos
bombardeos y enumeró los casos de más de 100 civiles fallecidos durante el mes
de enero, principalmente a consecuencia de ataques aéreos y terrestres.
A esa cifra,
hay que añadirle las más de 1500 muertes documentadas por la Oficina de la Alta
Comisionada desde el inicio de la escalada de violencia a finales de abril.
Cientos de
ataques en Idlib
Sin embargo,
especificó que las informaciones "más alarmantes" proceden del sur de
Idlib, donde se concentraron cientos de ataques aéreos del Gobierno de
Siria y sus aliados.
Al mismo
tiempo, añadió que "los grupos armados no estatales continúan bombardeando
la ciudad de Alepo, matando o hiriendo a decenas de civiles".
Otro punto
conflictivo es la ciudad de Saraqib. Las rutas al norte y al oeste de esta
localidad están obstruidas por vehículos de gente que trata de huir de los
bombardeos. Lowcock destacó que cientos de miles de civiles deciden huir ya que
sus vidas se encuentran en peligro.
"La
mayoría de las personas afectadas -más del 99% - se han estado desplazando
desde el sur de Idlib a otros lugares en zonas no controladas por el Gobierno.
Estimamos que al menos 20.000 personas se han desplazado en los últimos dos
días. Unas 115.000 se han marchado en la última semana. Casi 390.000 han huido
en los últimos dos meses", detalló.
Parar la
matanza
Tras indicar
de nuevo que es "imperativo que todas las partes acuerden un cese
inmediato de las hostilidades en y alrededor de la zona de distensión de
Idlib", destacó que durante las últimas semanas las organizaciones
humanitarias han proporcionado asistencia alimentaria a más de 1,4
millones de civiles y suministros sanitarios para tratar a casi
200.000 personas.
Al mismo
tiempo, recordó que las operaciones humanitarias transfronterizas son la única
manera de ayudar a los más de 2,8 millones de personas necesitadas y que
"han evitado una catástrofe humanitaria masiva en el noroeste".
Pese a ello,
resaltó que, en las condiciones actuales, el personal de respuesta humanitaria
no tiene la capacidad de satisfacer las necesidades con las que se encuentran.
Lowcock
explicó que la semana pasada pudo hablar con sirios en Idlib y le contaron la
dramática situación que sufren.
"La
gente se siente cada vez más asediada a medida que los bombardeos los persiguen
de un lugar a otro. Están traumatizados y se sienten totalmente abandonados por
el mundo. No entienden por qué este Consejo es incapaz de detener la
carnicería entre la población civil atrapada en una zona de guerra. Su
mensaje es esencialmente el mismo que les transmití cuando les informé el 30 de
julio: "Tenemos miedo. Por favor, ayúdennos. Hagan que se
detenga"".
UNICEF - Un hospital materno-infantil en Idlib, Siria, gravemente dañado por los ataques aéreos que se produjeron en las primeras horas de la mañana. |
El noreste
también sangra
En relación
con la situación humanitaria en el noreste señaló que 70.000 personas siguen
desplazadas tras las operaciones militares del pasado mes de octubre, y que
otras 90.000 personas viven en campamentos de desplazados, incluyendo a más de
66.000 en el campamento de Al Hol.
"Una
media de 850.000 de personas necesitadas en el interior de Siria recibieron
asistencia mensualmente en 2019, y ese número aumentó considerablemente durante
el transcurso del año".
A pesar de
este dato y con la eliminación del cruce de Al Yarubiyah, la Organización Mundial de la Salud prevé
una reducción de los servicios médicos disponibles y un creciente déficit de
suministros médicos.
"Unos
400.000 artículos médicos cuya entrega está prevista están atascados en
camiones en Iraq y no pueden cruzar. El Secretario General ha
pedido a los miembros de este Consejo su apoyo para lograr un acuerdo sobre la
posibilidad de llevar estos artículos", resaltó.
La economía,
por los suelos
Finalmente,
Lowcock señaló que la libra siria continuó depreciándose durante el mes de
enero en el mercado informal.
"Los
sirios que salen a comprar alimentos encuentran menos artículos en sus
mercados, incluso los que buscan productos básicos como arroz, aceite y azúcar.
La mayoría de los artículos disponibles cuestan más que nunca. El precio del
pan, por ejemplo, ha aumentado más del 50% en algunas zonas en los
últimos meses", detalló.
El Comité
Constitucional, de vuelta
Por su
parte, la enviada especial adjunta para Siria, Khawla Matar, indicó horas más
tarde que el enviado especial, Geir O. Pedersen, se encuentra en estos momentos
en Damasco tratando de distender la situación en el noroeste.
Matar señaló
que Pedersen espera poder convocar de nuevo y en breve al Comité Constitucional
y que sus sesiones continúen a un ritmo constante durante los próximos meses.
Para ello, apuntó que es necesario crear un clima "de confianza y
seguridad, lo que puede contribuir a abrir la puerta a un proceso político más
amplio".
Asimismo,
anunció que el grupo de trabajo sobre la liberación de detenidos-secuestrados,
la devolución de cuerpos y la identificación de personas desaparecidas que
incluye a Irán, Rusia, Turquía y las Naciones Unidas se reunirá en Ginebra a
finales de febrero, como parte de una rotación continua.