Bolivia y Ecuador son los países más avanzados en la defensa de los derechos de los indígenas. (Foto: ONU) |
Este lunes se
aprobó la Declaración de los Pueblos Indígenas, con el objetivo de garantizar
los derechos de estas comunidades en materia de salud, educación
y disminución de la pobreza, así como para consolidar la lucha contra el
racismo y la discriminación. El documento fue pactado durante la I Conferencia
de los Pueblos Indígenas, celebrada en la sede de la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, Estados Unidos.
El secretario
general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló la importancia de “tener promesas de los
Gobiernos, pero es mucho más importante ver acciones”.
El presidente de
Bolivia, Evo Morales, en su discurso inaugural, recordó que los principios del movimiento indígena son la
vida, la madre tierra y la paz, los cuales están siendo amenazados
por el sistema capitalista. Llamó a unir esfuerzos mundiales para erradicar la
discriminación a los pueblos originarios y aseguró que
estos "deben ser protagonistas de los procesos de cambio".
Asimismo, instó a
respetar la riqueza de la naturaleza y a luchar contra el cambio climático.
La líder guatemalteca y
ganadora del Premio Nobel de la Paz (1992), Rigoberta Menchú, hizo
hincapié en fortalecer la participación de
la comunidad de originarios de una forma legítima, plena, activa y positiva en los
planes de trabajo, en los organismos de las Naciones Unidas y en las políticas
públicas nacionales.