- Se ratifica
la voluntad para promover el progreso de los Estados y el disfrute y ejercicio de los derechos con atención prioritaria a las
personas en condición de pobreza extrema y sectores
en situación de vulnerabilidad como las
poblaciones indígenas, afrodescendientes, mujeres, niños, personas con
discapacidad, adultos mayores, jóvenes y migrantes.
- Reconocimiento hacia los indígenas y
comunidades locales en el progreso general y la importancia de las prácticas
agrícolas tradicionales, su derecho de
acceso al agua adecuada para el riego, los sistemas comunales de tenencia de la
tierra, y los tradicionales de suministro de semillas
- Decidimos fortalecer, la base productiva con énfasis en las prácticas locales
y culturales sostenibles de los pueblos indígenas y comunidades locales, desde
una visión de manejo de cuencas, la recuperación de la fertilidad del suelo
mediante la reposición de cobertura vegetal, abonos orgánicos, terrazas y la conservación e incremento de la
biodiversidad, a través de la recuperación y crianza de semillas nativas y
producción de semillas mejoradas.
- Reafirmamos la Resolución de la Asamblea
General de las Naciones Unidas que
reconoce el derecho al agua
potable y el saneamiento como un derecho humano esencial
- Reiteramos el carácter latinoamericano y
caribeño de Puerto Rico
- Reafirmamos la
Declaración adoptada en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, denominada “Ama
Qhilla, Ama Llulla y Ama Suwa” (no
robar, no mentir y no ser flojo), en la cual se establece, entre otros
temas, que los delitos de corrupción
deben combatirse de forma rigurosa y sin impedimentos para su investigación.