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75 años de Israel: un país dividido

Cada sábado, Yehudit Elkana sale a protestar contra la controvertida reforma judicial del gobierno derechista, como miles de israelíes. "Por naturaleza soy optimista, aunque de momento no puedo serlo. Pero no cederemos”, dice a DW esta química jubilada y defensora de los derechos humanos.





Nacida en Jerusalén en 1935, Elkana es hija de una pareja que escapó a comienzos de la década de 1930 de la Alemania nazi para comenzar una nueva vida en lo que entonces era el mandato británico de Palestina. En todos estos años ha vivido muchas crisis y guerras, pero también momentos alegres y esperanzadores, como aquel 14 de mayo de1948 en que David Ben Gurion proclamó el Estado de Israel.

Elkana recuerda la alegría de esos días. Pero en este aniversario está preocupada. Piensa que la pugna en torno a la reforma judicial"podría conducir a una guerra civil. Ningún bando cederá. Es simplemente muy triste”.

También el Dr. Tomer Persico, del Instituto Shalom Hartman, un centro de investigación y educación con sede en Jerusalén, piensa que Israel está en una encrucijada, y no solo debido a la polémica reforma judicial. "Diversos temas que por largo tiempo fuero reprimidos o ignorados, están saliendo a la superficie. La esfera pública liberal y la iliberal, la relación entre el Estado y la religión, que naturalmente están ligados, y las relaciones entre la mayoría secularista y la minoría ultraortodoxa en el ejército… de todas esas cosas se discute ahora”.

La perspectiva de la izquierda

En un café de Tel Aviv, las amigas Roni Amir y Nili Rozen, de 24 y 23 años respectivamente, conversan sobre las manifestaciones y el futuro del país. Para Roni es importante ir a las manifestaciones contra la reforma judicial. Pero su prioridad es el fin de la ocupación israelí de los territorios ocupado: "En las manifestaciones estoy en el bloque ‘antiocupación', que demanda libertad e igualdad para los palestinos y para todos. Nuestro foco está en la ocupación, en la que vemos la causa de todo lo que está pasando. Además, queremos una verdadera democracia, un país que no se defina por la nacionalidad y la religión”.

Nili y Roni quieren igualdad para todos.
La visión de ambas no es necesariamente la más popular, por lo menos no entre los jóvenes judíos que no vivieron el proceso de paz de los años 1990. Según Persico, la izquierda israelí tiene poca influencia ideológica. De acuerdo con el Índice Israelí de Democracia 2022, un estudio anual del Instituto Israelí de la Democracia, hasta un 75 por ciento de los judíos israelíes entre 18 y 34 años se define como de derecha conservadora.

La tendencia hacia la derecha se reflejó también en las últimas elecciones, en las que la alianza de extrema derecha "Sionismo Religioso” obtuvo 14 de las 120 bancas de la Knesset.

La perspectiva de la derecha

Naor Meningher está decepcionado por las protestas y espera que al menos una parte de la reforma judicial se materialice. "Hace cuatro meses tuvimos elecciones. Y no se puede desconocer el resultado”, dice este habitante de Tel Aviv, de 34 años, autor de podcasts y comentarista.

Naor está a favor de la reforma judicial.
Considera que el problema más urgente de su generación es acabar con la idea de un Estado "benefactor" y con los "restos de socialismo" que quedan en el país. En cuanto al conflicto palestino, no ve por el momento una solución. "Pienso que lo mejor sería mantener el statu quo y anexar lo que podamos, sobre todo los territorios menos poblados”.

Según Naor, Israel es el único país que puede ofrecer seguridad a los judíos: "Mis abuelos llegaron en la década de 1970 de Rumania. Huyeron de una dictadura comunista y encontraron amparo aquí. Para mí, este es mi hogar y seguirá siéndolo siempre”.

Descubren las galaxias más lejanas y por lo tanto, más cercanas al principio.

El telescopio James Webb de la NASA descubre el cúmulo más lejano jamás visto por el hombre

El mayor telescopio espacial de la historia, el James Webb, ha confirmado la existencia de siete galaxias que están a una distancia que los astrónomos denominan 'redshift 7.9' o 'desplazamiento al rojo', apenas 650 millones de años después del Big Bang.

Las siete galaxias se encuentran en un cúmulo en desarrollo y son, por tanto, objetos muy cercanos al Big Bang, cuando se formó el universo.

Se trata, además, de las primeras galaxias confirmadas mediante datos espectroscópicos, gracias a la tecnología del JWST, que está equipado con un espectrógrafo de infrarrojo cercano (NIRSpec) que ha sido clave para confirmar la existencia de estas galaxias, explica la NASA en un comunicado.

Los resultados de la investigación se han publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters.

Estas galaxias muy lejanas, y de las que el telescopio ha difundido una imagen, fueron estudiadas inicialmente por el telescopio Hubble (NASA/ESA), dentro del programa Frontier Fields.

Sin embargo, al no poder detectar la luz más allá del infrarrojo cercano, el Hubble no pudo ver más detalles.

El telescopio espacial James Webb retomó la investigación recopiló datos espectroscópicos detallados además de imágenes.


Los astrónomos utilizaron el NIRSpec del Webb para medir con precisión la distancia colectiva de las galaxias y las altas velocidades a las que se mueven dentro de un halo de materia oscura: unos mil kilómetros por segundo.

Además, los datos espectrales permitieron a los astrónomos modelizar y cartografiar el desarrollo futuro del grupo de reunión, hasta llegar a nuestros días en el universo moderno.

Miles de galaxias en su interior

Según sus cálculos, este protocúmulo acabará pareciéndose al Cúmulo de Coma, lo que significa que podría llegar a ser una de las colecciones de galaxias más densas conocidas, con miles de galaxias en su interior.

Antes de Webb, los astrónomos no disponían de imágenes de alta resolución ni de datos espectrales infrarrojos para realizar este tipo de ciencia, pero el JWST fue desarrollado específicamente para observar lugares jamás estudiados y que están al principio de la historia del universo, recuerda la NASA.

James Webb es una colaboración internacional entre la NASA, la ESAy la Agencia espacial de Canadá (CSA) capaz de llegar a mundos lejanos y sondear los orígenes del universo y nuestro lugar en él, concluye la nota.

La ESA proporcionó el espectrógrafo NIRSpec y el 50% del instrumento de infrarrojo medio MIRI, diseñado y construido por un consorcio de institutos europeos financiados a nivel nacional (el Consorcio Europeo MIRI) en colaboración con el JPL y la Universidad de Arizona.

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