muhimu-VALERIA
HIRALDO.- La ética
budista se
fundamenta en los principios de no
ocasionar daño (ahimsa) y la moderación: no
reprimir ni tampoco aferrarse a nada. Según las enseñanzas
budistas, los principios éticos están determinados por el hecho de
si una acción cualquiera podría tener una consecuencia
dañina o perjudicial para
uno mismo o para otros. En el budismo se utiliza la expresión
de mente
hábil, que
es aquella que evita todas las acciones propensas a causar
sufrimiento o remordimiento.
Buda
no pretendía fundar una religión cuando originalmente
desarrolló su doctrina. De hecho, las
enseñanzas de Buda preceden a la palabra religión en
el sentido que tiene en el mundo contemporáneo, en no menos de cinco
siglos. Por otra parte, puesto que excluye creencias y rituales, dos
componentes fundamentales de cualquier credo, el
budismo pragmático no puede ser considerado como una religión, sino
como una filosofía.
A
veces es complicado explicar estos principios, pero las parábolas
nos ayudan a entender algunos de los más complejos. Dentro de los
textos del Majjhima Nikaya, La
flecha envenenada es
una de las que directamente le atribuye a Buda. Gautama
Buda utilizó
esta enseñanza durante un encuentro con su discípulo. Al verlo tan
impaciente por escuchar sus respuestas sobre las grandes preguntas
sin respuestas,
le contó esta historia: