Con esta tecnología es posible tener varios sistemas operativos diferentes en un mismo ordenador, por razones de seguridad o por simple curiosidad
EROSKI CONSUMER - Por ELENA SANTOS.- ¿Dos sistemas operativos en un solo ordenador? Con una máquina virtual es posible. La mayoría de los usuarios de informática tiene un ordenador con un solo
sistema operativo instalado en él. El más utilizado sigue siendo Windows 7, aunque
Windows 10 va recortando distancias.
¿Pero qué pasa si por alguna razón se quiere tener más de un sistema operativo en un solo equipo? La forma más sencilla de conseguirlo es empleando la máquina virtual, una tecnología que permite usar más de un sistema operativo en un único ordenador y apta para usuarios de cualquier nivel. En este artículo se explica qué es una máquina virtual, para qué puede servir y cómo se utiliza.
¿Qué es una máquina virtual?
En pocas palabras, una máquina virtual es como tener un ordenador dentro de otro ordenador. No de forma física, como es lógico -por algo se llama virtual-, pero sí emulado dentro de una ventana, como si fuera un programa más. Es decir, cuando el usuario pone en marcha una máquina virtual en su sistema, lo que está haciendo en realidad es arrancar un programa que se comporta como si fuera un ordenador independiente dentro de su equipo informático.
Este sistema virtual independiente tiene su propio escritorio, iconos de acceso directo, menú de inicio, estructura de carpetas... incluso sus propios programas instalados. Y, por supuesto, cuenta también con su propia configuración de hardware (disco duro, memoria RAM, etc.) que el sistema virtual toma prestado del equipo real.
Todo esto permanece aislado del ordenador principal, el que actúa como anfitrión del sistema virtual. Así, si el usuario instala un programa en el equipo virtual, este solo estará instalado ahí (no en el principal). Esta dualidad de sistemas hace que una máquina virtual sea muy útil para muchas tareas.
Cinco usos prácticos para una máquina virtual