20minutos.- El candidato socioliberal a la Presidencia de Francia, Emmanuel Macron, cerró este sábado con tendencia ascendente la campaña frente a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, que parece haber entrado en una espiral negativa.
No solo los sondeos parecen dar por segura la victoria del exministro de Economía, sobre todo tras el debate televisado del pasado miércoles, sino que, además, Macron ve cómo Le Pen no ha conseguido capitalizar las dudas que generaba su programa.
Los sondeos publicados este sábado, último día en que la ley permite hacerlo, muestran que el debate ha dado un duro golpe a la aspirante ultraderechista y ha consagrado la ventaja amplia que desde la primera vuelta electoral auguraban a Macron.
La diferencia de 24 puntos entre ambos aparece como un abismo que ha llegado, incluso, a agrietar la roca que parecía ser la extrema derecha francesa en torno a su campeona.
No solo los sondeos parecen dar por segura la victoria del exministro de Economía, sobre todo tras el debate televisado del pasado miércoles, sino que, además, Macron ve cómo Le Pen no ha conseguido capitalizar las dudas que generaba su programa.
Los sondeos publicados este sábado, último día en que la ley permite hacerlo, muestran que el debate ha dado un duro golpe a la aspirante ultraderechista y ha consagrado la ventaja amplia que desde la primera vuelta electoral auguraban a Macron.
La diferencia de 24 puntos entre ambos aparece como un abismo que ha llegado, incluso, a agrietar la roca que parecía ser la extrema derecha francesa en torno a su campeona.
En la propia familia Le Pen
Primero fue su padre y mentor, Jean-Marie Le Pen, quien aseguró que la candidata no había estado a la altura durante el cara a cara y poco después su sobrina Marion Maréchal-Le Pen afirmó que, tras aquel duelo televisado, "si obtiene un 40%" de los votos en la segunda vuelta del domingo próximo, "ya sería una victoria".
La aspirante de la extrema derecha ha visto cómo la buena estrella con la que afrontó la campaña se ha ido fundiendo.
Favorita para imponerse en la primera vuelta de abril desde inicios de año, sus intenciones de voto se fueron moderando a medida que se acercaba el sufragio y acabó segunda, por detrás de Macron.
Primero fue su padre y mentor, Jean-Marie Le Pen, quien aseguró que la candidata no había estado a la altura durante el cara a cara y poco después su sobrina Marion Maréchal-Le Pen afirmó que, tras aquel duelo televisado, "si obtiene un 40%" de los votos en la segunda vuelta del domingo próximo, "ya sería una victoria".
La aspirante de la extrema derecha ha visto cómo la buena estrella con la que afrontó la campaña se ha ido fundiendo.
Favorita para imponerse en la primera vuelta de abril desde inicios de año, sus intenciones de voto se fueron moderando a medida que se acercaba el sufragio y acabó segunda, por detrás de Macron.
Los sondeos indican que Le Pen no ha sabido atraer a su candidatura a los electores de los aspirantes eliminados en el primer turno