ALAI, América Latina en Movimiento / Javier Suazo
Las elecciones del 24 de noviembre de 2013 en Honduras son inéditas, no solo por lo que está en juego; el poder para unos, el bipartidismo para otros; sino también por la campaña sucia desatada en contra del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) y su candidata Xiomara Castro.
Las elecciones del 24 de noviembre de 2013 en Honduras son inéditas, no solo por lo que está en juego; el poder para unos, el bipartidismo para otros; sino también por la campaña sucia desatada en contra del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) y su candidata Xiomara Castro.
Inicialmente, incluso antes de las elecciones internas, se acusó a LIBRE de ser un apéndice del presidente Hugo Chávez de Venezuela, ligándolo al Socialismo del Siglo XXI.
Las nacionalizaciones y las expropiaciones de propiedades y empresas estarían a la vuelta de la esquina, igual el Estado se quedaría con los bienes de las personas y con los hijos e hijas que serían reclutados para servir a la causa de la revolución; el Comunismo sin pasar por el Socialismo Democrático llegaría a Honduras con Libre.
Se instruyó a las instituciones publicas para que le comuniquen a los beneficiarios de programas sociales, como el bono 10000, que si no votan por el candidato del Partido Nacional no se les seguirá entregado, siendo eliminado por el gobierno de Libre en caso de ganar las elecciones, aunque Xiomara Castro se pronuncio a favor de continuar con dicho programa pero con reformas estructurales a través de la Red Solidaria que dirigió en el gobierno del presidente Zelaya Rosales.