El Presidente boliviano permaneció retenido, el pasado martes, casi 14 horas en el aeropuerto de Viena, debido a las restricciones de sobrevuelo que impusieron arbitrariamente los gobiernos de Francia y Portugal, luego de Italia y posteriormente de España.
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Presidentes suramericanos exigen una disculpa a los países europeos (Foto: Archivo) |
El ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, declaró este viernes a una televisora de su país que España "no tiene que pedir ninguna disculpa a Bolivia", luego de haber bloqueado su espacio aéreo al avión presidencial donde se trasladaba el mandatario de esa nación suramericana, Evo Morales, durante varias horas el pasado martes.
Incluso, el Canciller insistió en que España no bloqueó en ningún momento el aterrizaje del avión del Presidente boliviano, ya que "siempre" dieron todas las autorizaciones.
Las declaraciones del diplomático distan de la realidad, puesto que el jefe de Estado boliviano permaneció retenido casi 14 horas en el aeropuerto de Viena, Austria, debido a las restricciones de sobrevuelo que impusieron arbitrariamente los gobiernos de Francia y Portugal, luego de Italia y posteriormente de España.
El Ministro refirió que “la actuación de los países europeos” -no mencionó directamente a su país- respecto al vuelo del presidente boliviano, responde a que recibieron información de la supuesta presencia del exagente de inteligencia estadounidense Edward Snowden en la aeronave.
"Nos dijeron que los datos estaban claros, que (Snowden) estaba dentro (del avión)", enfatizó el Canciller y añadió que midieron el riesgo de que Snowden estuviera a bordo y fue cuando decidieron “confiar en un amigo", el que les envió la información.
García-Margallo se negó a precisar quién fue la fuente de información, al punto que fue consultado sobre si existió comunicación alguna con el Gobierno de Estados Unidos previo o durante el incidente, pero respondió que "eso forma parte del secreto del sumario".
El pasado martes, el presidente Morales denunció que el Embajador español en Viena, Alberto Carnero, acudió al aeropuerto con la petición de acceder al avión, cometiendo excesos al pretender revisarlo "como si yo fuera un delincuente".
Esta acción hubiera constituido otra flagrante violación del derecho internacional, de la soberanía boliviana y de la inmunidad de la que goza Morales como jefe de Estado.
Ante esta acusación, García-Margallo dijo que "lo de tomarse un cafecito en el avión puede ser cierto, pero no tiene importancia", pues señaló que fue Bolivia quien invitó al embajador español al avión.
Por un lado, el Canciller dice que España condena el espionaje, especialmente entre naciones aliadas, pero por el otro ejerce acciones en contra de la persona que reveló el plan de espionaje de Washington sobre los Estados europeos.
Estas declaraciones se dan horas después de que los presidentes de seis países miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) exigieran a España, Francia, Italia y Portugal que ofrecieran "disculpas públicas" por denegar el tránsito aéreo al avión oficial de Evo Morales.