ONU-Rick Bajornas |
El
presidente de la Asamblea General, Tijjani Muhammad-Bande, (al centro), la
embajadora de buena voluntad de la UNESCO Yalitza Aparicio (tercera de derecha
a izquierda), ministros y representantes de pueblos indígenas
Tijjani Muhammad-Bande recordó que cada mes se extinguen dos lenguas indígenas de las 6700 que se hablan en el mundo y subrayó la gravedad de la situación, alertando de la pérdida que significa la desaparición de cada idioma.
“Las lenguas indígenas son importantes por muchas razones. Lo primero es el papel que un idioma tiene en el pensamiento de los pueblos, en su concepción del lugar que ocupan en el universo y, especialmente, en su visión para encontrar la solución a sus problemas”, señaló.
Citó también el papel de las lenguas indígenas en la transmisión de los conocimientos de los pueblos de generación en generación que han sido la base de gran parte de los avances que han beneficiado a la humanidad, como en el caso de la medicina.
Con la muerte de sus lenguas, los pueblos indígenas pierden una parte sustantiva de su identidad
“La diversidad lingüística es esencial para la preservación de la herencia común de la humanidad. (…) Con la muerte de las lenguas, los pueblos indígenas que las hablan pierden una parte sustantiva de su identidad”, advirtió el presidente de la Asamblea General.
Juzgamos lo desconocido
En el acto de clausura estuvo presente la actriz mexicana Yalitza Aparicio, embajadora de buena voluntad de la UNESCO para los pueblos indígenas, quien pugnó por mantener los esfuerzos de revitalización de los idiomas originarios más allá del año internacional.
“Debemos encontrar la forma de incluirlas en la educación, además de tomar la iniciativa de conocer y aprender sobre las comunidades indígenas que existen en nuestro entorno, porque la ignorancia de un tema, nos lleva siempre a discriminar, juzgamos lo desconocido”, apuntó en el podio de la Asamblea.
Yalitza Aparicio, nominada al Oscar a mejor actriz por su trabajo en la película Roma, compartió su experiencia como niña indígena en Tlaxiaco, su lugar de origen en el estado mexicano de Oaxaca.
Recordó que, pese a que sus padres hablaban sendas lenguas indígenas, ni ella ni sus hermanos las aprendieron porque en casa sólo les hablaban en español.
“Pero la culpa no fue de nuestros padres, ellos consideraban que hablar español nos abriría más oportunidades, aunque significara cerrar la puerta a nuestras raíces.”
© UNESCO-Christelle Alix |
Que siga por la eternidad
En este contexto, aseveró que su labor como promotora de las lenguas y los pueblos indígenas continuará más allá de 2019.
Para terminar su discurso, exhortó a mantener activa la defensa de los idiomas originarios en todo el mundo.
Los invito a reconectarse con sus raíces
“Mi objetivo es que ninguna niña o niño crezca avergonzado de sus raíces, que sepa que hablar una lengua indígena es motivo de orgullo”, puntualizó.
“Les pido que las acciones que se estén realizando en diferentes países por el rescate de las lenguas no concluya junto con el año, al contrario, que siga por la eternidad para no perder más de nuestra historia. (…) Los invito a reconectarse con sus raíces. Juntos podemos aprender a habitar un mundo más diverso, más rico y más unido”, concluyó la actriz