Connectas-
Luis Alonso Pérez.-
Sin saberlo, los
mexicanos han invertido 7.73 millones de pesos de sus impuestos en la
construcción y equipamiento de vinícolas de políticos de alto nivel, en el Valle
de Guadalupe.
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Luis Alonso Pérez
Este reportaje especial de HuffPost México, auspiciado por
Connectas y el International Center for Journalists revela, a través de
documentos oficiales, el uso personal que dieron tres miembros de la clase
política mexicana a los recursos destinados para el desarrollo del campo y las
pequeñas empresas.
Ubicado en el municipio de Ensenada, esta zona se ha convertido en
una especie de paraíso mexicano para viticultores, gastrónomos y empresarios
innovadores, que trabajan articulados para impulsar la industria y elevar la
calidad de sus productos, al mismo tiempo que trabajan por proteger el
ecosistema y el desarrollo turístico de la región.
También se han unido para lograr que el vino mexicano se encuentre
en su mejor momento, pero ha sido una lucha de años frente a retos como el pago
de impuestos arriba del 46%, dejándolo en desventaja frente al vino importado.
La mala noticia del boom del vino,
y de la actividad turística que genera más de un millón de visitas al año, es
que esta tierra prometida no se está pudiendo salvar de la corrupción.
Algunas de las empresas vinícolas esconden secretos: pertenecen a
políticos mexicanos y fueron construidas o equipadas con recursos públicos de
la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación
(Sagarpa) y de la Secretaría de Economía, destinados a impulsar el sector
agrícola y a los emprendedores nacionales.
Esta situación deja en desventaja a productores alejados de los
círculos gubernamentales que administran los recursos federales. Para el
vitivinicultor bajacaliforniano, Jaime Palafox, es muy difícil acceder a los
fondos públicos de la Sagarpa, pues no hay mecanismos claros ni transparentes
para solicitarlos.
"Son recursos públicos, requieren transparencia y que se
ejerza correctamente, de otra manera hay un dispendio", expuso Palafox,
integrantes de una de las familias con mayor tradición enológica en la región.
En febrero de 2014, Palafox y un grupo de vitivinicultores locales
viajaron a la Ciudad de México para interponer su solicitud de recursos a la
Sagarpa, pero se encontraron una fila de dos cuadras de largo. De no ser por un
agricultor que abandonó la fila enojado por la falta de apertura de la
dependencia federal, no hubieran alcanzado un turno para someter su proyecto.
Aun así la respuesta fue negativa.
"¿Qué tenemos que hacer para acceder a recursos?",
cuestiona enfadado. Después de cuatro años de no participar en una
convocatoria.
Como mostraremos a continuación, algunos políticos han podido
obtener cinco apoyos federales cinco años seguidos. Otros han logrado aterrizar
recursos para infraestructura pública y los han destinado a beneficio de sus
empresas vinícolas, en algunos casos, contratando a sus propias empresas para
ejercer los recursos provenientes del erario federal.ERICK MIGUEL SUÁREZ
"Tenemos un compromiso sólido, férreo, con el tema de la
transparencia y la rendición de cuentas", fueron las palabras que
pronunció César Camacho Quiroz en el vestíbulo de la
Cámara de Diputados, momentos antes de la sesión ordinaria del martes 24 de
noviembre de 2015.
El coordinador de la bancada del Partido Revolucionario
Institucional hablaba sobre austeridad, responsabilidad y decoro desde sus
primeros días como diputado, incluso lo hacía desde que era presidente del
partido. "Es necesario abrir puertas y ventanas para que los mexicanos
sepan cómo y en qué se invierten los recursos públicos", declaró meses
atrás.
Dos días después de la sesión, la mañana del jueves 26 de
noviembre, Juan Carlos Guevara, socio de Camacho en Compañía Agroindustrial
Vinícola S.A de C.V. firmó la recepción de una transferencia de 2 millones 269
mil 51 pesos emitida por el gobierno federal para la construcción de un
edificio que albergaría su empresa productora de vinos Hilo Negro.
Los recursos públicos provenían del Fideicomiso de Riesgo
Compartido de la Sagarpa, como parte del Programa de Productividad y
Competitividad Agroalimentaria, creado para impulsar la productividad de
ejidatarios, comuneros o pequeños propietarios.
Al recibir los fondos públicos, César Camacho violó el artículo 8
de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores
Públicos. La sanción establecida para los actos que impliquen beneficio o lucro
es la inhabilitación para desempeñar cargos públicos de diez a veinte años.
Una inversión millonaria
A los pies de una montaña árida, rocosa, en el corazón de la zona
vinícola del Valle de Guadalupe, se ubica la vinícola Hilo Negro. Desde la
terraza de su planta baja se admiran las siete hectáreas de viñedos de
distintas variedades: petit verdot, syrah, sauvignon blanc y otras más.
El edificio de tres plantas es minimalista, consistente con el
concepto rector de la marca y del diseño de sus etiquetas, explica el
arquitecto mexiquense Ramón Salgado, constructor del inmueble y socio de la
empresa, con la misma cantidad de acciones que su buen amigo, César Camacho.
En la terraza de la planta baja, Salgado extiende los planos del
edificio sobre una mesa de madera y explica que el inmueble se conforma por
tres figuras geométricas. El tercer piso es un círculo, y alberga las oficinas
de la empresa. El segundo piso es un triángulo, y -según el arquitecto- muy
pronto alojará a un bar lounge con terraza panorámica.
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HUFFPOST MÉXICO - 2.26 millones de pesos del erario fueron destinados para la construcción de este edificio. |
La planta baja es un cuadro, que en su parte frontal tendrá un
restaurante, y en la sección posterior, detrás de un muro de cristal, se ubica
el taller de producción vinícola. En el fondo, 13 grandes tanques de acero
inoxidable realizan la primera fase de la fermentación, y después descargan el
líquido, a través de un sistema de gravedad, a los barriles de roble ubicados
en un sótano circular construido bajo tierra, para mantener la temperatura
fresca requerida en la siguiente fase de la fermentación.
En entrevista, Salgado explica que la edificación del inmueble y
el equipamiento han requerido de una buena inversión, que se ha logrado
"gracias al esfuerzo y trabajo de sus socios". Lo que omite decir es
que los contribuyentes mexicanos invirtieron 2.26 millones de pesos de sus
impuestos en la empresa, a través del programa de estímulo de la Sagarpa en
2015, mientras su socio, César Camacho, presidía la Junta de Coordinación
Política de la Cámara de Diputados.
Tampoco menciona que es propietario de Sistemas de Ingeniería,
Construcción y Urbanización, S.A de C.V., empresa con sede en Toluca, Estado de
México, contratada para la construcción del inmueble que alberga a la vinícola,
así como la instalación del sistema eléctrico y de refrigeración, de acuerdo con
los documentos de comprobación de gastos del recurso federal, obtenidos por HuffPost
Méxicoa través de solicitudes de información.
Documentos de la Sagarpa, con fecha de diciembre de 2015, revelan
que 25 empresas bajacalifornianas solicitaron el apoyo federal para construir o
equipar sus compañías agrícolas, pero solo Hilo Negro y otra vinícola del Valle
de Guadalupe fueron beneficiados con los fondos públicos.
La sociedad anónima
Hilo Negro comenzó como un grupo de enófilos mexiquenses, una
cofradía de buenos amigos que se reunían a conversar y degustar vinos, hasta
que uno de ellos sugirió: ¿por qué no hacemos nuestro propio vino? Fue entonces
que decidieron contratar a uno de los mejores enólogos del país, el
chileno Daniel Lonnberg, comprar las mejores uvas
disponibles, y producir su primera cosecha en 2012.
Contar la historia despierta una sonrisa en el rostro de Ramón
Salgado. Durante la entrevista muestra con orgullo el ejemplar de agosto de la
revista de estilo de vida de lujo, Robb Report, que en su portada luce un Ferrari
escarlata, y en su página 55 ubica a su vino, Ric Rac cosecha
2016, como el mejor vino del país dentro de un listado de 16 etiquetas
mexicanas con un valor de entre 410 y 620 pesos.
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HUFFPOST MÉXICO - La empresa constructora del socio de César Camacho, Ramón Salgado, fue contratada para construir el edificio, utilizando fondos públicos. |
Compañía Agroindustrial Vinícola es una sociedad anónima propiedad de un grupo de políticos y
empresarios de Toluca, Estado de México. De acuerdo con su acta constitutiva,
inscrita ante el Registro Público de Comercio en octubre de 2013, César Camacho
es dueño de 25 de las 100 acciones de la empresa, y Ramón Salgado de otras 25.
La otra mitad de las acciones son propiedad de cinco inversionistas.
El ingeniero bajacaliforniano, Juan Carlos Guevara, es propietario
del 10 por ciento de las acciones, así como los empresarios mexiquenses Juan
Ramón Mercado Monroy, Jorge Luis González Santana y Juan Lázaro Kaye López.
Las 10 acciones restantes pertenecen a Jorge Muciño Escalona,
magistrado del Tribunal Electoral del Estado de México desde octubre de 2010.
De acuerdo con su currículum, se desempeñó como consejero del Instituto
Electoral del Estado de México de 2005 a 2009, y presidió la Comisión de
Fiscalización de los recursos de los partidos políticos durante las elecciones
locales en las que resultó ganador de la gubernatura Enrique Peña Nieto.
Muciño fue el responsable de elaborar el dictamen mediante el cual
Peña Nieto fue exonerado de las denuncias de rebase de topes de gastos de
campaña, y logró obtener el cargo de gobernador del Estado de México, cargo que
ocupó antes de llegar a la Presidencia de la República.
Una caja negra
Hoy es un día muy importante para Salgado. Debe prepararse para
recibir a más de un centenar de clientes que pagarán alrededor de 100 dólares
para disfrutar de una cena maridaje al atardecer, en la terraza donde será el
restaurante de la vinícola.También debe acondicionar el área donde se llevará a cabo el
coctel de bienvenida de los visitantes, un edificio en construcción ubicado a
la entrada de la vinícola, al pie de la carretera, conocida como La
Ruta del Vino.
Este espacio con forma rectangular, erigido a tres metros del
suelo sobre columnas de acero, se llamará Caja Negra —explica el arquitecto— y
será una sala de degustación de vinos. Al centro tendrá una terraza, y en la
parte posterior otra edificación cuadrada que llamarán Caja Blanca, que
albergará a un restaurante deli, con especialidad en quesos y carnes frías.ERICK MIGUEL SUÁREZ
Es el último fin de semana de las Fiestas de la Vendimia en el
Valle de Guadalupe, la 27 celebración anual de la cosecha de la uva, en la que
por 25 días más de 60 bodegas locales abren sus puertas, ofreciendo
degustaciones, catas dirigidas, eventos culinarios, conciertos y verbenas
familiares.
La intención es mostrar a los visitantes nacionales y extranjeros
un avance de la siguiente faceta empresarial de la empresa propiedad de César
Camacho, un nombre que Salgado omite por completo durante su recorrido por la
obra en construcción.
Lo que es evidente es que Compañía Agroindustrial Vinícola, a
diferencia de muchas de las vinícolas locales, tuvo un crecimiento acelerado en
su infraestructura y equipamiento, rubro en el que fue beneficiado por la
Sagarpa a través del Programa de Productividad y Competitividad
Agroalimentaria, pero también a través del Programa Especial de Energía para el
Campo en materia de Energía Eléctrica de Uso Agrícola.
A través de este programa dirigido a productores agrícolas, para
disminuir su gasto en energía eléctrica, la empresa del entonces diputado
federal obtuvo un descuento del 90 por ciento en su tarifa, recibiendo en 2016
un subsidio de 29,845.32 pesos, de acuerdo con los documentos en poder de
Huffpost México.
Como marca, Hilo Negro ha logrado un ascenso repentino en los
circuitos enológicos internacionales. En 2017, la cosecha 2014 de su vino tinto
Zig Zag, un coupage de Nebbiolo y Syrah, obtuvo uno de los reconocimientos más
prestigiosos que puede obtener un vino: la medalla de oro del Concours Mundial
de Bruxelles.
En entrevistas posteriores al recibimiento de la presea, el
enólogo Daniel Lonnberg, declaró que el reconocimiento había sido muy
gratificante para todos los involucrados en la producción del vino, y aseguró
que los impulsa a avanzar como marca mexicana.
"Hasta ahorita vamos creciendo año con año tratando de sacar
buenos vinos, la idea fue llegar a las 5 mil cajas como tope", declaró el
chileno, en entrevista con el periódico Reforma.
ERICK MIGUEL SUÁREZ
El Valle de Guadalupe es la región vinícola más importante del
país. Sus más de 70 bodegas producen nueve de cada 10 botellas de vino del
país, y, a pesar de contar con más de un siglo de tradición enológica, la zona
sigue preservando su vocación campirana.
La urbanización ha avanzado lentamente, priorizando los espacios
naturales, la vegetación endémica, y los caminos de terracería, aunque la falta
de pavimentación provoque ponchaduras de llantas a los autos de algunas de las
800 mil personas que visitan el Valle anualmente.
Hasta hace unos años la calle Berilio no estaba exenta de estos
inconvenientes, pues atraviesa una empinada colina que cada temporada de
lluvias provocaba deslizamientos, y abría zanjas que dificultaban severamente
el tránsito.
Esta situación prevaleció por décadas, pues sólo afectaba a un
centenar de residentes de rancherías, fincas y viviendas campestres que la
transitaban de manera regular. Pero todo cambió, cuando un político local
decidió construir su vinícola en la cima de la montaña.
En 2015, año en que Wenceslao Martínez asumió el cargo como
diputado federal, comenzó la construcción de la calle de cuatro kilómetros. Se
utilizó concreto hidráulico, el material más costoso, y se aplicaron más de 12
centímetros de espesor para garantizar su durabilidad.