Por CubaNet - El plan original de Al Qaeda, grupo que se responsabilizó por el ataque, era estallar 10 aviones contra: las Torres Gemelas, el Pentágono y del Capitolio, los cuarteles generales del FBI, de la CIA, centrales nucleares sin identificar y edificios más altos de Los Ángeles y Seattle. Osama Bin Laden consideró que la operación era demasiada compleja.
Se calcula que los ataques costaron a Al Qaeda medio millón de dólares. Dejaron un agujero en la economía estadounidense de cerca de US$11 mil millones. Las pérdidas de las compañías aseguradoras se dispararon por encima de los US$50,000 millones.
Bin Laden quería atacar la Casa Blanca. Sin embargo, uno de los pilotos determinó que el objetivo era demasiado pequeño, optando en vez por el Capitolio, destino final del vuelo United 93, que se estrelló antes de alcanzar el edificio.