Factores
como la edad de la persona, el origen de la enfermedad o el tratamiento
recomendado ayudan a explicar las diferencias entre ambos tipos de diabetes en
niños y adolescentes
La diabetes es
una patología que afecta tanto a jóvenes como a adultos. No obstante, cuando se habla de la
diabetes en niños y adolescentes, a menudo se producen confusiones.
Así, es muy habitual oír la expresión "diabetes infantil" para
referirse a la diabetes tipo 1, porque lo normal es que aparezca en esta etapa
de la vida. Sin embargo, muchas veces no se cae en la cuenta de que estas
personas siguen padeciendo la enfermedad a lo largo de toda su vida y que
también hay quienes son diagnosticadas de diabetes tipo 1 siendo adultos. Por
ello, se
recomienda evitar el término "diabetes infantil". Pero
también es necesario conocer
las particularidades de la diabetes tipo 1 y tipo 2 en jóvenes para entender
cómo se deben abordar.
Lo vemos a continuación.
Con el fin de
resolver otras confusiones habituales cuando se habla de la diabetes en niños y
adolescentes, revisaremos las grandes diferencias que existen entre la diabetes
tipo 1 y tipo 2 en jóvenes. Para ello, tomaremos como referencia los principales factores que
se emplean para distinguir ambas patologías: edad, origen y tipo de
tratamiento.
Edad de la persona
La diabetes
tipo 1 es la segunda enfermedad crónica más frecuente en edad infantil, después
del asma, según los datos de la última edición del 'Atlas de la
Diabetes' (2017) de la Federación Internacional de Diabetes (IDF). Por
lo tanto, aunque entre los adultos con diabetes en torno al 90 % padece la tipo
2, en los jóvenes es más común la tipo 1.
No obstante, el
aumento de los problemas de sobrepeso, obesidad y sedentarismo entre los
menores está produciendo un incremento
del número de casos de diabetes tipo 2 entre esta población, un hecho
preocupante y ligado a estilos de vida poco saludables. Otros
factores que inciden en su desarrollo a esta edad pueden ser los antecedentes
familiares o la existencia de diabetes gestacional durante el embarazo de la
madre, como indica un estudio de
las doctoras Raquel Barrio y Purificación Ros.
Así que se
puede concluir que las tendencias están cambiando y el factor edad ya no es el
más relevante para determinar una mayor o menor prevalencia de uno u otro tipo
de diabetes.
Origen de la diabetes
El origen de la
patología genera también numerosas dudas. En el caso de la diabetes tipo 1,
existen numerosas investigaciones que han indagado en sus posibles causas,
pero su
origen exacto aún se desconoce. Como señalan desde el Hospital Sant
Joan de Déu de Barcelona, todo un referente para el estudio y
tratamiento de la diabetes en jóvenes, las investigaciones realizadas hasta el
momento apuntan a que este trastorno autoinmune podría deberse a una
combinación de condicionantes genéticos y factores ambientales, como virus o
hábitos alimentarios.
En el caso de
la diabetes tipo 2 en jóvenes, no se produce una autoinmunidad pancreática,
sino que este
órgano no es capaz de generar la insulina suficiente para regular los niveles
de glucosa en sangre o se desarrolla una resistencia a la acción de esta
hormona, por lo que el resultado en ambos casos es la presencia
de niveles de glucosa anormalmente altos (hiperglucemia).
Tratamiento de la diabetes
Por último,
conviene diferenciar el tipo de tratamiento que se debe seguir en cada caso
para controlar los episodios de hiperglucemia o hipoglucemia y evitar
complicaciones a largo plazo.
· En el
caso de los jóvenes con diabetes
tipo 1, puesto que el
páncreas deja de producir la insulina, esta debe ser administrada de forma
externa, lo que hace que estos pacientes sean
insulinodependientes. Por suerte, en la actualidad existe una gran variedad de
dispositivos para la monitorización de la glucemia, así como insulinas y
derivados que facilitan el tratamiento, que se debe complementar con un control
de la alimentación y las raciones de hidratos de carbono que se ingieren.
· Por el
contrario, en los casos de diabetes tipo 2 en jóvenes, la intervención
principal se lleva a cabo sobre los hábitos
de vida, incidiendo en pautas de alimentación saludable y la práctica de
ejercicio de forma regular. En ciertos casos, también se
prescribe tratamiento farmacológico con metformina y, si resulta necesario,
insulina.
Una parte
fundamental del tratamiento de la diabetes, en todos los casos, es la coordinación del equipo
multidisciplinar de profesionales sanitarios (pediatra,
educadora en diabetes, psicólogo, etc.) que llevan a cabo el
seguimiento del paciente con su familia.