Oscar Ugarteche
L. David Segovia Villeda
ALAI AMLATINA.-
El actual desempeño del mercado petrolero emite una clara señal: la
dramática caída en el precio del hidrocarburo cercana al 60% no tiene como
origen a factores de oferta y demanda, sino a la especulación de los agentes
financieros.
Entre abril del 2011 y mayo del 2014 se observó una banda de
fluctuación entre 118 y 91 dólares por barril en el precio promedio de las
mezclas de petróleo. Empero, la tendencia giraba en torno a los 105 dólares
hasta que, en junio del 2014, se inició el desplome que para Febrero del 2015
lo sitúa en los 48 dólares.
Los análisis del Banco Mundial (2015) destacan el aumento de
la oferta mundial motivada por el acrecentamiento de la producción
estadounidense, la alteración de la política de producción de la OPEP y el
aminoramiento de los conflictos civiles en Libia e Irak; mientras que el bajo
crecimiento del PIB en el G7 y la reducción del índice de intensidad energética
(cantidad de energía gastada en generar un punto del PIB), afectan la demanda.
Erradamente señalan a China como parte del problema de demanda.
El grafico anterior muestra que no es la caída del consumo
energético chino la causa del desplome de los precios en el periodo 2013-2014.
Teniendo una demanda asiática y una oferta mundial de hidrocarburos
ascendentes, lo mínimo que se podría esperar sería un precio inalterado o
creciente; situación contraria a la actual.
Para la región latinoamericana se advierte un shock externo
como respuesta al triple arbitraje invertido: el efecto será favorable a las
exportaciones no primarias, otorgado por la depreciación de las divisas de la
región. El impacto sobre precios de importación tendrá un desenlace
inflacionario, lo que llevará a un alza de la tasa de interés para
contrarrestarla y, con eso, una baja del crecimiento. A su vez, el mayor
rendimiento en Estados Unidos motivaría a subir más el rédito de los bonos
públicos latinoamericanos para no perder reservas internacionales. De otro
lado, la nueva inversión extranjera será menos sustantiva por los bajos precios
de todos los commodities.
Un análisis básico de las eventuales consecuencias de la
baja en el precio del hidrocarburo sobre las naciones de América Latina, debe
considerar el nivel de protagonismo del petróleo en las exportaciones y en las
finanzas públicas. Hay cuatro categorías de países: Gran Capacidad Exportadora
de Energía (GCEE -Venezuela, Ecuador, Colombia, Trinidad y Tobago y Paraguay);
Oferta Exportadora Menos Amplia (OEMA - Argentina y Bolivia); Déficits
Energéticos Moderados (DEM- Brasil, México, el Perú, Guatemala y Haití) y
Grandes Déficits Energéticos (GDE - Cuba, El Salvador, Nicaragua, Honduras,
Costa Rica, Uruguay, República Dominicana, Panamá, Chile, Antillas Holandesas y
Jamaica)[2].
México ya anunció un ajuste fiscal y Venezuela recién
notificó el plan de cobranza a sus socios de Petrocaribe. Habrá que ver si, en
efecto, los ganadores serán los importadores netos (DEM´s y GDE´s) o no. La
impresión es que con monopolios del Estado, la pérdida es más grande, a la
inversa del ciclo de auge.
Ante un mercado petrolero determinado ya no por la demanda
china y la oferta mundial, sino por la especulación financiera y la tasa de
interés establecida por la FED, ¿cuál es la secuela previsible para América
Latina ante la caída persistente en el precio del hidrocarburo? No es
aventurado pensar en un alza de la tasa de interés (para retener la inflación y
la salida de capitales) y la disminución del gasto gubernamental por la pérdida
de ingresos fiscales en todos los países, sobre todo lo petrolizados. A los
importadores quizás les vaya mejor.
- Oscar Ugarteche es economista peruano, trabaja en el
Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Miembro del
SNI/Conacyt. Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA)
www.obela.org y presidente de ALAI www.alainet.org
- L. David Segovia Villeda es miembro del proyecto OBELA,
IIEc-UNAM.
[1] NdE: QE - Quantitative Easing es un programa de
Expansión/Flexibilización Cuantitativa de la Reserva Federal (FED) que inició
en 2008.
[2]Palazuelos, E. (2009), El Petróleo y el gas en la
geoestrategia mundial; Capítulo 3 “Estados Unidos: abastecimiento energético
exterior y política internacional” (pp. 67-91); Capítulo 14 “Exportaciones de
energía y capacidad de integración regional de América Latina” (pp.409-438) en
Akal Editorial, Madrid, España.