Se completa el sondeo ATLASGAL de la Vía Láctea

eso.org. - El telescopio APEX, (siglas en inglés de Atacama Pathfinder Experiment, experimento pionero de Atacama), se encuentra a 5.100 metros sobre el nivel del mar en el llano de Chajnantor, en la región de Atacama (Chile). El sondeo ATLASGAL aprovechó las características únicas del telescopio para obtener una visión detallada de la distribución del gas denso y frío que hay a lo largo del plano de la Vía Láctea [1]. La nueva imagen incluye la mayor parte de las regiones de formación estelar de la Vía Láctea meridional [2].
Crédito:
ESO/APEX/ATLASGAL consortium/NASA/GLIMPSE consortium/ESA/Planck. Music: Johan B. Monell 
Los nuevos mapas de ATLASGAL cubren un área del cielo de 140 grados de largo y 3 grados de ancho, más de cuatro veces más grande que la primera versión de ATLASGAL [3]. Los nuevos mapas también son de mayor calidad, ya que algunas áreas fueron re-observadas para obtener una calidad más uniforme de los datos sobre el área total de estudio.

El sondeo ATLASGAL es el gran programa individual más exitoso de APEX, con casi 70 artículos científicos asociados ya publicados, y su legado se ampliará mucho más con todos los productos de datos reducidos disponibles desde ahora para toda la comunidad astronómica [4].


En el corazón de APEX se encuentran sus sensibles instrumentos. Uno de ellos, LABOCA (de LArge Bolometer CAmera, gran cámara bolómetro) fue utilizado para el sondeo ATLASGAL. LABOCA mide la radiación entrante registrando los pequeños aumentos de temperatura que provoca en sus detectores, y puede captar emisiones de las bandas de polvo oscuro y frío que oscurecen la luz estelar.




La nueva versión de ATLASGAL, complementa observaciones del satélite Planck de la ESA [5]. La combinación de los datos de Planck y APEX permitieron a los astrónomos detectar emisiones repartidas en un área mayor del cielo y, a partir de ahí, estimar la fracción de gas denso que hay en el interior de la galaxia. Los datos de ATLASGAL también fueron utilizados para crear un censo completo de nubes frías y masivas en las que se están formando las nuevas generaciones de estrellas.

“ATLASGAL nos permite obtener información reveladora sobre dónde se forma la siguiente generación de cúmulos y de estrellas masivas. Combinando estas observaciones con las de Planck, ahora podemos encontrar una relación con las estructuras a gran escala de nubes moleculares gigantes”, comenta Timea Csengeri, del Instituto Max Planck de Radio astronomía (MPIfR), en Bonn (Alemania), quien dirigió el trabajo de combinar los datos de APEX y Planck.

El telescopio APEX celebró recientemente diez años de exitosa investigación del universo frío. Juega un importante papel, no sólo como experimento pionero, sino también como instalación complementaria de ALMA, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, que también se encuentra en el llano de Chajnantor. APEX se basa en un prototipo de antena construida para el proyecto ALMA, y ha localizado muchos objetos que ALMA puede estudiar en gran detalle.

Leonardo Testi (ESO), miembro del equipo ATLASGAL y científico del proyecto europeo para el proyecto ALMA, concluye: “Gracias a ATLASGAL tenemos una nueva y transformadora forma de ver el denso medio interestelar de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea. La nueva versión del sondeo completo abre la posibilidad de explotar este maravilloso conjunto de datos para llevar a cabo nuevos descubrimientos. Muchos equipos de científicos ya están utilizando los datos ATLASGAL para planificar con detalle sus posteriores observaciones con ALMA”.

Notas

[1] El mapa fue construido a partir de observaciones individuales de APEX de radiación con una longitud de onda de 870 μm (0,87 mm).

[2] La parte norte de la Vía Láctea ya había sido asignada por el Telescopio James Clerk Maxwell (JCMT) y otros telescopios, pero el cielo meridional es particularmente importante porque incluye el centro galáctico y porque es accesible para llevar a cabo observaciones posteriores más detalladas con ALMA.

[3] La primera versión de datos cubría un área de aproximadamente 95 grados cuadrados, una franja muy larga y estrecha a lo largo del plano galáctico de dos grados de ancho y más de 40 grados de largo. Los mapas finales actuales cubren 420 grados cuadrados, más de cuatro veces mayores.

[4] Los productos resultantes de los datos están disponibles en el archivo de ESO.

[5] Los datos de Planck abarcan el cielo completo, pero con poca resolución espacial. ATLASGAL cubre sólo el plano galáctico, pero con alta resolución angular. La combinación de ambos proporciona un excelente rango dinámico espacial.

Información adicional

ATLASGAL es una colaboración entre el Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR), el Instituto Max Planck de Astronomía (MPIA), ESO, y la Universidad de Chile.

APEX es una colaboración entre el Instituto Max Planck de Radioastronomía (MPIfR), el Observatorio Espacial de Onsala (OSO) y ESO. Las operaciones de APEX en Chajnantor están a cargo de ESO.

El conjunto ALMA, (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) es una colaboración entre ESO, la Fundación Nacional para la Ciencia de EE.UU. (NSF, National Science Foundation) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS, National Institutes of Natural Sciences) en cooperación con la República de Chile. ALMA está financiado por ESO en nombre de sus países miembros; por la NSF en cooperación con el Consejo Nacional de Investigación de Canadá (NRC, National Research Council) y el Consejo Nacional de Ciencias de Taiwán (NSC, National Science Council), y por el NINS en cooperación con la Academia Sinica (AS) de Taiwán y el Instituto de Astronomía y Ciencias Espaciales de Corea (KASI, Korea Astronomy and Space Science Institute).

ESO es la principal organización astronómica intergubernamental de Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Cuenta con el respaldo de dieciséis países: Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Países Bajos, Polonia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza, junto con el país anfitrión, Chile. ESO desarrolla un ambicioso programa centrado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también desarrolla un importante papel al promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera en Chile tres instalaciones de observación únicas en el mundo: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo, y dos telescopios de rastreo. VISTA (siglas en inglés de Telescopio de Rastreo Óptico e Infrarrojo para Astronomía) trabaja en el infrarrojo y es el telescopio de rastreo más grande del mundo, y el VST (VLT Survey Telescope, Telescopio de Rastreo del VLT) es el telescopio más grande diseñado exclusivamente para rastrear el cielo en luz visible. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, actualmente el mayor proyecto astronómico en funcionamiento del mundo. Además, cerca de Paranal, en Cerro Armazones, ESO está construyendo el E-ELT (European Extremely Large Telescope), el telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 39 metros que llegará a ser “el ojo más grande del mundo para mirar el cielo”.

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