Según un estudio de esta Organización, publicado por la revista especializada Lancet Global Health, si se invirtieran 6.000 millones de dólares anuales para erradicar la dolencia en 67 países de pequeños y medianos ingresos, se evitaría la muerte prematura de 4,5 millones de personas de aquí al año 2030, fecha para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y hasta 26 millones después de ese año.
Para que la hepatitis viral deje de ser una
amenaza de salud pública en esos 67 países, harían falta 58.700 millones de
aquí al 2030, lo que reduciría las nuevas infecciones en un 90% y
las muertes en un 65%.
“En la actualidad, el 80% de las personas que
viven con hepatitis no tiene acceso a los servicios sanitarios
básicos que necesitan para prevenirla, diagnosticarla y
tratarla”, ha asegurado el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom
Ghebreyesus.
En 2016, sólo el 10%, unos 27 millones, de las
personas con hepatitis B sabían que estaban infectadas,
y solo el 17% de estas, alrededor de 4,5 millones, recibían tratamiento. En
2017, solo el 19%, en torno a 13,1 millones, de las personas con hepatitis C
sabían que estaban infectadas, y solo el 15% de estas, aproximadamente dos
millones, recibieron tratamiento curativo ese mismo año. En general, entre 2014
y 2017, cinco millones de personas han recibido tratamiento curativo para la
hepatitis C.
Las nuevas infecciones continúan
Al mismo tiempo, siguen existiendo nuevas
infecciones debido a la falta de servicios de prevención. En 2017, 1,1 millones
de personas contrajeron infecciones crónicas de la hepatitis B, y 1,75 millones
de la hepatitis C. Juntas, representan el mayor número de nuevas
infecciones, entre otras enfermedades infecciosas importantes
como el VIH y la tuberculosis. Es urgente mejorar la reducción de daños, los
servicios de control de la sangre y de las infecciones y la vacunación contra
la hepatitis B, asegura la OMS.
Invertir en la lucha contra las hepatitis es
una decisión inteligente para obtener resultados de salud más generales, por
ese motivo Ghebreyesus invitó a los países a dar
un paso valiente de liderazgo político por el que integren
los servicios para la hepatitis en su camino “hacia la cobertura sanitaria
universal”.