DW-Konstantin Klein.-
Unas 200.000 computadoras fueron infectadas con el troyano “WannaCry”. La culpa no la tienen los programadores, sino los servicios secretos, que quería usar el fallo de seguridad para ellos, opina Konstantin Klein.
Como siempre que algo sale mal, también luego de la primera ola de ataques del troyano WannaCry se salió a la búsqueda de los responsables. Por un lado, ¿quién es el misterioso grupo Shadow Brokers, que accedió a dos herramientas de hackeo del servicio secreto estadounidense NSA y las hizo públicas en abril? Y ¿quién aprovechó esas herramientas y puso a circular WannaCry, para hacer dinero extorsionando a quienes de pronto vieron bloqueados sus datos?
Por otro lado, se trata de definir la responsabilidad de los sospechosos de siempre. Entre ellos se cuenta -desde hace años, e injustificadamente- Microsoft. Los tiempos en que Microsoft descuidaba la seguridad pertenecen al pasado: hoy, la firma distribuye periódicamente actualizaciones de seguridad para sus sistemas operativos Windows.
La falla de seguridad de la que se aprovechó WannaCry fue cerrada por Microsoft ya en marzo, un mes antes de la puesta en circulación de las herramientas de hackeo. Durante el ataque de los últimos dias, Microsoft puso a disposición incluso un parche para corregir errores en Windows XP, un sistema operativo viejo, que en realidad ya no es actualizado, es considerado inseguro y no debería usarse más.
El dilema de los administradores
Los parches y las actualizaciones hacen más seguras las computadoras. Pero, también las hacen más complicadas. Sofware desarrollado para un fin específico reacciona a menudo alérgicamente a cambios en el sistema operativo. Por eso, grandes grupos económicos prueban intensamente los parches y actualizaciones antes de aplicarlos en todas sus computadoras. Y por ello, los administradores de Deutsche Bahn, Renault y el National Health Service son también responsables de lo que ha sucedido. Justamente, por no haber aplicado a tiempo los parches.