El presidente mexicano considera que se trató de una estrategia de "golpe blando", como las implementadas en países como Brasil, Bolivia y Argentina.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, el 8 de diciembre del 2022.Prensa Andrés Manuel López Obrador
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lamentó este jueves que las élites de Perú acosaran a Pedro Castillo desde el inicio de su Gobierno hasta logar su destitución en el Congreso. Pese a ello, el mandatario afirmó que su caída dejó una lección para los políticos latinoamericanos de izquierda.
"Lamentamos mucho lo que sucedió porque desde que ganó legalmente, legítimamente, Pedro Castillo fue víctima de acoso, de confrontación; no aceptaron sus adversarios, sobre todo las élites económicas y políticas de ese país, que él gobernara", dijo López Obrador en conferencia matutina.
"Yo lo que imagino es que ya tenían todo para destituirlo, imagínense, el precepto legal 'incapacidad moral' (por el cual fue vacado) está en la Constitución, y cuando él siente que lo van a destituir, toma la decisión de desaparecer el Congreso, pues eso es lo que precipitó su destitución y les dio el argumento, entre comillas, porque se vuelven muy constitucionalistas, muy respetuosos de la legalidad para destituirlo", expresó el presidente mexicano.
"Golpes blandos"
López Obrador calificó lo sucedido con Castillo como una estrategia de "golpe blando", que habría contado con el apoyo de las élites y algunos medios de comunicación. Para el presidente mexicano, este método fue utilizado en su momento en Brasil, Bolivia y Argentina, contra Luiz Inácio Lula da Silva, Evo Morales y Cristina Fernández de Kirchner, respectivamente.
"Son golpes blandos, ya no es la intervención militar, ya es ir con el control de los medios de información que los manejan los oligarcas de los países, ir socavando autoridades legales y legítimamente constituidas, más, si se trata de gente surgida del pueblo o que quiere hacer algo en beneficio del pueblo y no pertenece a las élites", explicó el mandatario.
Es en este marco que, según López Obrador, se implementan "campañas de desprestigio" para magnificar errores cometidos. "Siguen siendo los medios instrumentos para manipular y justificar actos contrarios a la democracia. Esto pasó en Brasil, acaba de pasar en Argentina, ahora es Perú", dijo.
Así, el presidente mexicano afirmó que la lección es que se debe "gobernar para el pueblo", sin confiar en los líderes de opinión o en la clase política que busca acercarse a "los dueños de los medios de información" y a "los intelectuales alcahuetes [permisivos]".
México ofrecía asilo
En el marco de su conferencia matutina, López Obrador reconoció que ordenó que la Embajada de México en Lima abriera las puertas a Castillo para un eventual asilo. No obstante, el expresidente peruano fue detenido por la Policía cuando se dirigía a la representación diplomática.
"Habló aquí a la oficina para que me avisaran de que iba hacia la Embajada, pero seguramente ya tenían intervenido su teléfono, y que iba a solicitar el asilo, que si le abrían la puerta de la Embajada", contó el mandatario.
En ese momento, López Obrador le dio indicaciones al canciller mexicano, Marcelo Ebrard. "Le dije que hablara con el embajador (Pablo Monroy) y se abriera la puerta de la Embajada, con apego a nuestra tradición de asilo, pero al poco tiempo tomaron la Embajada con policías y ciudadanos, y él ya ni siquiera se pudo salir, lo detuvieron de inmediato", añadió.
En este marco, López Obrador pidió que se respeten los derechos humanos de Castillo y de su familia. "Que se actúe con legalidad verdadera", dijo.
Tensa jornada en Perú
Después que los congresistas aprobaron la vacancia, Castillo abandonó el Palacio Presidencial junto a su esposa, Lilia Navarro, su hija menor, y el exprimer ministro Aníbal
Torres. Aunque se desconocía el destino al que se dirigían, fue el jefe de escolta, Luis Alarcón Trujillo, quien comunicó a sus superiores en la Policía Nacional que la camioneta iba a la Embajada de México, ubicada en el distrito limeño de San Isidro.
🚨#LOÚLTIMO #URGENTE #GolpeDeEstado🚨| Así fue la detención de Pedro Castillo, tras disolver el Congreso de manera inconstitucional. Hecho se concretó en la cuadra 14 de la avenida Garcilaso de la Vega, en el Centro de Lima. pic.twitter.com/FFcr1ne203
— Vigilante (@VigilantePer) December 7, 2022
Así, la camioneta fue detenida en las avenidas Garcilaso de la Vega y España. Castillo fue trasladado a la sede de la Región Policial de Lima y por la noche fue llevado al cuartel Los Cibeles de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes), en el distrito de Rímac.
"Había una patrulla porque decían que se iba a ir a la Embajada, pero la verdad es que nunca llegó, no sé si era su intención", dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, el miércoles por la tarde.
En entrevista con la periodista Denise Maerker, Ebrard negó que Castillo se hubiese puesto en contacto con la Cancillería. No obstante, el ministro de Exteriores habló sobre la posibilidad de darle asilo al expresidente peruano. "Nosotros tenemos una política favorable al asilo, yo no creo que nos negaríamos. Si él lo pide, lo consideramos en sentido positivo", acotó.
"Ambiente de hostilidad"
La tarde del miércoles, López Obrador expresó que en el caso peruano, México se ceñía al principio de su política exterior de "no intervención y la autodeterminación de los pueblos".
Sin embargo, el mandatario consideró lamentable que, por intereses de las élites económicas y políticas, "la presidencia legítima" de Castillo tuvo "un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución".
"Ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio del pueblo", manifestó López Obrador.
Por su parte, la Fiscalía General de la Nación abrió una investigación contra Castillo por presunta comisión del delito contra los Poderes del Estado y Orden Constitucional, en la modalidad de rebelión, en agravio del Estado.