Rusia ha denunciado que las fuerzas ucranianas intentaron atacar anoche con drones una de las residencias del presidente ruso, Vladímir Putin, según ha asegurado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
En una rueda de prensa, el diplomático ruso aseguro que "el régimen de Kiev lanzó un ataque terrorista con 91 vehículos aéreos no tripulados de largo alcance" contra la residencia estatal de Putin en la región de Nóvgorod, durante la madrugada del 29 de diciembre. El ataque, destacan las agencias de prensa rusas, no dejó heridos.
Este supuesto ataque, asegura Moscú, obliga a Rusia a replantearse su postura respecto a las posiciones de paz. Aunque Lavrov ha asegurado que el Kremlin no tiene intención de retirarse de las conversaciones con Estados Unidos, Moscú debe "revisar" sus posiciones "dada la degeneración final del régimen criminal de Kiev, que ha virado hacia una política de terrorismo de Estado", ha asegurado el titular de Exteriores ruso.
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Según detalló escuetamente Lavrov sobre el ataque, que no dejó heridos, las defensas rusas destruyeron todos los drones, hasta 91, lanzados durante el ataque. Lavrov ha asegurado que las acciones de Kiev no quedarán impunes y aseveró que ya "se han determinado los objetibos de los ataques de represalia y el momento en el que las Fuerzas Armadas rusas los implementarán".
Además, el viceministro de Exteriores Alexandr Grushkó acusó a las autoridades de Kiev de cometer "provocaciones" para intentar frustrar las negociaciones de paz, cuando el proceso entra en una fase "delicada de búsqueda de soluciones".

