REPARAR VERSUS DESECHAR. EL PLAN DE SUECIA CONTRA EL CONSUMISMO.
muhimu.es-Napo Devesa.- Para comenzar esta nota quiero hacer primero una breve descripción de la obsolescencia programada, ¿qué es la obsolescencia programada u obsolescencia planificada? Es una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de la vida de un producto para incrementar su consumo.
La obsolescencia programada que se aplica hoy a productos electrónicos de última generación como impresoras o iPods, se aplicó también en la industria textil y automotriz.
De esta manera, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa (durante la fase de diseño de dicho producto) este se vuelve obsoleto o inservible.
También les paso dos animaciones que tratan este tema de manera muy divertida y didáctica: iDiots
Y Runaway que es más infantil. Ideal para ver con los niños (está en inglés pero es muy fácil de entender).
Bueno, ahora sí, ¿qué planea hacer Suecia contra el consumismo despilfarrador? El gobierno sueco quiere enfrentarse a la cultura de lo desechable reduciendo los impuestos sobre las reparaciones de todo tipo, desde lavarropas hasta electrodomésticos y bicicletas. El objetivo es que ya no tenga sentido desechar y volver a comprar objetos nuevos.
Foto: The Guardian
La coalición entre el Partido Socialdemócrata y el Partido Verde ha presentado la iniciativa en el parlamento, se pretende reducir del 25% al 12% de los impuestos sobre la reparación de bicicletas, ropa y calzado. También presenta una propuesta que permitirá desgravar sobre el IRPF sueco la mitad de la mano de obra pagada para reparar electrodomésticos como neveras, hornos, lavaplatos y lavadoras.
Según Per Bolund (ministro de Mercados Financieros y de Defensa del Consumidor) la “medida podría bajar sustancialmente los costos y de esa manera convertir la reparación de bienes en una práctica racionalmente económica”.
El plan de Suecia contra el consumo desaforado: bajar los impuestos sobre las reparaciones. Foto: el diario.es
El gobierno sueco confía en que la reducción de impuestos sobre los aparatos de uso doméstico estimule una nueva industria de servicio de reparación hogareña, generando así nuevos puestos de trabajo. “Hay un cambio de perspectiva en Suecia. Cada vez se hace más patente que tenemos que hacer durar más nuestros objetos para reducir el consumo de materiales”, dijo Per Bolund al periódico the Guardian.
Las nuevas medidas del gobierno sueco están en línea con el “Maker Movement”, el consumo colaborativo y la economía circular; tendencias internacionales de reducción del consumo que cuentan con muchos seguidores en Suecia.
Nuevos valores debemos anteponer para reemplazar los valores dominantes de consumismo, individualismo y despilfarro.
Esta iniciativa hace también hincapié en las famosa Regla de las tres erres (3R), una propuesta que pretende derivar en formas de consumo más responsable. Las 3R son: reducir, reutilizar y reciclar. Lo que particularmente me gusta del proyecto sueco es que aboga por moderar el consumismo, lo que finalmente se traduce en una reducción del impacto humano sobre el ambiente. Por otro lado, también se enfrenta a la practica empresarial de la obsolescencia planificada. Por último, es una idea que busca generar nuevos puestos de trabajo y estimular a los ciudadanos a ser participantes activos del buen uso y cuidado de los objetos. ¡Bien por Suecia!