Preferimos consultar la pantalla en lugar de a las personas que caminan a nuestro lado.
El mayor problema ya no es acceder a la información, sino saber si esa información es de calidad y cribar (elegir- decidir) qué es lo que realmente nos interesa y qué no.
Uno de los principales problemas que presenta la red es la ‘infoxicación” así como su falta la fiabilidad.
Antiguamente no era fácil escribir, publicar y difundir un libro, pero ahora cualquiera puede escribir una web sin acreditar los conocimientos necesarios sobre la materia, incluso en medicina.
Quizás porque es el que requiere un análisis más riguroso, el sector salud es uno de los más afectados por este fenómeno, siendo los pacientes sus principales perjudicados.
Cada día es más frecuente que las personas que presentan algún síntoma no duden en consultar primero en los principales buscadores las causas y consecuencias de su afección, dolor o mancha en la piel.
Esta práctica ya tiene su propio nombre, acuñado por los investigadores de Microsoft Reasearh Ryan White y Eric Horvitz: la cibercondría.
Se aplica para todos aquellos que utilizan internet para buscar síntomas o enfermedades, algo que se ha vuelto una práctica común. Sin embargo, se puede volver peligroso si lo realizamos reiteradamente.
Tal como ocurre con las personas hipocondríacas, es decir, que se autodiagnostican enfermedades, hoy en día existen los cibercondríacos: personas que se preocupan de manera excesiva por su salud y creen que están enfermos todo el tiempo.
Según la Fundación Fundeu, la cibercondría es “la preocupación obsesiva por la salud que lleva a consultar internet continuamente para confirmar enfermedades que se cree padecer, por lo general graves, o en busca de síntomas, efectos o posibles tratamientos“.
Es, por tanto, una especie de hipocondría digital que puede volverse muy peligrosa. El hecho de autodiagnosticarse puede desencadenar en problemas más graves.
Quizás porque es el que requiere un análisis más riguroso, el sector salud es uno de los más afectados por este fenómeno, siendo los pacientes sus principales perjudicados.
Cada día es más frecuente que las personas que presentan algún síntoma no duden en consultar primero en los principales buscadores las causas y consecuencias de su afección, dolor o mancha en la piel.
Esta práctica ya tiene su propio nombre, acuñado por los investigadores de Microsoft Reasearh Ryan White y Eric Horvitz: la cibercondría.
Se aplica para todos aquellos que utilizan internet para buscar síntomas o enfermedades, algo que se ha vuelto una práctica común. Sin embargo, se puede volver peligroso si lo realizamos reiteradamente.
Tal como ocurre con las personas hipocondríacas, es decir, que se autodiagnostican enfermedades, hoy en día existen los cibercondríacos: personas que se preocupan de manera excesiva por su salud y creen que están enfermos todo el tiempo.
Según la Fundación Fundeu, la cibercondría es “la preocupación obsesiva por la salud que lleva a consultar internet continuamente para confirmar enfermedades que se cree padecer, por lo general graves, o en busca de síntomas, efectos o posibles tratamientos“.
Es, por tanto, una especie de hipocondría digital que puede volverse muy peligrosa. El hecho de autodiagnosticarse puede desencadenar en problemas más graves.
La búsqueda de información médica en internet se basa más en la ansiedad que en la desconfianza hacia el médico, según otro estudio publicado hace un año por investigadores de la Universidad de California, Davis.
Para los expertos, esta enfermedad es preocupante y deben tomarse medidas al respecto. En primer lugar, es necesario comprender que no todas las personas reaccionan igual a los mismos síntomas. Además, al no estar avalados por profesionales, algunos sitios pueden informar de forma incorrecta. Por si fuera poco, tampoco podemos conocer la gravedad del problema a través de una pantalla.
En caso de querer consultar algún problema de salud en internet es necesario hacerlo en páginas confiables. Además, es sumamente importante entender que la información puede variar muchísimo según las personas. Por ello, es recomendable realizar una consulta médica con un especialista con el fin de evacuar las dudas y asegurarnos un correcto tratamiento (en caso de tener problemas de salud).
8 preguntas claves del autodiagnóstico
El autodiagnóstico es uno de los errores más cometidos en la sociedad que pueden desencadenar problemas realmente graves para los enfermos. Te dejamos 8 preguntas que deberías hacerte antes de tomar la decisión:
1. ¿Por qué desconfío de un profesional de la salud?
2. ¿Es porque me da respuestas que no quiero escuchar?
3. ¿Soy consciente de que las enfermedades no se manifiestan de igual forma en todas las personas?
4. Si cada cuerpo posee sus propias características, ¿no es mejor consultar a un profesional de la salud?
5. Si no estoy capacitado profesionalmente para diagnosticar a otros, ¿por qué creo que puedo autodiagnosticarme de forma responsable?
6. Ante la urgencia y la incertidumbre, ¿sirve de algo ese autodiagnóstico rápido?
7. ¿De verdad puedo tomar como fiables las respuestas arrojadas por los blogs o foros?
8. El autodiagnóstico es una acción peligrosa pero podría ser peor, ¿eres conscientes de los problemas derivados de la automedicación?
Recuerda: ante cualquier urgencia, acude inmediatamente a tu centro de salud o al hospital más cercano.
Thomas
A. Fergus. Cyberchondria
and Intolerance of Uncertainty: Examining When Individuals Experience
Health Anxiety in Response to Internet Searches for Medical
Information.
Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking (2013). DOI:
10.1089/cyber.2012.0671.
Xinyi
Hu, Robert A. Bell, Richard L. Kravitz, Sharon Orrange. The
Prepared Patient: Information Seeking of Online Support Group Members
Before Their Medical Appointments.
Journal of Health Communication (2012). DOI:
10.1080/10810730.2011.650828.