El autoproclamado pastor Paul Nthenge Mackenzie (C), que fundó la Iglesia Internacional de la Buena Nueva en 2003 y está acusado de incitar a los seguidores de la secta a morir de hambre "para encontrarse con Jesús".
GETTY IMAGES- Al menos 37 sospechosos han sido detenidos hasta el momento por estos hechos, que han conmocionado al país. |
Según la inspectora de la Policía de Kenia para la costa del país, Rhoda Onyancha, las excavaciones -reanudadas este lunes después de varias semanas paralizadas- aún no han terminado, por lo que el número de muertos puede seguir aumentando durante las próximas semanas.
Así, las autoridades kenianas siguen abriendo las fosas comunes y tumbas halladas en el bosque de Shakahola, en el condado costero de Kilifi.
Casi todos los cadáveres de la llamada "masacre de Shakahola" han sido exhumados en ese bosque, de más de 320 hectáreas, mientras sólo unos pocos murieron en un hospital después de ser rescatados por la gravedad de su estado.
El pasado 27 de junio, el patólogo jefe del Gobierno, Johansen Oduor, indicó que, de los 338 cuerpos examinados hasta esa fecha, 117 eran de menores y 201 de adultos, mientras que 20 se encontraban en un estado de descomposición demasiado avanzado para determinar la edad.
Estrangulamiento y asfixia
Las autopsias también evidenciaron que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de niños, además tenían rastros de estrangulamiento y asfixia.
El ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, culpó ayer las fuerzas de seguridad y la justicia kenianas de negligencia, al no tomar las medidas adecuadas frente a las denuncias presentadas en el pasado contra el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie.
Mackenzie, bajo custodia policial desde el pasado 14 de abril, lidera la Good News International Church (Iglesia Internacional de las Buenas Nuevas) y trabajó como taxista en el pasado.