
"Fue un acto de
vandalismo sin sentido, un crimen de lesa humanidad.
Debe ser calificado de
este modo, a través de involucrar a todas las instituciones internacionales, la
ONU incluida", aseguró el miembro del Comité parlamentario ruso de Defensa,
Frants Klintsévich, según recoge 'Rossiyskaya Gazeta'. Puntualizó que los
bombardeos no fueron una necesidad bélica y que EE.UU. solo aprovechó la
ocasión para intimidar a la URSS.

"De hecho, EE.UU.
intenta expulsar la memoria sobre Hiroshima y Nagasaki en la periferia del
diálogo en la sociedad y entre los expertos. Sin embargo, sin estas páginas
pesadas, la historia de la humanidad será incompleta y falsa", puntualizó
Narýshkin.
Los dos bombardeos
mataron instantáneamente al menos a 129.000 personas. Sin embargo, el saldo
final de las víctimas mortales no está claro a día de hoy. Se estima que en los
primeros 2-4 meses posteriores, los agudos efectos de los ataques —mayormente, quemaduras
y el síndrome de irradiación aguda— se cobraron entre 90.000 y 166.000 vidas en
Hiroshima y entre 39.000-80.000, en Nagasaki. Las estimaciones de víctimas
fatales de diferentes tipos de cáncer en los años posteriores suelen variar
entre 565 y 1.900.