Por
MONTSE ARBOIX . -
¿Amor o necesidad?
¿Cuál es la diferencia entre amar y depender? Parece que no es fácil definir
las finas líneas que a veces separan estos dos términos. Para Anna Ferre
Giménez, psicóloga y terapeuta Gestalt y de constelaciones, en una relación
basada en el amor, "dos personas están juntas por el placer de compartir
con el otro aquello que cada uno es y que le hace sentir bien consigo mismo, no
para que el otro le proporcione lo que uno siente -de manera consciente o
inconsciente- que le falta en su vida". Así, la persona que vive una
relación con amor -situación distinta del enamoramiento- se siente completa,
libre y puede recibir y dar bienestar a su pareja en una relación de
intercambio entre iguales.
Sin embargo, la
dependencia surge del miedo a no valer suficiente, no poder vivir solo, estar
incompleto, morir si el otro se va... Este apego patológico crea relaciones
desequilibradas, conflictivas o superficiales en las que no es posible
desarrollar el potencial personal creativo. "A veces, aunque menos
conocido, una persona dependiente se muestra segura, pero, en realidad, bajo
esa -falsa- apariencia de seguridad, es incapaz de sentir amor e intimidad, de
relacionarse desde un plano de igualdad con el otro", comenta la
psicóloga.
Pero, como en la
mayoría de las cosas, no todo es blanco o negro, amar o depender. Hay grados de
dependencia, y es fundamental que uno detecte cómo le afecta un tipo de
relación así en su vida y de qué manera impide un desarrollo personal sano.