Al incluir la bioenergía en los objetivos de energía renovable, la UE está promoviendo directa e indirectamente subsidios para la misma, al considerarla una alternativa sostenible a los combustibles fósiles.Más aún, la bioenergía a gran escala está lejos de ser sostenible, ya que depende de una gran expansión de la agricultura industrial, de plantaciones de monocultivos de árboles, y de la tala industrial. Estas actividades industriales agotan y contaminan los suelos y el agua, destruyen los bosques, pastizales y humedales, y destruyen los medios de vida de muchos millones de personas sobre todo en el Sur global.






