Los
astrónomos han descubierto un sistema de siete planetas del tamaño
de la Tierra a sólo 40 años luz de distancia.
Utilizando
telescopios basados en tierra y en el espacio, incluyendo el VLT
(Very Large Telescope) de ESO, todos los planetas fueron detectados
cuando pasaban delante de su estrella, la estrella enana ultrafría
conocida como TRAPPIST-1.
Según el artículo que aparece hoy en la
revista Nature, tres de los planetas se encuentran en la zona
habitable y podrían albergar océanos de agua en sus superficies,
aumentando la posibilidad de que el sistema pudiese acoger vida.
Este
sistema encontrado tiene tanto el mayor número de planetas del
tamaño de la Tierra como el mayor número de mundos que podrían
contar con agua líquida en sus superficies.
eso.org.-
Utilizando
el telescopio TRAPPIST–Sur,
instalado en el Observatorio La Silla, el Very
Large Telescope (VLT),
en Paranal, y el telescopio
espacial Spitzer de la NASA,
así como otros telescopios del mundo [1],
los astrónomos han confirmado la existencia de, al menos, siete
pequeños planetas orbitando la estrella enana roja
fría TRAPPIST-1 [2].
Todos los planetas, nombrados como TRAPPIST-1b, c, d, e, f, g y h, en
orden creciente de distancia de su estrella, tienen tamaños
similares a la Tierra [3].
Los
astrónomos observaron los cambios en la emisión de luz de la
estrella causados por cada uno de los siete planetas que pasan
delante de ella —
un evento conocido como tránsito — y esto les permitió extraer
información acerca de sus tamaños, composiciones y órbitas [4].
Descubrieron que, al menos los seis planetas interiores, son
comparables a la Tierra en cuanto a tamaño y temperatura.
El
autor principal, Michaël Gillon, del Instituto STAR en
la Universidad
de Lieja (Bélgica)
está encantado con los resultados: "Se
trata de un sistema planetario sorprendente, no sólo porque hayamos
encontrado tantos planetas, ¡sino porque son todos asombrosamente
similares en tamaño a la Tierra!".
Con
tan solo el 8% la masa del Sol, TRAPPIST-1 es muy pequeña en
términos estelares (solo un poco más grande que el planeta Júpiter)
y, aunque está relativamente cerca de nosotros, en la constelación
de Acuario (el
aguador), es muy tenue.
Los astrónomos esperaban que este tipo de
estrellas enanas pudieran albergar muchos planetas del tamaño de la
Tierra en órbitas apretadas, convirtiéndolas en objetivos
prometedores para la búsqueda de vida extraterrestre, pero
TRAPPIST-1 es el primer sistema de este tipo descubierto.
El
coautor Amaury Triaud amplía la información: "La
emisión de energía de estrellas enanas como TRAPPIST-1 es mucho más
débil que la de nuestro Sol. Para que hubiera agua en sus
superficies los planetas tendrían que estar en órbitas mucho más
cercanas que las que podemos ver en el Sistema Solar.
Afortunadamente, parece que este tipo de configuración compacta ¡es
lo que estamos viendo alrededor de TRAPPIST-1!".
El
equipo determinó que todos los planetas del sistema son similares en
tamaño a la Tierra y a Venus, o un poco más pequeños. Las
mediciones de densidad sugieren que, al menos, los seis planetas de
la zona más interna son probablemente rocosos en
su composición.
JPL-Caltech
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Sin embargo, el pequeño tamaño de TRAPPIST-1 y su baja temperatura
significan que la energía que proporciona a sus planetas es similar
a la recibida por los planetas interiores de nuestro Sistema Solar;
TRAPPIST-1c, d y f reciben cantidades similares de energía que
Venus, la Tierra y Marte, respectivamente.
Los
siete planetas descubiertos en el sistema podrían, potencialmente,
tener agua líquida en sus superficies, aunque sus distancias
orbitales hacen que esto sean más probable en algunos de los
candidatos que en otros.
Los modelos climáticos sugieren que los
planetas más interiores, TRAPPIST-1b, c y d, son probablemente
demasiado calientes para albergar agua líquida, excepto tal vez en
una pequeña fracción de sus superficies. La distancia orbital del
planeta más externo del sistema, TRAPPIST-1h, no se ha confirmado,
aunque es probable que sea demasiado distante y frío para albergar
agua líquida — suponiendo que no esté teniendo lugar ningún
proceso de calentamiento alternativo [5].
TRAPPIST-1e, f y g, sin embargo, representan el santo grial
para los astrónomos cazadores de planetas, ya que orbitan en la zona
habitable de
la estrella y podrían albergar océanos de agua en sus
superficies [6].
Estos
nuevos descubrimientos hacen del sistema de TRAPPIST-1 un objetivo
muy importante para futuros estudios.
El Telecopio
Espacial Hubble de NASA/ESA ya
está siendo utilizado para buscar atmósferas alrededor de los
planetas y el miembro del equipo, Emmanuël Jehin, está entusiasmado
con las futuras posibilidades: "Con
la próxima generación de telescopios como el E-ELT (European
Extremely Large Telescope de
ESO), y el telescopio espacial JWST (NASA/ESA/CSA
James Webb Space Telescope)
pronto podremos buscar agua e incluso pruebas de vida en estos
mundos".