Eso es porque el último hallazgo de Hubble confirma una persistente discrepancia que muestra que el universo se expandirá más rápido ahora de lo que se esperaba de su trayectoria poco después del Big Bang. Los investigadores sugieren que puede haber nueva física para explicar la incoherencia.
"La comunidad realmente está tratando de comprender el
significado de esta discrepancia", dijo el investigador principal y Premio
Nobel Adam Riess del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (STScI) y la
Universidad Johns Hopkins, ambos en Baltimore, Maryland.
El equipo de Riess, que incluye a Stefano Casertano, también de
STScI y Johns Hopkins, ha utilizado el Hubble en los últimos seis años para
refinar las mediciones de las distancias a las galaxias, usando sus estrellas
como marcadores de milepost. Esas mediciones se usan para calcular qué tan
rápido se expande el universo con el tiempo, un valor conocido como la
constante de Hubble. El nuevo estudio del equipo amplía la cantidad de
estrellas analizadas a distancias hasta 10 veces más alejadas del espacio que
los resultados previos de Hubble.
Pero el valor de Riess refuerza la disparidad con el valor
esperado derivado de las observaciones de la expansión del universo temprano,
378,000 años después del Big Bang: el evento violento que creó el universo
aproximadamente hace 13.800 millones de años. Esas mediciones fueron
hechas por el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea, que mapea el
fondo de microondas cósmico, una reliquia del Big Bang. La diferencia
entre los dos valores es alrededor del 9 por ciento. Las nuevas mediciones
de Hubble ayudan a reducir la posibilidad de que la discrepancia en los valores
sea una coincidencia de 1 en 5,000.
El resultado de Planck predijo que el valor constante de Hubble
ahora debería ser de 67 kilómetros por segundo por megaparsec (3,3 millones de
años luz), y no podría ser superior a 69 kilómetros por segundo por
megaparsec. Esto significa que por cada 3,3 millones de años luz más
lejanos una galaxia es de nosotros, se está moviendo a 67 kilómetros por
segundo más rápido. Pero el equipo de Riess midió un valor de 73
kilómetros por segundo por megaparsec, lo que indica que las galaxias se mueven
a un ritmo más rápido que lo que implican las observaciones del universo
temprano.
Los datos de Hubble son tan precisos que los astrónomos no pueden
descartar la brecha entre los dos resultados como errores en una única medida o
método. "Ambos resultados se han probado de múltiples maneras, por lo
que salvo una serie de errores no relacionados", explicó Riess, "es
cada vez más probable que esto no sea un error sino una característica del universo".
Explicando una Discrepancia Vexing
Riess delineó algunas posibles explicaciones para la falta de
coincidencia, todas relacionadas con el 95 por ciento del universo que está
envuelto en la oscuridad. Una posibilidad es que la energía oscura, que ya
se sabe que está acelerando el cosmos, puede alejar a las galaxias una de la
otra con una fuerza incluso mayor o creciente. Esto significa que la
aceleración misma puede no tener un valor constante en el universo, sino que
cambia con el tiempo en el universo. Riess compartió un Premio Nobel por
el descubrimiento de 1998 del universo en aceleración.