Seis países de América Latina celebrarán elecciones presidenciales durante este año. Se trata de Argentina, Uruguay, Bolivia, Panamá, Guatemala y El Salvador.
Si bien el último año se llevaron a cabo
elecciones muy importantes como las de México y Brasil (los dos países más
poblados e importantes económicamente) –donde además cambió el signo
político del Gobierno, con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador y
Jair Bolsonaro, respectivamente–, y Colombia, donde se impuso Iván Duque, las
de 2019 no dejan de ser relevantes en un escenario regional en
permanente reconfiguración.
El progresismo y la izquierda buscarán
mantenerse en el poder en Bolivia, Uruguay y El Salvador, mientras que partidos
conservadores y neoliberales harán lo propio en Argentina, Panamá y Guatemala.
En algunos casos el resultado parece ser más o menos certero, pero en
otros la disputa está abierta y cualquier cambio
podría reacomodar la geopolítica latinoamericana.
¿Qué pasaría si Evo Morales no logra
seguir al frente de su revolución democrática y cultural en Bolivia? ¿Y si en
Argentina el Gobierno de Mauricio Macri es derrotado
por una fuerza liderada por la expresidenta Cristina
Fernández de Kirchner? ¿Cómo afectará el fenómeno de la migración
centroamericana hacia EE.UU. a las nuevas políticas que se apliquen en El
Salvador y Guatemala?
1. El Salvador
La primera contienda electoral se dará
el 3 de febrero en El Salvador, donde las
encuestas auguran una posible sorpresa. Ni el gobernante Frente Farabundo Martí
de Liberación Nacional (FMLN), en el poder desde 2009, ni la oposición
derechista de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), lideran las
intenciones de voto.
El favorito es el exalcalde de la capital, San
Salvador, Nayib Bukele. Este político de
37 años podría convertirse en el presidente más joven del país por la Gran
Alianza por la Unidad Nacional (GANA). Expulsado del FMLN,
Bukele fundó este nuevo espacio y se acercó a los postulados de ARENA, aunque
mantiene su autonomía y un discurso de lucha contra la corrupción.
En caso de que ningún candidato triunfe en
primera vuelta, el balotaje se llevará a cabo el 10 de marzo.
La elección estará atravesada por la situación
de violencia y pobreza que atraviesa el país. La
acción de las pandillas conocidas como 'maras' azota desde hace años el
territorio salvadoreño. A esto se suma que, si bien su economía ha crecido, lo
ha hecho a un paso muy lento sin capacidad de resolver las problemáticas sociales.
Es por eso que sus habitantes son parte de las ya famosas caravanas
migrantes hacia los EE.UU.
2. Panamá
Con un escenario parejo, los panameños irán a
las urnas el 5 de mayo. De allí saldrá un
ganador, sin importar el porcentaje, ya que el país es uno de los cinco de
América Latina donde no existe la segunda vuelta electoral. Tampoco la hay en
México, Paraguay, Venezuela y Honduras.
De momento los principales contendientes son
tres: José Isabel Blandón, del gobernante Partido Panameñista; Rómulo Roux, del
Cambio Democrático (CD); y Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario
Democrático, fundado por el histórico líder militar Omar Torrijos.
Las particularidades de la campaña electoral
estarán dadas porque durará 60 días, luego de la
aprobación de una nueva ley electoral.
A su vez, se especula con el lugar que
ocupará Ricardo Martinelli. El
expresidente (2009 - 2014), vinculado a distintos casos de corrupción y en
prisión desde mediados de 2018 por una causa de escuchas
ilegales, busca presentarse como candidato independiente a la alcaldía de la
capital y también es candidato a diputado por el CD, pero no se descarta que
Roux le ofrezca ser su compañero de fórmula.
3. Guatemala
El escenario guatemalteco es aún más incierto.
El 19 de junio se llevará a cabo una elección en
un país atravesado por sucesivas crisis de
corrupción, que tuvieron su punto más álgido en la renuncia del entonces
presidente Otto Pérez Molina en 2015.
El actual mandatario Jimmy
Morales se encuentra envuelto en una disputa con la
Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIG). Esta entidad, formada de
común acuerdo entre el Gobierno y la ONU, busca investigar los distintos
delitos de corrupción en el país. Sin embargo, Morales viene denunciando hace
meses que la CICIG se ha "extralimitado" en sus funciones y se
convirtió en una "amenaza para la paz", por lo que ha expulsado
del país a varios de sus integrantes.
En ese marco, las chances electorales del
oficialismo son difusas y, de ser necesario, la segunda vuelta se disputará el
18 de agosto.
En la vereda de enfrente habrá viejos opositores con los
que Morales (que no puede volver a presentarse) compitió en 2015 como la
empresaria y exesposa del presidente Álvaro Colom, Sandra Torres; el tres veces
candidato Alejandro Giammattei, que fundó un nuevo partido llamado Vamos; y
Zury Ríos, hija del fallecido expresidente de facto y condenado por
genocidio, Efraín Ríos Montt. También se estima que, por fuera de los partidos
políticos tradicionales, pueda emerger con fuerza la
ex fiscal general Thelma Aldana, aunque aún no ha manifestado
si será o no candidata.
Si bien se trata de la economía más grande de
Centroamérica, se ubica dentro de los países con mayores niveles de desigualdad en
Latinoamérica. Posee altos índices de pobreza –particularmente en zonas rurales
y entre poblaciones indígenas– y con algunas de las tasas de desnutrición
crónica y de mortalidad materno-infantil más altas en la región, según datos del Banco Mundial.
4. Uruguay
El 27 de octubre el pequeño
país de 3 millones de habitantes elegirá si va por un nuevo mandato del
progresista Frente Amplio (gobernante desde 2004) o se inclina por el
conservador Partido Nacional. Si ninguna lista obtiene la mitad más uno de los
votos, se realizará un balotaje el 24 de noviembre.
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Al estar a tantos meses, ninguna de las
organizaciones contendientes ha elegido sus candidatos. Sin embargo, ya se sabe
que el oficialismo no contará con el actual presidente, Tabaré Vázquez, quien anunció su retiro de
la política, al igual que su antecesor, José Mujica.
En principio todo parece indicar que, si no
hay alguna sorpresa, el frenteamplismo se mantendrá en el
poder, reteniendo uno de los bastiones del progresismo latinoamericano
en el siglo XXI.
5. Argentina
Al otro lado del Río de la Plata, los
argentinos votarán el mismo día que sus vecinos orientales,
pero antes lo harán en las llamadas
Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se realizarán el
11 de agosto. Se trata de una elección clave ya que se dirime la continuidad
del experimento neoliberal de Mauricio Macri, que llegó al Gobierno en 2015 y
que tuvo un 2018 con varios problemas económicos.
Entre ellos se destaca una inflación que
ronda el 45%, un incremento de la pobreza y una devaluación
del peso respecto al dólar del más del 100%, que llevaron
a un endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por
57.000 millones de dólares.
Si bien no se oficializó aún ninguna
candidatura, se estima que el actual presidente busque la reelección como
candidato de la alianza Cambiemos. En el horizonte aparece como su principal
contendiente, hasta el momento, la senadora y expresidenta
(2007 - 2015), Cristina Fernández de Kirchner.
No obstante, la dirigente afronta actualmente una serie de causas
judiciales en su contra con pedidos de detención incluidos. Sin embargo,
al contar con fueros parlamentarios, no puede ser arrestada.
Las posibilidades de esta última de aglutinar
a gran parte de la oposición podrían llevar a unos
comicios con resultado incierto. A su vez, abrirían la puerta al posible
regreso de un gobierno progresista en uno de los países más importantes de
América del Sur, lo que supondría un contrapeso al reciente triunfo de Jair
Bolsonaro en Brasil.
6. Bolivia
Las únicas elecciones aún sin fecha son las
bolivianas, sin embargo, se sabe que se realizarán durante
el mes de octubre. Si bien Evo Morales, en la Presidencia desde
2006, se ha mantenido todos estos años en el poder gracias a sus éxitos
económicos y sociales, puede que sean sus comicios más difíciles desde que
asumió el cargo.
En primer lugar, por la forma en que accedió a
una nueva candidatura. Luego de perder un referéndum a
comienzos de 2016, donde se planteaba ir por un cuarto mandato consecutivo
(tercero desde que se reformó la Constitución en 2009), el Tribunal
Constitucional finalmente habilitó a Morales a postularse para gobernar
hasta 2025. Esta resolución generó algunas protestas por ir en
contra de lo votado en las urnas tiempo atrás.
Además, si bien falta mucho, los sondeos lo
ubican cabeza a cabeza en una eventual contienda contra el expresidente
Carlos Mesa. De todas formas, es pronto para hacer
especulaciones, ya que la oposición en Bolivia hace años que se encuentra muy
dividida y no ha logrado unificarse en una candidatura que pueda ser realmente
competitiva.