¿Cómo son las terapias con animales?

Para qué sirven, cuándo son útiles y otras respuestas sobre estos programas asistidos sobre todo con perros o caballos

 EROSKI-Por EVA SAN MARTÍN
  
La terapia asistida con animales, sobre todo perros y caballos, es un apoyo a la labor que hacen médicos y terapeutas. Los animales motivan a los enfermos y, además, ayudan al psicólogo o terapeuta humano a hacer mejor su trabajo. "Los animales pueden ayudar de diferentes maneras; dependiendo del usuario y de la sesión, tomarán distintos papeles", dice Alba Dorda, psicóloga especialista en terapias con animales de la Fundación Bocalán. Unas veces contribuyen a realizar ejercicios, mientras que en otros momentos sirven para animar a la persona a expresar sus emociones. Este artículo contesta algunas de las dudas frecuentes sobre la terapia asistida con animales.

¿Para qué sirve la terapia con animales?

Las terapias asistidas con animales aportan beneficios cognitivos, emocional-afectivos, físicos y hasta a nivel social. Los perros "psicólogos" pueden favorecer la autoestima, la atención y la concentración de los participantes, la comunicación, la empatía, la memoria, la tolerancia a la frustración, la actividad física, la ejecución y la resolución de problemas. También aumentan la motivación e, incluso, ayudan a disminuir la ansiedad y los miedos, además de aportar mucho amor y compañía.
Esta eficacia la confirma la psicopedagoga Ana Villalobos, de la Asociación Española de Terapias Asistidas con Animales y Naturaleza (Aetana). Los animales de terapia, apunta, "pueden hacer sonreír a quienes nunca lo han hecho" y el paciente responde mejor, porque el animal mira "y nunca nos va a juzgar".
Para algunos enfermos, como las personas con depresión, tener un perro terapeuta hasta les permite reducir las dosis de tratamientos farmacológicos, como concluye un estudio realizado por el Hospital de Torrejón, donde se realizan este tipo de terapias con animales.

¿Quién puede beneficiarse?

Entre otras cosas, las terapias con animales se utilizan para tratar a pacientes con:
·         Trastornos mentales (depresión, esquizofrenia, trastornos bipolares).
·         Discapacidad intelectual (niños con autismo o síndrome de Down, entre otros).
·         Trastornos del desarrollo de la conducta (déficit de atención, hiperactividad).
·         Situación de riesgo social (víctimas de violencia de género, personas sin hogar, adolescentes bajo la tutela del Gobierno).
·         Adicciones (alcohol, drogas).

Terapeutas de cuatro patas: perros y caballos

Los animales "terapeutas" son fundamentalmente perros y caballos, que deben estar muy bien entrenados y ser predecibles.
Pero no todos los canes sirven para estas terapias. Los mejores terapeutas son los que aprenden más rápido y se concentran mejor. Antes que la raza, lo que cuenta es, ante todo, la personalidad del animal. En este sentido, la asociación Hydra, por ejemplo, hace terapias con mascotas rescatadas que han sido abandonadas. Así, además de hacer una labor social, ayuda a los animales sin hogar.

Imagen- Animal Rescue League of Berks County
También se hacen terapias con otros animales más curiosos como aves, conejos y cobayas. Pero hay que entrenarlos muy bien, y desde muy pequeños, porque se estresan con mucha facilidad.
Y aunque a veces se utilizan delfines y leones marinos, los expertos en ética animal cuestionan su participación en estas terapias, ya que son animales salvajes que no deberían estar en cautividad ni someterse a ejercicios.
Gatos: no son buenos terapeutas profesionales
Adoptar un gato es la mejor terapia: los mininos nos quieren, son geniales compañeros de vida y los científicos han demostrado que ayudan a bajar la tensión arterial y nos hacen más felices. Pero no son, sin embargo, buenos terapeutas profesionales, ya que son animales muy territoriales, que no llevan bien los cambios. Y es que trasladarlos de un sitio a otro para estar con los pacientes, como se hace con los perros, les estresa y les sienta fatal.
Pero estos animales participan en programas educativos de lectura con niños cuando son los pequeños los que acuden al centro de adopción felino, donde se realiza la actividad. Los niños se sienten motivados a leer y los gatos tienen compañía y aprenden a disfrutar de la gente. Un beneficio mutuo.
¿Cómo se escoge al psicólogo peludo?
Imagen- Pixabay
Lo habitual es entrevistar al paciente o afectado, así como a su familia, para determinar el método más adecuado y escoger al animal idóneo. Y muy importante: el animal debe disfrutar durante las sesiones.

Animales en hospitales

Este tipo de terapia con animales es reciente en los centros sanitarios, mientras que en Bélgica, por ejemplo, el 80 % de los hospitales públicos cuenta con programas de este tipo. Aun así, los buenos resultados han hecho que cada vez más equipos médicos se interesen por ofrecer intervenciones con animales.
Los médicos que realizan terapias con perros para niños hospitalizados, incluso han estudiado los beneficios de estos doctores peludos. En su informe concluyen que la presencia de canes de terapia ayuda a "tranquilizar y distraer a los pequeños en los momentos críticos", como cuando hay que colocar una vía. Y no solo eso. Los animales recorren las salas de espera de las consultas de este centro para interaccionar con los menores y sus familias y hacerles divertida y agradable la espera.

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