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Fundamentos
ideológicos
Como bien se sabe, la
división entre chiitas y sunitas se debió a la cuestión de la sucesión tras la
muerte de Mahoma. Tras tres califas, se produjo un problema cuando un grupo
(los chiitas) estaban a favor del primo y yerno del profeta Alí, mientras que
los sunitas estaban del lado del miembro del clan de Omeya y gobernador de
Siria, Muawiya.
actualidad.rt
- La disputa dio lugar a la primera fitna, o guerra civil entre
los musulmanes. El conflicto se agravó por la muerte de Alí y su hijo Husayn. A
este último se lo conmemora hasta hoy en día como un mártir en la fiesta chiita
Ashura.
Las dos ramas
principales de los musulmanes están de acuerdo en cuanto a los pilares del
islam. Sus diferencias se encuentran principalmente en el marco de la tradición
y algunos conceptos teológicos, así como algunas cuestiones políticas, como por
ejemplo, la legitimidad del califato. Los sunitas opinan que el califa debe ser
elegido por votación de la Umma de la tribu Quraish, de la que provino Mahoma.
Los chiitas, a su vez, están a favor del imanato, en la que el imán sólo puede
ser un descendiente o pariente de Mahoma.
Diferencias étnicas
A las diferencias
religiosas se han sobrepuesto las diferencias étnicas, ya que el sunismo es,
principalmente, la religión de los árabes, y el chiismo, de los persas, aunque
existen numerosas excepciones, señala el portal Lenta.ru, que ha intentado
indagar más sobre las verdaderas diferencias que separan las dos ramas del
islam y que las hacen combatir hasta la actualidad.
Hoy en día, el centro
del chiismo se encuentra en Irán, mientras que veinte países árabes, excepto
Baréin e Irak, son de mayoría sunita. Son también sunitas miembros de varios
movimientos radicales que operan en Siria e Irak, incluidos los milicianos del
Estado Islámico. El medio ruso señala que la situación se complica aún más por
la presencia de ambas ramas en algunos países, como por ejemplo, la región
Juzistán en Irán, habitada por sunitas, o la importante presencia de los
chiitas en Baréin.
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Crisis yemení
Actualmente, uno de
los conflictos más prominentes con una marcada oposición entre las dos ramas
del islam es Yemen, donde este año han tenido lugar unos violentos
enfrentamientos entre los rebeldes hutíes, chiitas, concentrados en el suroeste
del país, y los partidarios del presidente Abd Rabdo Mansur Hadi, quien a su
vez abandonó el país tras la caída de la capital Saná. Mientras que algunos
acusan a Irán de prestar apoyo a los hutíes, la coalición liderada por Arabia
Saudita desde hace varios meses realiza ataques aéreos a gran escala contra las
posiciones de los rebeldes.
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Irak
A lo largo de muchos
años, Irak estuvo gobernado por sunitas, pese a que la mayoría del país era
chiita. No obstante, tras el derrocamiento de Sadam Husein, al poder llegaron
los chiitas, de modo que los sunitas se convirtieron en una minoría. No es de sorprender,
señala Lenta.ru, que cuando empezaron a surgir los sunitas radicales del Estado
Islámico, al principio consiguieron sin dificultad apoderarse de los
territorios habitados por los representantes de la misma rama del islam.
Lo interesante es que
antes de la intervención de EE.UU. en Irak, la división religiosa tenía un
papel secundario, indica el portal. Según ha señalado el especialista ruso
Veniamín Popov, durante la guerra entre Irán e Irak, "en primer lugar
estaba la cuestión de la ciudadanía, y no de la fe". Fue después de que a
los oficiales sunitas de Sadam Husein se les prohibiera servir en el Ejército
del nuevo Irak cuando empezaron a unirse a las filas de los islamistas en masa.
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¿Es verdaderamente
decisiva la cuestión religiosa?