En agosto de 2016, un grupo de 'hackers' conocido como 'The Shadow Brokers' anunció que había robado numerosas armas cibernéticas de la NSA.
La Agencia de Seguridad
Nacional (NSA), el organismo de Inteligencia más grande y secreto
de EE.UU., lleva 15 meses sin poder recuperarse de la mayor fuga de datos de su
historia y sin lograr identificar a los culpables, según se desprende de un
nuevo artículo de The New
York Times.
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En agosto de 2016, un grupo de
'hackers' conocido como 'The Shadow Brokers' declaró que había robado numerosas armas cibernéticas de
la NSA, es decir, los programas maliciosos que utilizan los propios agentes
para labores de ciberespionaje.
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Las costosas herramientas fueron
primero puestas a la venta a las entidades que estuvieran interesadas y
fueron luego publicadas en acceso
abierto.
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Según el artículo, la
filtración de las armas cibernéticas "ha dañado la moral" de la
agencia, ha ralentizado las operaciones de Inteligencia y ha resultado en
ataques de piratería contra empresas y civiles en todo el mundo.
La caza del topo
En más de un año de la
investigación, los servicios especiales aún no han podido establecer quién
estuvo detrás de la fuga: si los 'hackers' piratearon el sistema de la NSA o si
los datos fueron robados o filtrados accidentalmente por algún empleado de la
agencia.
Fuentes de The New York
Times cercanas a la NSA revelan que "la caza del topo" ―la
investigación interna para buscar al posible delator― ya ha afectado a muchos
empleados, creando "un
ambiente de sospecha y ansiedad" en el interior de la
agencia.
"Un desastre en múltiples niveles"
"Es un desastre en
múltiples niveles", se lamentó Jake Williams, un experto en ciberseguridad
que trabajó anteriormente en el grupo de piratería de la NSA. Según Williams,
"es vergonzoso" que las personas responsables de la fuga aún
"no hayan sido llevados ante la justicia".
A su vez, el exdirector de
la CIA, Leon Panetta, estimó que estas filtraciones
"han sido increíblemente
dañinas para nuestra Inteligencia y capacidades
cibernéticas".
El exjefe de la CIA
explica que el "propósito fundamental" de estas agencias es
"poder penetrar eficazmente a nuestros adversarios para reunir
inteligencia vital", algo que "por su propia naturaleza" solo
funciona "si se mantiene el secreto y nuestros códigos están
protegidos".
Cuando se produce una fuga
de herramientas de Inteligencia como esta, "esencialmente tienes que
comenzar de nuevo", afirma Panetta.