Una investigación de PanAm Post vincula a Rossana Barrera y Kevin Rojas, encargados del manejo de la estadía de los militares venezolanos en Colombia, con malversación de fondos y fraude.
Juan Guaidó en Caracas, 14 de mayo de 2019.- Ivan Alvarado - Reuters
Este viernes 14 de junio el secretario general
de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, instó a investigar
y esclarecer graves cargos formulados en una investigación periodística de PanAm Post sobre
la supuesta apropiación de fondos para la ayuda humanitaria por parte de los
representantes del autoproclamado "presidente encargado" de
Venezuela, Juan Guaidó, en Colombia.
Almagro solicitó que se determinen las
responsabilidades y se exija la rendición de cuentas. "No hay
democratización posible bajo la opacidad de actos de corrupción", escribió
en su cuenta de Twitter.
El reporte en cuestión es el artículo del editor en jefe y columnista del PanAm Post, Orlando Avendaño, titulado 'Enviados de Guaidó se apropian de fondos para ayuda humanitaria en Colombia', en el que denuncia que los representantes del líder opositor en Colombia, Rossana Barrera y Kevin Rojas, encargados de la atención a los venezolanos que ingresan en territorio del país vecino en busca de ayuda y refugio, se rodearon de lujos malversando los fondos que estaban a su disposición e inflando las cifras de los militares desertores.Solicitamos a jurisdicción competente investigación esclarecedora de graves cargos aquí formulados, determinar responsabilidades y exigir rendición de cuentas. No hay democratización posible bajo la opacidad de actos de corrupción. https://t.co/3P9y5G75lI— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 14 de junio de 2019
Avendaño detalla que ambos son militantes del
partido Voluntad Popular, pero Barrena encima es la cuñada
del diputado Sergio Vergara de dicho partido, quien es
considerado la mano derecha de Guaidó después de la detención de Roberto
Marrero por parte del Gobierno de Nicolás Maduro.
Después del intento de ingresar ayuda
humanitaria al territorio venezolano el pasado 23 de febrero y los posteriores
violentos enfrentamientos en la frontera, los militares que se pusieron de lado
de Guaidó fueron alojados en siete hoteles de Cúcuta, dos de los cuales ―el
Ácora y el Vasconia― tenían que ser pagados por la oposición de
Venezuela representada por Guaidó, descubrió Avendaño, mientras del pago de
otros hoteles estaba encargado el Gobierno de Colombia y la Agencia de las
Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que abonó por el Hampton Inn y el
Villa Antigua, entre otros.
El número de militares reportados por el
Gobierno de Guaidó constituyó 1.285 funcionarios para abril y
su estadía no dejaba precisamente una buena impresión: según reporta el autor
del artículo, acudían a los servicios de prostitutas, abusaban de alcohol, se
involucraban en actos violentos y exigían cada vez más.
Cuentas que no cuadran
Un desertor militar venezolano tras el desalojo de un hotel en Cúcuta, 15 de mayo.- - |
A principios de mayo, el hotel Ácora no
recibió el pago programado, con lo cual para el día 6 la
deuda constituyó unos 20.000 dólares, por lo que decidió
finalmente desalojar a los 65 militares junto
con sus familiares.
La inteligencia colombiana habría sido la
primera en fijarse en las anomalías en los gastos de Barrera y Rojas: las
facturas y talonarios obtenidos por Avendaño evidenciaron que se gastaban mil
dólares en hoteles y discotecas por noche, mil dólares en
bebida y comidas, y también se dejaban grandes sumas en caras
tiendas de ropa de Bogotá y Cúcuta. "Reportes de
alquiler de vehículos y pagos en hoteles a sobreprecio. Plata que fluía. Mucha
plata", apunta el periodista.
Para demostrar la veracidad de sus palabras,
el editor en jefe de PanAm Post adjuntó documentos acerca de los pagos y
facturas detalladas con las sumas gastadas y cuentas por pagar.
Engaño con la cena benéficaSolicitamos a jurisdicción competente investigación esclarecedora de graves cargos aquí formulados, determinar responsabilidades y exigir rendición de cuentas. No hay democratización posible bajo la opacidad de actos de corrupción. https://t.co/3P9y5G75lI— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) 14 de junio de 2019
Además, el autor de la investigación reporta
que Barrera y Rojas trataron de organizar una cena benéfica en el lujoso
restaurante Pajares Salina, en la
urbanización de Chicó Norte en Bogotá para recaudar fondos para el
mantenimiento de los militares y sus familias, y enviaron invitaciones a las
Embajadas a nombre de la representación venezolana encabezada por el embajador
de Guaidó, Humberto Calderón Berti.
El evento no se concretó porque miembros de
dicha representación oficial se percataron de ello y notificaron a otras
Embajadas que no tenían nada que ver con aquella cena benéfica.
Familiares de un desertor militar venezolano tras el desalojo de un hotel en Cúcuta, 15 de mayo. - |
Avendaño también señala que la cifra
proporcionada por los representantes de Guaidó a Iván Duque de que en Cúcuta
había 1.450 militares no correspondió con la de la
inteligencia colombiana, que evaluó que en realidad eran unos
700 funcionarios, y que Barrera y Rojas habían inflado el
número de desertores.
Un miembro de la inteligencia colombiana le
contó que el Gobierno de Guaidó en Caracas fue avisado de los hechos y aseguró
que Leopoldo López y el propio Guaidó se enteraron de todos los actos de
Barrera y Rojas. Ambos fueron posteriormente apartados de sus cargos, pero
contaron con "una defensa a ultranza"
desde Caracas, con amenazas e intentos de responsabilizar de todo a la Embajada
de Calderón Berti, según el periodista.
El destino de la ayuda humanitaria
Barrera y Rojas también eran responsables del
manejo de la ayuda humanitaria de distintos países estacionada en Cúcuta. En
ese sentido, Avendaño menciona otro nombre, el de Miguel
Sabal, que tenía que supervisar todo lo que estaba relacionado
con USAID.
Tres fuentes confirmaron al periodista bajo
condición de anonimato que se dañó al menos el 60 % de los alimentos donados
y la comida estaba ya podrida. "Todo lo que envió el presidente [de Chile]
Piñera ya no sirve. Está ahí. No saben qué hacer con ello
para que no se arme un escándalo. Lo quemarán, imagino", le comentó una de
las fuentes.