Aunque se considera parte de nuestro Grupo Local, formado por unas docenas de galaxias, WLM permanece aislada en los bordes exteriores del grupo, convirtiéndola en uno de sus miembros más remotos. De hecho, la galaxia es tan pequeña y está tan apartada que puede no haber interactuado nunca con ninguna otra galaxia del Grupo Local -ni de fuera del Grupo Local- en toda la historia del universo.
Al igual que una tribu virgen de las profundidades de la selva amazónica o de una isla en Oceanía, WLM ofrece una rara visión de la naturaleza primordial de las galaxias que han sido poco alterados por su entorno.
WLM fue descubierta en 1909 por el astrónomo alemán Max Wolf e identificada como una galaxia unos quince años más tarde por los astrónomos Knut Lundmark y Philibert Jacques Melotte, de ahí su inusual apodo. Esta oscura galaxia se encuentra en la constelación de Cetus (el monstruo marino), a unos tres millones años luz de la Vía Láctea, que es una de las tres galaxias espirales dominantes del Grupo Local.
WLM fue descubierta en 1909 por el astrónomo alemán Max Wolf e identificada como una galaxia unos quince años más tarde por los astrónomos Knut Lundmark y Philibert Jacques Melotte, de ahí su inusual apodo. Esta oscura galaxia se encuentra en la constelación de Cetus (el monstruo marino), a unos tres millones años luz de la Vía Láctea, que es una de las tres galaxias espirales dominantes del Grupo Local.