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Después de recuperar Aerolíneas Argentinas y la petrolera YPF,
la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó el tercer gran proyecto de
reestatización en su mandato: que pasen a administración del Estado los
ferrocarriles argentinos.
Buenos Aires, Por Martin Hacthoun - PL.- ULAN (Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias) - La red ferroviaria del país fue privatizada o desmantelada
durante la década de 1990 cuando Carlos Menem aplicó políticas neoliberales,
redujo la gestión administrativa del Gobierno y vendió muchos servicios y
propiedades del Estado.
El sector del transporte ferroviario fue uno de los más
afectados, pues una línea clave como el tren transandino fue abandonada y hoy
esa obra de impresionante ingeniería civil está en ruinas.
La recuperación de los trenes la anunció el domingo Cristina
Fernández ante el Congreso, simbólicamente en el Día del Trabajador
Ferroviario, y a 67 años de que el presidente Juan Domingo Perón nacionalizara
esos servicios.
En la apertura del año legislativo, la mandataria adelantó
que pronto enviará un proyecto al Parlamento para crear la empresa
Ferrocarriles Argentinos, Sociedad del Estado, la cual asumirá la gestión de
todas las líneas tanto de carga como de pasajeros.
Su ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo,
comenzó este lunes a notificar a las compañías privadas que el Estado se hará
responsable del sector cuando termine el actual período concesionario.
Pasarán a la gerencia estatal todos los ramales de las
líneas Mitre, San Martín y Roca, que brindan servicio intermunicipal de
pasajeros, y las de carga Belgrano Norte y Belgrano Sur, este último en
particular está en situación calamitosa.
Randazzo sostuvo en declaraciones a Radio Vorterix que
“demostramos que si el Estado tiene gente comprometida es mejor que el
privado”, y comparó la eficiencia de la Línea Sarmiento, de la cual se hizo
cargo su ministerio el pasado año, con el resto de los servicios.
“Compramos coches nuevos, aumentamos la cantidad de
pasajeros transportados en 246 por ciento al tiempo que redujimos los costos de
operación. En base a esa experiencia tomamos la decisión de crear Ferrocarriles
Argentinos S.E.”, sostuvo Randazzo.
Luego de la tragedia en la Terminal de Once en 2012 en la
que murieron 51 personas, el Gobierno decidió romper la inercia en el manejo de
los ferrocarriles, caracterizada por la falta de inversiones de las compañías
privadas y la ausencia de controles del mismo Estado.
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La recuperación del sistema ferroviario fue paulatina. A
través de la Sociedad Operadora Ferroviaria y la Administración de
Infraestructura Ferroviaria, la autoridad nacional comenzó a invertir en nuevas
vías, trenes, señalamiento y medidas de seguridad.
A su vez se hizo cargo de los sueldos de los trabajadores de
las líneas metropolitanas. De hecho, el rol de los privados quedó limitado a la
operación diaria.
Desde febrero de 2014, el grupo Roggio (Metrovías) quedó a
cargo del Urquiza, San Martín y el Mitre, mientras que Emepa (Ferrovías) se
ocupa del Belgrano Norte, el Roca y el Belgrano Sur.
Se trazaron reglas claras, las operadoras privadas tenían
que mostrar eficiencia y si no cumplían serían sancionadas y, de ser necesario,
el Estado las reemplazaría.
En 2014 la línea San Martín tuvo un incremento de gastos del
77 por ciento; el Roca, del 27; el Belgrano Sur, del 56, y el Mitre, del 51,
mientras los costos del Sarmiento regenteado por el Estado fueron del 17 por
ciento.
El peso de los gastos de los privados de todas formas cae
sobre la Casa Rosada, que subvenciona el servicio de transporte en el país, en
tanto Metrovías y Ferrovías dejaron de invertir para modernizar esos ramales.
El ahorro con la eventual estatización de las líneas aún administradas
por el sector privado será de 415 millones de pesos (47 millones 756 mil
dólares), explicó la Presidenta al Congreso.
La renovación de las flotas que enlazan la capital con
varios puntos de la Provincia de Buenos Aires la asumió al Estado con una
inversión de mil 200 millones de dólares. Y con asistencia financiera y técnica
de China acometerá la modernización del Belgrano Carga.
También en acuerdo con Chile se construyen dos vías
transandinas que facilitarán el comercio no solo bilateral, sino también
regional. Los proyectos para los túneles fueron aprobados el pasado mes en
sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados.
El anuncio cayó muy bien al público, según refleja una
encuesta que realiza el servicio Infonews. A la pregunta de si está de acuerdo
con la estatización de los ferrocarriles, el 98 por ciento de los lectores
respondió Sí frente al dos por ciento que No.
Este es el tercer gran programa de estatización que emprende
el gobierno de Cristina Fernández; el primero fue en diciembre de 2008 cuando
recuperó Aerolíneas Argentinas, Austral Líneas Aéreas y las demás empresas
pertenecientes a ese grupo.
En ese momento las administraba el consorcio español
Marsans, y las líneas aéreas argentinas cayeron en bancarrota.
La otra gran recuperación fue cuando en mayo de 2012 tomó el
control mayoritario de la corporación petrolera YPF e inició un acelerado
programa de inversiones, en aras de que el país pueda lograr el
autoabastecimiento de combustible y energético.
Desde que el Gobierno asumió su administración tanto
Aerolíneas Argentinas como YPF salieron del declive y hoy son compañías de
punta y referencia en el país.