

La economía de este
país africano se basa principalmente en la agricultura, ya que no existe
infraestructura industrial. Las exportaciones principales de Burundi son el
café y el té.
Antigua colonia belga,
Burundi, que ya vivió dos guerras civiles de motivaciones étnicas, vive
instalada en una permanente crisis política, ya que la mayoría de los
ciudadanos parecen rechazar la toma de poder de Nkurunziza.
Las protestas contra
el tercer mandato del presidente, que viola la constitución del país,
comenzaron en mayo. Un golpe militar fue lanzado el 13 de mayo pero el Gobierno
lo frustró apenas dos días después. Desde entonces, la violencia en las calles
del país solo ha ido en aumento.
Algunos líderes de las
protestas han sido perseguidos y asesinados, y solo en julio 80 personas
murieron en actos de violencia política.

El temor a que una
nueva ola de violencia afecte a Burundi se ve acentuado por el hecho de que sus
vecinos, Ruanda y la República Democrática del Congo, se hallen sumergidos en
devastadores conflictos.