Por su parte, Mark Toner, portavoz del Ministerio de Exteriores de EE.UU., condenó el hecho asegurando que “llevar a cabo estos hechos demuestra los enfermo de su ideología”. Federico Lombardi, portavoz del Vaticano consideró lo ocurrido como “muy triste y dramático”. Lombardi habla de una “destrucción sistemática” no solo de tesoros culturales, sino también “religiosos y espirituales”.
“Completa destrucción”
El monasterio fue erigido en el año 590 y durante largo tiempo fue el centro del cristianismo en la región. Desde 2003, sirvió como centro de repliegue para las tropas estadounidenses. Después, un clérigo descubrió el significado del lugar y comenzaron los trabajos de restauración.
En imágenes satelitales tomadas antes de la destrucción, se reconocen hasta 26 estancias diferentes del monasterio, entre ellas, una capilla. Así lo aseguró Stephen Wood, experto estadounidense en el análisis de este tipo de imágenes. Tras valorar las tomas realizadas después de la destrucción, Wood aseguró que han utilizado “bulldozer, artillería pesada y explosivos para convertir los muros de piedra del monasterio en un polvo blanquecino. Lo han destrozado completamente”.
MS (spiegel.de/ap/kna)