Esta
colorida banda de estrellas, gas y polvo es, en realidad, una galaxia
espiral llamada NGC 1055.
Captada en esta imagen por el telescopio
VLT (Very Large Telescope) de ESO, se cree que esta galaxia de gran
tamaño es hasta un 15 por ciento más grande en diámetro que la Vía
Láctea.
Vista de canto, parece que a NGC 1055 le faltan los brazos
característicos de una galaxia espiral.
Sin embargo, muestra
extraños giros en su estructura que, probablemente, fueron causados
por una interacción con una gran galaxia vecina.
ESO.-
Desde
la Tierra, podemos ver galaxias espirales a lo largo del universo
orientadas en distintas posiciones. Vemos algunas desde arriba (por
así decirlo) o "de cara" -un buen ejemplo de este tipo
sería la galaxia en forma de remolino NGC
1232-.
Tales orientaciones nos permiten ver los brazos y los brillantes
núcleos con mucho detalle, pero hacen difícil obtener información
sobre su forma tridimensional.
Podemos
ver otras galaxias, como NGC
3521,
desde un ángulo. Aunque estos objetos inclinados comienzan a
revelarnos la estructura tridimensional del interior de sus brazos
espirales, comprender la forma general de una galaxia
espiral requiere
una vista de canto,
como esta de NGC 1055.
Cuando
las vemos de canto, es posible obtener una visión general de cómo
se distribuyen las estrellas a lo largo de la galaxia —tanto en
zonas de formación
estelar como
en áreas de poblaciones más viejas — y es más fácil medir las
"alturas" del disco, relativamente plano, y del núcleo
cargado de estrellas. La materia se extiende desde el brillo cegador
del propio plano galáctico, alejándose, y volviéndose cada vez más
observable sobre el oscuro fondo del cosmos.
Esta
perspectiva también permite a los astrónomos estudiar la forma
general del disco extendido de la galaxia y estudiar sus propiedades.
Un ejemplo es la deformación, algo que vemos en NGC 1055. La galaxia
tiene regiones con una peculiar torsión y desorden en su disco,
probablemente causados por las interacciones con la cercana galaxia
Messier 77 (eso0319) [1].
Aquí podemos ver esa deformación: el disco de NGC 1055 está
ligeramente doblado y parece tener forma de onda a través del
núcleo.
NGC
1055 está situado, aproximadamente, a unos 55 millones de años luz
de distancia, en la constelación
de Cetus (el
monstruo del mar). Esta imagen fue obtenida usando el instrumento
FORS2 (FOcal
Reducer and low dispersion Spectrograph 2),
instalado en la unidad de telescopio 1 (Antu)
del VLT,
situado en el Observatorio
Paranal de
ESO, en Chile. Proviene del programa “Joyas
cósmicas de ESO”,
una iniciativa de divulgación que pretende producir imágenes de
objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos
utilizando telescopios de ESO, con un fin educativo y divulgativo.
Notas
[1]
Messier 77, también conocida como NGC 1068, tiene una región
central muy brillante, alimentada por un agujero negro supermasivo.
Es uno de los ejemplos más cercanos de lo que los astrónomos llaman
galaxias activas.
Crédito: ESO
Editing:
Herbert Zodet.
Web and technical support: Mathias André and Raquel Yumi Shida.
Written by: Thomas Barratt and Lauren Fuge.
Music: STAN DART (www.stan-dart.com).
Footage and photos: ESO, O. Maliy and Digitized Sky Survey 2/A. Fujii.
Directed by: Herbert Zodet.
Executive producer: Lars Lindberg Christensen.
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Written by: Thomas Barratt and Lauren Fuge.
Music: STAN DART (www.stan-dart.com).
Footage and photos: ESO, O. Maliy and Digitized Sky Survey 2/A. Fujii.
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Executive producer: Lars Lindberg Christensen.
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