Investigadores
de la Universidad de Monash descubren que beber agua en exceso activa
el mecanismo de “inhibición de ingesta”.
actualidad.rt.-
Todo en exceso es malo, incluso cuando se trata de beber agua. Así
lo han demostrado un grupo de científicos de la Universidad de
Monash, que cuestionan que la recomendación de beber, como mínimo,
ocho vasos de agua al día sea saludable.
En
el estudio, publicado en
la revista oficial de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., los
investigadores analizaron con una resonancia
magnética los
procesos que surgen en el cerebro cuando bebemos agua aunque no
tengamos ganas de hacerlo.
Así,
comprobaron que el cerebro activa un mecanismo denominado "inhibición
de ingesta",
que sirve para proteger nuestro cuerpo de la hiperhidratación, que
puede causar una intoxicación
potencialmente peligrosa para
la salud.
"Si
simplemente hacemos lo que nuestro cuerpo nos exige, probablemente lo
haremos bien. Tenemos
que beber según la sed que tengamos en
lugar de hacerlo por un calendario elaborado", aseguró Michael
Farrell, profesor asociado de la universidad y uno de los autores del
estudio.
Beber en exceso puede ser mortal
Los
investigadores pidieron a los participantes que calificaran el
esfuerzo requerido para beber
agua bajo dos condiciones:
la primera, cuando tenían sed, y la segunda, siguiendo la regla de
los 8 vasos diarios.
Los
participantes tardaron tres veces más de tiempo en tomar agua cuando
se sentían saciados que aquellos que bebían cuando realmente tenían
sed, lo que significa que al ingerir agua en exceso, el cuerpo
se resiste.
Y
es que beber más agua de la que necesitamos puede
ser mortal al provocar hiponatremia,
un trastorno hidroelectrolítico que se caracteriza por una
concentración de sodio en sangre demasiado baja. Un proceso que
causa desde letargo y náuseas hasta convulsiones e incluso el coma,
según los investigadores.
"Ha
habido casos en los que atletas de maratones recibieron instrucciones
para beber mucha agua y murieron en determinadas circunstancias, ya
que ciegamente siguieron esas recomendaciones y bebieron muy por
encima de lo que necesitaban", concluye el investigador.