"Es sorprendente que solo dos especies de plantas, separadas por
300 millones de años de evolución, produzcan cannabinoides psicoactivos",
dice uno de los autores de una nueva investigación.
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Científicos han encontrado efectos medicinales y recreativos similares a
los que produce la marihuana en una planta que solo crece en Japón, Nueva
Zelanda y Costa Rica.
Se trata de la Radula perrottetii, una planta de la familia
Radulaceae, que contiene una variante del tetrahidrocannabinol (THC), la
principal sustancia psicoactiva presente en las plantas del género Cannabis,
que se usa en el campo médico para tratar ciertos tipos de dolor, calambres
musculares, mareos y pérdida de apetito, según se desprende de un estudio de la Universidad de Berna, Suiza, en colaboración con la Escuela
Politécnica Federal de Zúrich.
Although not from the #Cannabis genus, the Radula liverwort plant similarly affects the #brain, reports a new study in mice https://t.co/9ysEi5tixi pic.twitter.com/WcL5mQ0xg0— Science Advances (@ScienceAdvances) 27 de octubre de 2018
La sustancia de la radula es el perrottetineno, nombre que le dio el fitoquímico japonés Yoshinori Asakawa, quien
estudió la planta en 1994 y que —explica el estudio— "ejerce efectos
analgésicos y antiinflamatorios que podrían ser superiores a los del
THC".
¿Cómo actúa
el perrottetineno de la radula?
La investigación, codirigida por Jürg Gertsch, del Instituto de
Bioquímica y Medicina Molecular de la Universidad de Berna, y que estudia por
primera vez los efectos farmacológicos de esta sustancia, concluye que tras ser
aplicada a animales [ratones, específicamente], "llega al cerebro con
mucha facilidad y, una vez allí, activa específicamente los receptores
de cannabinoides".
Incluso, tiene "un efecto antiinflamatorio más fuerte en el
cerebro que el THC, algo que hace que el perrottetineno sea particularmente
interesante cuando se considera su potencial aplicación médica", reza el
estudio.
El problema asociado al uso del THC con fines medicinales, la necesidad
de aplicarse en pequeñas dosis por su gran potencial, podría ser resuelto con
el perrottetineno, dice Andrea Chicca, miembro del personal científico del
grupo de Gertsch.
"Esta sustancia natural tiene un efecto psicoactivo más débil y, al
mismo tiempo, es capaz de inhibir los procesos inflamatorios en el
cerebro", enfatiza.
A diferencia del THC, señala el texto, "el perrottetineno inhibe
las prostaglandinas en el cerebro, que son factores que causan inflamación",
de tal forma que "tiene un efecto sobre los receptores de cannabinoides
que es similar al de los endocannabinoides producidos por nuestro propio
cuerpo".
"Es sorprendente que solo dos especies de plantas, separadas por
300 millones de años de evolución, produzcan cannabinoides psicoactivos",
sostiene Gertsch, citado en el texto.
En cualquier caso, los investigadores han señalado que se necesitan más
estudios, por ejemplo en modelos preclínicos de dolor crónico e inflamatorio,
para poder comprobar los beneficios de la radula.