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Puertas del infierno en Turkmenistán - |
El presidente de Turkmenistán Gurbanguly Berdimuhamedov dio una solución para extinguir un cráter de gas en llamas en Darvaz, informó el programa de noticias Vatan de la televisión turcomana.
Alec Connah - Solent News & Photo- Legion-Media
Una gran cantidad de gas se ha estado quemando en esta área durante muchos años. Esta circunstancia repercute negativamente en el medio ambiente y en la salud de las personas que viven cerca. También se consume gas natural, del cual se pueden obtener importantes ganancias para asegurar el bienestar de las personas.
En este sentido, el viceprimer ministro Shakhym Abdrakhmanov, que está a cargo del complejo de combustible y energía, recibió instrucciones de atraer científicos y, si es necesario, especialistas extranjeros para encontrar una solución a este problema.
“Estamos creando y continuaremos creando todas las condiciones necesarias para el desarrollo de las colosales reservas de recursos de hidrocarburos de una Patria independiente neutral en interés de los pueblos nativos”, dijo Berdymukhamedov.
La cuestión de cerrar el cráter fue planteada por primera vez por el presidente de Turkmenistán en 2010.
Un cráter de gas en llamas en la ciudad de Darvaza, popularmente llamado "Puertas del Infierno", ubicado en el centro del desierto de Karakum, a unos 260 kilómetros al norte de Ashgabat, es un hito turcomano que atrae la atención de científicos y turistas.
En 1971, los geólogos soviéticos descubrieron una acumulación de gas natural en esta área y, al perforar un pozo, provocaron un colapso: las capas superiores del suelo simplemente colapsaron en una cueva subterránea, abriendo un gran agujero lleno de gas. Para evitar el envenenamiento por gas de personas y ganado, los geólogos decidieron prenderle fuego, creyendo que con el tiempo el fuego disminuiría. Pero los gases naturales que escapan del suelo continúan ardiendo hasta el día de hoy.
El diámetro del orificio de gas es de 60 metros, la profundidad es de unos 20 metros.
En noviembre de 2013, el famoso viajero y explorador canadiense George Coronis descendió al fondo del cráter para realizar investigaciones y recolectar muestras. Logró encontrar bacterias que viven en el fondo del cráter a altas temperaturas. Estas bacterias no se encuentran en ninguna parte de la superficie de la Tierra y se sienten muy bien viviendo en un pequeño ecosistema en el fondo de un cráter caliente.
