Las seis regiones de la Unión Africana [Crédito de la imagen: Sahel and West African Club]
Global Voices.- Cuando el
egipcio Mohammed Salah ganó el premio al Futbolista
Africano 2017, estalló un gran alboroto en internet. ¿Por qué? Algunos
africanos pensaron que Salah no era lo suficientemente “africano” como para merecerse el
título.
Ciertamente no fue la
primera vez, ni probablemente será la última, en que se cuestiona la
“africanidad” de un norteafricano. En julio de 2015, The
Guardian informó que el nigeriano Chigozie Obioma era
“el único escritor africano en la lista” de candidatos al Premio Man Booker de
literatura de ese año, pero pasó por alto la presencia de la escritora de
origen marroquí Leila Lalami entre los 13 elegidos.
Esto nos hace preguntarnos:
¿por qué a veces a los africanos del norte del Sahara no se les considera
totalmente “africanos”?
Al
norte y al sur del desierto
El término “África subsahariana” se refiere normalmente a
los 46 países que se encuentran al sur del desierto del Sahara. Los países al
norte del Sahara, junto con Sudán, son incluidos en la unidad geográfica y
geopolítica conocida como la “región de Medio Oriente y Norte de África” (MENA
por sus siglas en inglés), dado que sus características lingüísticas,
religiosas y culturales tienen más en común con las naciones de Medio Oriente
que con sus vecinos al sur del desierto.
Esta división encendió
un agitado debate entre los intelectuales africanos. Algunos
culpan al colonialismo de sembrar las semillas de la división,
mientras que otros sostienen que ya existía mucho antes.
La
visión de la Unión Africana
La organización que
teóricamente une al continente es la Unión Africana, que comprende a los 55
estados soberanos del continente africano, dividido en cinco regiones geográficas: norte,
sur, oeste, este y central. El Norte de África está formado por siete países:
Argelia, Egipto, Libia, Mauritania, Marruecos, la República Árabe Saharaui
Democrática y Túnez.
La concepción de la Unión
Africana encuentra su origen en el panafricanismo,
movimiento intelectual que buscó fortalecer la integración africana frente a
la intrusión
colonial. Los principales actores en la formación de la Organización para la Unidad Africana,
que más tarde se convertiría en la Unión Africana, fueron cinco cabezas de
estado, tres de África Subsahariana y dos del Norte de África: Kwame Nkrumah,
quien después se convertiría en el primer presidente de Ghana, Sekou Toure de
Guinea, Leopold Senghor de Senegal, Gamal Abdel Nasser de Egipto y Ahmed Ben
Bella de Argelia.
Los líderes norteafricanos
jugaron un rol igualmente importante en la formación de la Unión Africana, la
institución geopolítica más importante del continente.
Norte
de África “blanco” y África “negra” subsahariana
Aún así, muchos norteafricanos se identifican más
como árabes o árabe-musulmanes que como africanos, y se da el caso de que los
“países al sur del Sahara han sido durante largo tiempo considerados
auténticamente “africanos” [énfasis añadido] mientras
que los del norte han sido percibidos como mediterráneos, de Medio Oriente o
islámicos”, argumenta la periodista egipcia Shahira Amin. En un artículo
titulado “¿Los egipcios son africanos o árabes?”, Amin reporta sus conclusiones
tras cientos de entrevistas con egipcios de diferentes ámbitos sociales sobre
cómo se ven a ellos mismos:
Cita
original
Mi pregunta suscitó algunas
reacciones de asombro en la gente en las calles, la mayoría respondió ‘soy
árabe musulmán, por supuesto’ o ‘musulmán árabe’. Se encogían de hombros y me
miraban perplejos al responder, pues ¿no era un hecho ya sabido que los
egipcios son árabes y que Egipto es un país de mayoría musulmana? Algunos
entrevistados dijeron ser ‘descendientes de los faraones’ pero,
sorprendentemente, ningunos de los encuestados se consideraba africano.
“No me sorprende oír que
algunos africanos (particularmente del África subsahariana) cuestionen nuestra
‘africanidad’, la de los norteafricanos”, dijo Afef
Abrougui, una de las editoras de Global Voices MENA:
·
Cita original
Yo soy de Túnez, y la
mayoría de los tunecinos se identificarían como árabes. Hay una broma en Túnez
que dice que los tunecinos sólo se sienten africanos cuando nuestra selección
nacional juega en la Copa Africana de Naciones. No recuerdo haber aprendido en
la escuela que Túnez no fuera “africano”, pero la identidad árabe-musulmana sí
que era enfatizada, especialmente en la política.
Como ejemplo, en el preámbulo de la Constitución
tunecina de 2014, hay varias referencias a la identidad árabe y musulmana del
país, pero sólo una a África. Por supuesto, entiendo por qué los tunecinos se
identificarían principalmente como árabes por el elemento del lenguaje. De
niña, lo que veíamos en la televisión era música y series sirias, egipcias y
libanesas. Sin embargo, esto es poco acertado, porque el identificarse como
árabe no le impide a uno identificarse también como africano. África es diversa
y deberíamos celebrarlo, en lugar de etiquetar lo que es ser africano.
Para los norteafricanos, la
definición de ‘africanidad’ también podría estar relacionada con la influencia
y el poder. Tras su independencia, países como Egipto y Argelia miraron hacia
Medio Oriente en busca de un modelo de nación islámica, y al norte, a Europa,
en busca de relaciones económicas.
Rawan Gharib |
Rawan Gharib,
colaboradora egipcia de Global Voices, analizó la cuestión a la luz de las
recientes tensiones entre Etiopía y Egipto por el proyecto etíope de construcción de una presa: